Amiga/amante: polvos de gigante

Me gusta ser amiga, amante, confidente, colega… de las personas con quienes me acuesto.
Éso es lo que me gusta. No lo que sucede. Salvo contadas excepciones. Hay hombres geniales.
La mayoría no quieren ser amigos, colegas, confidentes, ni amantes. Quieren follar. Algunos le dan cierta educación y corrección política al tema. Mera fachada. Se nota. Y todavía es peor. Acostarte con un hombre educado, le quita pasión al tema. Y si sólo va a ser follar. Pues mira…
Son tipos muy claros. Éso sí. No quiero tal. O sea. No lo quiero contigo. Y vamos a hacerlo así. O sea. A mi manera. Y vamos a hacerlo cuando. O sea. Cuando a ellos les venga bien. No vaya a ser. Que se queden sin su cuotita de poder. No vaya a ser. Que den un poco más. Y me enamore. No vaya a ser. Que se de un lazo. Sea el que sea. Porque follar, es follar. Y nada más. Pero no te lo voy a decir. Dejaré que lo adivines. Y haré que pienses que yo también quiero algo más que follar. Porque no todo es follar. Pero luego. Cuando una. Piense. Oh. Un colega. Que además folla. Modificaré el comportamiento. Bajaré la intensidad. La reduciré a cero patatero. No te diré nada. Porque no tengo nada que decirte. Porque nadie pactó nada. Y todo el mundo ha sido muy clarito desde el principio. Y sobre todo. Muy educado. Y sobre todo muy correcto. Aunque con flecos. Flecos que son pistas. Pistas que desoyes. Porque a veces. El sexo no está tan mal. Aunque a veces escuchas. Porque el sexo. No está tan mal. Y el sexo tiene que ser genial. Tan genial. Que no tenga impases. Ni compases. Ni medidas. Ni tiempos. Ni nadie que los marque a nadie.
Éso es lo que me gusta. No lo que sucede. Salvo contadas excepciones. Hay hombres geniales. Que saben follar en el más amplio sentido de la palabra. Que digo de la palabra. De la polla. Y del cerebro. Y de la mente. Y de las sábanas. Esos polvos increíbles. Existen.
Luego están esos hombres. Que no follan tan mal. Y no quieren nada. Pero llega otra. Y su poder se queda en nada. Y sus medidas. Y su educación. Porque no saben ser igual. Ni dar igual para todo el mundo. Y se quedan en nada. Así que son a medias. Y follan a medias. Y estamos en Julio. Y ya no son tiempos. Ni de ponerse un calcetín.
Éso es lo que sucede. Buscando lo que me gusta.

Eva Barreiro

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