Capote

Música para camaleones, de Truman Capote. Hay libros que son importantes para una por razones personales. Hay libros que son importantes para una por razones literarias, por todo lo que le han enseñado sobre la narración. Música para camaleones es un libro en el que no sabría determinar qué pesa más, si el momento en que lo leí, lo a salvo que me sentí mientras me adentraba en esas historias de encuentros insospechados entre Capote y una serie de personajes asombrosos que me hicieron cuestionar mi propia realidad, la manera de mirarla y contar lo que veía. Yo trabajaba de noche en un bingo, odiaba mi trabajo y la hora de las cenas, que podía pasar en el mostrador de admisión cubriendo a una compañera y leyendo, era la única que merecía la pena. Me preguntaba por qué alguien podía enfrentarse así al mundo cotidiano, hacer de cada tropiezo con un desconocido un maravilloso relato. Amé cada línea de ese libro que me mantuvo a flote, junto con otros que cayeron en mis manos. Siempre eran ediciones baratas, ejemplares incluidos en colecciones de RBA que compraba en el kiosco. Cosas baratísimas de un valor incalculable. Capote me hizo mirar con piedad a los hombres y mujeres que venían a dejarse la vida en aquella sala de juego, a fijarme como una entomóloga en cada síntoma del fracaso, del abatimiento, de la ruina. Siempre digo que en aquellos años hice un máster no homologado sobre psicología humana. Sigo reconociendo a un ludópata al primer golpe de vista, en las primeras palabras que cruzo con él. Volví mi vida muchos cuentos gracias a que autores como Capote me enseñaron que no tenían que irme más lejos a buscar historias.
En lo literario, digo muchas veces que Capote supo tramar un libro a partir de su naturaleza curiosa. En Música para camaleones el encuentro con alguien, la entrevista, es un eje central. Capote se encuentra con alguien, le deja hablar. Allí, en las palabras del personaje, está el relato. Habla la vieja y adorable bruja del bosque que congela a sus gatos para no sentirse sola. Habla el hermoso asesino compañero de Manson, habla una radiante Marilyn que le pregunta a su amigo qué dirá de ella cuando no esté o la conmovedora Mary Sánchez, la asistenta a la que Capote acompaña una jornada de trabajo para conocer en detalle la vida de una mujer corriente y diferente a todas.
No se me pasa el amor por este libro. No puede acabarse.

Patricia Esteban Erlés

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