Girauta: el arribista

CÓMO MEDRAR EN POLÍTICA SIN SUCUMBIR EN EL INTENTO
Hay personajes de mayor o menor altura, cuyo nombre se nos ha colado en el inconsciente colectivo con la sutileza marrullera de la mera repetición que los medios proyectan cada día.
Juan Carlos Girauta es uno de esos nombres que ha terminado por sernos común, aunque si nos preguntan, nos costaría trabajo ponerle datos, y hasta cara.
Barcelonés e hijo de catalana y gaditano, Girauta es un niño bien de la Avenida Diagonal de aquellos que estudiaron en los jesuitas, para acabar licenciándose en derecho como su padre. La contradicción de que su madre fuera profesora de catalán y su padre lo rechazara como lengua, sumerge al pequeño Juan Carlos en un marasmo de contradicciones, que no empezó a vislumbrar en su solución, hasta pasados muchos años. 
Es normal que los hijos se posicionen en tantos casos, en el extremo contrario al de sus progenitores. Girauta que fue uno de ellos, se afilió a la Joven Guardia Roja, organización juvenil del PTE, fuerza política con marcado carácter antifranquista en sus orígenes, y de defensa de la clase trabajadora, con postulados incluso, a la izquierda del tradicional PCE. Cuesta encontrar publicado el dato a día de hoy, pero estar, lo está.
Así fue como el joven Juan Carlos empezó a entender cómo funcionaban los entresijos de la política. Descubrió dónde estaba el poder, y con él, el dinero. Durante unos años y hasta el 86 transitó luego en la militancia del PSUC. Aquella redujo en bastantes grados su radicalidad, y le preparó para militar posteriormente en el PP y presentarse con esta fuerza política a diversos comicios.
Opinador en casi todos los medios de corte conservador del espectro nacional, en 2014 vuelve a buscar acomodo en una fuerza emergente, y se presenta por Cs. a las Elecciones Europeas. Al fin el señor Girauta obtiene junto a Javier Nart, gran virtuoso de la retórica y la búsqueda de oportunidades personales, acta de Eurodiputado, y ahí su trabajo de muchos años, comienza a darle el fruto deseado. Tuvo que ser comunista, socialista, franquista del PP y ahora de Cs para tocar al fin poder y cobrar y muy bien por todo ello: Vocal de la Diputación Permanente. Portavoz Titular de la Junta de Portavoces. Portavoz adjunto de la Comisión Constitucional. Portavoz de la Comisión de Reglamento. Vocal de la Comisión de control de los créditos destinados a gastos reservados. Vocal de la Comisión Consultiva de Nombramientos. Vocal Suplente de la Subcomisión para la reforma electoral (154/10). No hay puertas giratorias conocidas.
Medrar sin sucumbir en el intento tiene mérito. Le ha costado bastantes años acabar siendo diputado por Barcelona, para orgullo de su estirpe de abogados, y protagonista de una fuerza tan emergente como incierta. Precisamente él, junto con su líder Rivera y algunos nombres que permanecen en la sombra, son los llamados a definir el rumbo de Cs en el próximo tiempo: Derecha a la derecha del PP, poco probable para un caladero de votos menor. Derecha de amplio espectro, en la que cabe desde toda la radicalidad hasta el barniz de centro, seguramente la opción más plausible, aunque también la más difícil de defender con un mínimo de coherencia.
Al fin y a la postre, serán otros brillos los utilizados para deslumbrar: Vargas Llosa o Manuel Valls apuntan a fichajes mediáticos de Cs, detrás de los que dicen, está la mano de Juan Carlos Girauta.
Preocupa sobretodo el vacío de contenido, la ausencia de ideas y de ideario salvo la de medrar en política. Pueden sostener al PP en la Comunidad de Madrid desde el tacticismo político, ayudando a su cochura definitiva para arrasar entre sus votantes en las próximas autonómicas. Pueden mantener en Andalucía al PSOE, seguros de que el abrazo de oso se convertirá en abrazo de osezno. Preocupa que Cs esté acaso llamado a ser opción de gobierno, y sea solo eso, un partido de medradores a cargo de nuestros futuros destinos.

Víctor Gonzalez

Sobre Víctor Gonzalez 13 artículos
Escritor madrileño aunque sevillano de adopción. Periodista. Vocal de Asociación Literaria Aljarafe. Comunicador y conductor de programas de radio, sobre literatura en Radiópolis. Ha recibido diversos premios y publicado novela juvenil, novela negra y relatos.

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