Juan A. Cabrera entrevista a Gabriela Jorquera, especialista en pobreza y desigualdad infantil de Save The Children.

 

 

A comienzos de marzo de este año el Alto Comisionado para la Lucha contra la Pobreza Infantil, institución creada en junio de 2018 y dependiente de Presidencia del Gobierno, publicaba un vídeo  utilizando lo que los expertos llaman testimoniales. Pinche en este enlace para verlo antes de seguir con la entrevista : https://www.youtube.com/watch?time_continue=10&v=maufpmnVVUE

Cuando lo hayan hecho, reparen en la fotografía que se reproduce a continuación; es la imagen central de la campaña “La Infancia marca” que hace unos días puso en marcha la organización no gubernamental.

Cuando vuelvan a este texto, estarán condicionados. Es deliberado; las reclamaciones a este que suscribe por obligarles a participar en el juego.

Sea cual sea la fuente que utilicemos, el panorama que describen es inquietante por no decir otra cosa peor. En España hay 1.400.000 menores que viven en situación de pobreza severa, y 2.200.000 en riesgo de pobreza. Para todos los observadores creíbles la situación se define como de “pobreza infantil estructural” y el aumento constante de la desigualdad la ha convertido en hereditaria.

Gabriela Jorquera es abogada, Especialista e investigadora en pobreza, desigualdad y exclusión social. Ha realizado proyectos de intervención social en contextos de exclusión en España y Chile. Ha escrito diversos artículos, informes y guías de estilo en el ámbito de políticas sociales, pobreza y la exclusión y derechos económicos, sociales y culturales. Imparte seminarios en distintas universidades y cursos para profesionales y voluntarios.

A menudo utilizamos conceptos cuya comprensión por la gente corriente damos por sentada, pero tal vez eso no esté tan claro ¿A qué llamamos “pobreza severa” y a qué “riesgo de pobreza”?-

Son indicadores estadísticos acordados en el seno de la Unión Europea que utilizamos a modo de termómetro común para medir a qué ‘temperatura’ estamos en esta materia. Ordenamos a toda la población, desde los que tienen más dinero a los que tienen menos, y establecemos un punto de corte que llamamos umbral de la pobreza cuya definición sería: aquellas personas que viven en hogares que ganan menos del 60% de la media de los ingresos por unidad de consumo.-

 Aclarémoslo un poco más

 -Sí, tenemos ciertamente un problema con eso. Nuestros indicadores son difíciles de explicar a los no especialistas. Es seguramente deformación estadística. Veamos la definición por el final:  la unidad de consumo sería, por ejemplo una persona o una familia; podemos estimar cual es el nivel de renta necesario que se necesita para vivir, digamos dignamente, no con desahogo pero sí sin aprietos, en un país concreto. Así, no son los mismos, obviamente, los recursos que se necesitan en una casa en donde vive una sola persona que en una en donde vive una madre con dos hijos por ejemplo; el 60 por ciento de ese volumen de recursos es el umbral-

 -Naturalmente, las estimaciones no son las mismas para Occidente que para los países en desarrollo-.

 Nada que ver, claro. Los niveles de vida básicos son distintos. En Europa no medimos el acceso al agua potable; en Mauritania, por ejemplo, eso es fundamental. Y, en cambio, en los países de nuestro entorno es determinante medir la capacidad de acceso a la vivienda, o la calidad del trabajo disponible; en los países del Tercer Mundo hablamos de desnutrición y aquí de malnutrición o de alimentación saludable-

-¿Cuales son en España esos umbrales?

  Para una persona que vive sola está en 710 euros al mes, es decir, si gana menos está en riesgo de pobreza y a medida que se aleja de esa ratio hacia abajo se acerca más a la pobreza severa. Si se trata de dos adultos que viven juntos, el umbral es 923 euros, si tienen un niño, 1.490 y si tienen dos son 1.605. Pero es importante destacar más allá de la frialdad de las cifras que si partimos, por ejemplo, de 1.605 (repito, dos adultos y dos niños) y vamos descendido, encontraremos una casuística muy variada llena de problemas de todo tipo-

 -Mucha gente encaja en esos mimbres-.

Mucha, sí. Y hay algo que en el caso español es especialmente significativo, la inseguridad, la escasa capacidad para poder afrontar problemas sobrevenidos; cualquier imprevisto (unos ‘brackets’, unas gafas, una enfermedad crónica) es un gran descalabro. Esa es quizás la característica mas notable de la pobreza en España.

Hace poco tiempo hicimos unas encuestas y se constata que para el 85 por ciento de la población la pobreza infantil es un problema muy importante y se percibe cerca porque aunque formalmente ya hemos salido de la crisis económica, mucha gente sigue siendo muy cauta si es que no evita directamente gastos relacionados con el dentista o el psicólogo infantiles o los refuerzos y las actividades extraescolares que deben pagarse aparte-

 Por completar el cuadro respecto del cálculo del umbral, Save de Children ha hecho unas estimaciones que ayudan a entender la relación entre los recursos disponibles y el gasto. Así, el coste de la crianza aumenta con la edad: la media para el tramo de 0 a 3 años es de 480 euros mensuales (entre el 30 y el 40 por ciento corresponde a conciliación es decir, guardería, etc) para el tramo de 4 a 6 es 518; 577 de 7 a 12 y para el tramo 13 a 17 es de 600 euros. No es difícil sacar conclusiones nada halagüeñas-

-¿Uno de cada cuatro niños está en España en estos momentos en riesgo de pobreza?-

 

Más. En España hay 8 millones de niños. El 28,3 por ciento están en riesgo de pobreza. Y si hablamos de pobreza severa estamos en el 15,6 por ciento-

 -¿Como ha evolucionado esta situación históricamente? ¿Hay relación con el ensanchamiento de la brecha de la desigualdad?-

 Parecería que el problema es crónico en España. Antes de la crisis económica, esto es, más de diez años atrás, el nivel de pobreza estaba entre un 19 y un 20 por ciento. Y claro que hay relación con la desigualdad en un sentido concreto: tiene que ver menos con el despegue de los más ricos y más con el deterioro de los más pobres y el descenso de las capacidades de personas que no eran pobres antes de la crisis. Y sucede siempre que cuando la crisis pasa, no se vuelve automáticamente a la situación precedente, así es que  la pobreza en términos absolutos crece y en muchos casos se cronifica. Es mucho más fácil entrar en la pobreza que salir de ella y cuanto más tiempo se mantenga esa situación se incrementa la dificultad para salir.

La OCDE publicó a principios de año lo que se ha dado en llamar ‘el ascensor social’ y para España lo que dice es que una persona necesitaría el equivalente a cuatro generaciones para salir de la pobreza; el ‘ascensor’ está escacharrado. Las herramientas de las que dispone un estado para rescatar de la pobreza no están funcionando en nuestro caso, como no funcionan los mecanismos para la transferencia de la riqueza-

 -¿Como afecta eso expresamente a los niños?-

 -Para los niños que crecen en la pobreza, las oportunidades de salir de ella son muy escasas. Es un clásico: el 80 por ciento de los niños que crecen en pobreza serán adultos pobres. Si miramos a Europa, España es el país que menos capacidad tiene para disminuir la pobreza en los niños-.

 -¿Porqué es así?-

 -Porque no hay políticas de transferencia de rentas hacia los niños. Nuestra inversión en infancia es llamativamente baja en términos comparativos y en el ámbito de la UE-

 En la España que tiene este problema, al parecer crónico, ha gobernado a lo largo de los años la derecha y la izquierda. ¿No hay diferencia?

No hay diferencia

 -Tremendo ¿no?-

 -Hemos visto en la pasada legislatura que por primera vez la lucha contra la pobreza infantil se ha considerado como una prioridad. ¡Por primera vez en nuestra historia! El Alto Comisionado se creó para eso. Por mencionar algo concreto: la prestación por hijo a cargo en España no es universal sino para casos extremos y la cuantía es muy baja, unos 250 euros al año, al año…¡24 euros al mes! En otros países de la UE las prestaciones son mucho más generosas-.

 -¿Por ejemplo?-

 -En Alemania esta prestación es universal y son 200 euros mensuales por niño; por el primero 200, igual por el segundo y algo más por el tercero.

En España, ciertamente, hay algunas prestaciones que conceden las comunidades  autónomas siempre para las rentas mínimas. No hay uniformidad. Navarra y Euskadi, tienen las más altas y, consecuentemente, son las comunidades que menos pobreza infantil soportan. En otras zonas, en cambio, la precariedad en esta materia es muy grande-.

-¿Hay diferencias significativas pues en la distribución de la pobreza infantil por zonas geográficas?-

-Sí. Y la respuesta a esa pregunta es muy convencional, pero es lo que hay. Estamos divididos en dos entre un Norte rico y un Sur pobre. No será ninguna sorpresa si digo que las mayores tasas de pobreza están en Andalucía, Extremadura y Canarias-

-¿Pobreza por razón de la procedencia, hijos de españoles e hijos de inmigrantes?-

-Hay mayores tasas de pobreza entre los extranjeros. La incorporación de los emigrantes al mercado de trabajo es más lenta y menos cualificada y ello independientemente de su formación. Todo desde luego en un contexto común para todos que es la precariedad-.

-¿Y por el tipo de familia?-

-Hay algo muy llamativo. Aproximadamente el 48 por ciento de las familias mono parentales están en riesgo de pobreza; y hemos estado peor. Es un grupo de población de mayor riesgo-

-¿Se pueden sacar conclusiones desde una perspectiva de género?-

Claro. Sin duda. Puesto que medimos, como comente antes, por unidad de consumo, por hogar, se pierde en principio esa perspectiva. Pero sabemos que en el 80 por ciento de las familias compuestas por un adulto y un hijo, el adulto es mujer. Y es en donde se producen mayores índices de pobreza severa y además de larga duración; un número elevado de estas familias llevan al menos tres años en situación de pobreza. Y hay algo que se pone de manifiesto cada vez que se analiza: el efecto de la maternidad sobre el salario; en el caso de los hombres que son padres no hay tal efecto pero en el caso de las mujeres sí y en sentido negativo, lo cual es un factor más que abunda en la precariedad-.

 

Dígame telegráficamente cuales son los efectos de la pobreza infantil sobre algunos items clave Alimentación, salud…-.

-Categóricamente: aún cuando se tenga acceso de modo genérico a los sistemas de salud públicos, vivir en la pobreza significa tener una salud peor. Y esto en los niños es una rémora que probablemente se arrastrará toda la vida. Un efecto que tal vez a alguien le pueda parecer paradójico: las tasas de obesidad son más altas en los niños pobres. Sencillamente: comer saludable es más caro. Hemos visto que comer en el colegio está relacionado con índices menores de sobrepeso; obviamente los niños pobres amenudo no van a los comedores escolares. Y, desde luego, no se trata solo de disponer de más dinero, sino de recursos en general y la precariedad lleva aparejado un menor conocimiento de hábitos saludables, estrategias preventivas, etc, además de menor acceso a asistencias relacionadas específicamente con la situación de pobreza, como por ejemplo el tremendo estrés que eso provoca en los niños y en sus mayores con el efecto rebote que esto implica.

 Educación y cultura…

España tiene unos niveles de fracaso escolar llamativamente altos y nada hace pensar que en el corto plazo eso vaya a cambiar. Las tasas de abandono escolar han descendido en los últimos años, sí…pero no, o mucho menos, entre la población pobre…y ello si entrar en cuestiones más de detalle ¿qué hay de la autoestima de los chicos y chicas cuando ven que se retrasan con respecto a sus compañeros? ¿qué de la pérdida de talento por no haberles prestado la atención necesaria? El Estado no provee de instrumentos para revertir esta situación. Y es un círculo vicioso del que no conseguimos salir. Aunque diré para no resultar demasiado pesimista que, como dice un viejo aforisma, todo círculo vicioso puede acabar siendo un círculo virtuoso.

Romper el círculo. La campaña que Save the Children acaba de poner en marcha “La infancia marca” utiliza una imagen peculiar que es la que encabeza esta entrevista: la caracterización de los principales líderes políticos como pobres. ¿Cual es el objetivo? ¿Porqué es necesaria esta campaña?

 

A pesar de ese aspecto penoso con el que aparecen, la han apoyado (quizás porque estábamos en campaña electoral) Bromas aparte: es muy didáctico ver como podría haber sido su vida de no haber tenido oportunidades. Tendemos a pensar los humanos que si la vida nos trata bien, eso se debe exclusivamente a nuestros propios méritos. Pero no, el éxito precisa de apoyo, de ayuda y esos líderes tienen la responsabilidad de proveerlos en el presente y en el futuro.

 

Juan Cabrera Padilla

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