La Copa

El rayo entró como un rayo

en el nimio instante que la puerta le cedió paso.

Se proyectó sobre los poliédricos perfiles

del cristal de la copa que atenta espera,

siempre paciente, con su néctar de olvido

los labios de algún alma desesperada.

Y, qué más…

Texto Mario Yudicello.

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