Amazon y las sonrisas…

Llevo poco mas de un año trabajando en Amazon, la empresa que regala sonrisas a sus clientes de manera ilimitada. En el training nos dijeron claramente que en Amazon hay una obsesión por el cliente, por su satisfacción y que los pedidos hay que recogerlos sonriendo y empaquetarlos sin perder la sonrisa. Las cajas o los sobres han de sentir nuestra alegría cuando pasan por nuestras manos, y ni que decir tiene que quienes las colocan en los camiones, han de hacer los muros con las cajas sin perder tampoco la sonrisa aunque pasen diez horas dentro de los containers, haga frio o calor.
Los clientes y las sonrisas, son todo uno.
En ningún training nos dijeron lo que poco a poco he ido descubriendo.
Trabajar en Amazon, en su inicio, es excitante. Todo el mundo que entra, bueno no, no todo el mundo pero si mucha de la gente que comienza a trabajar en Amazon lo percibe como una oportunidad de progresar. Aparentemente, si entras como empaquetador tras un periodo de dos años puedes llegar a ser manager. Y digo aparentemente porque de cada 50 empleados que tienen esa meta, a lo mejor y con suerte solo uno llega al ultimo escalón de la cadena de mando, manager raso.
Luego estamos los empleados como yo, que estamos en Amazon cómo podríamos estar en cualquier otra empresa, que no tenemos ninguna ambición, únicamente hacer nuestro trabajo y seguir con nuestra vida en el exterior de la compañía.
Todavía recuerdo mi primera semana. El trabajo me resultaba pesado y los días de diez horas por jornada se me hacían eternos. Eso si, en los descansos alucinaba. Todo tipo de entretenimiento ofrecido por recursos humanos. Concursos, retos, regalos… todo un agasajo a los empleados como no había visto nunca en ninguna empresa.
Pasado el tiempo ahora lo comprendo todo.
Amazon ocupa por completo la vida de sus empleados. La coloniza.
En el tiempo de trabajo, durante la permanencia en sus instalaciones la omnipresencia de la marca y el constante contacto con los empleados con responsabilidad, los managers, hace que los empleados rasos vivan completamente hipnotizados creyendo formar parte de un equipo donde las clases no existen, donde todos somos lo mismo, y remamos en la misma dirección. El ambiente puede llegar a ser tan fluido que las bromas, la música y el buen rollo te puede hacer llegar a sentir que el trabajo es tu lugar de ocio. O eso parecen pensar muchos de sus empleados.
Cuarenta horas en ese ambiente hace a la gente no darse cuenta de la realidad que toda esa sonrisa cubre.
Es cuando dices no y decides no seguir un juego que te parece absurdo es cuando comienzas a descubrir la realidad de trabajar en Amazon. Los castigos reiterados siendo el único empleado trabajando en la planta mientras tus compañeros disfrutan de tiempo libre en la cafetería, o las presiones por parte de los managers para que asumas trabajos para los que no has recibido entrenamiento, o suspensiones de empleo y sueldo por defender tus derechos reconocidos por ley.
Y entonces decides que hasta aquí, que vas a montar un sindicato. Ingenuo de ti loco. Un sindicato en Amazon en Norteamérica. ¡Loco! Tu pensando en conquistar derechos y mejoras para todos los trabajadores y desde que te embarcas en esa aventura comienzas a descubrir que Amazon en Quebec no aplica la ley en sus instalaciones, y que lo que debería de ser una pelea por mejores salarios, por un mejor seguro, por horarios mas racionales, por rotaciones voluntarias, al final esta siendo una pelea para que Amazon cumpla la ley. Lo absurdo de lo absurdo.
La cafetería es la zona donde los trabajadores esperan comenzar su turno, donde toman sus descansos en cada jornada de 10 horas, dos de 30 minutos cada uno. Uno pagado por la empresa y otro no. Pero la cafetería es también el lugar donde esperan en los fríos inviernos los trabajadores, alrededor de cuarenta y cinco minutos o una hora, a que los servicios públicos de transporte pasen a recogerlos ante la falta de medios facilitados por la empresa que les permitan acelerar su llegada a casa.
La cafetería también acoge el entretenimiento preparado por la empresa para sus empleados para los descansos. Celebraciones tan dispares y tan sin sentido como el 5 de Mayo, celebración mexicana en un almacén donde no hay un solo mexicano, el día de la madre, el día de la Nutella, o el día de Haití.
También tenemos días en los que la salud mental toma un especial protagonismo. Como si fuera una broma macabra, solamente en el mes de Mayo la empresa le dedica a este tema nada mas y nada menos que siete días.
El calendario, a todo color viste uno de los grandes paneles que Amazon destina en la cafetería a su propaganda. Los benefits, ayudas o privilegios por trabajar en Amazon, cubren la mitad de una pared, y el entretenimiento y la propaganda, la otra mitad.
La pared de enfrente es un gran ventanal frente al que se posa en la parte inferior de la cristalera una hilera de mesas unipersonales con sillas mirando hacia el exterior, que no facilitan en nada la comunicación entre los empleados.
En cada una de esas mesas, separadas por una mampara, cada persona pasa su tiempo de descanso comiendo su almuerzo, mirando sus teléfonos o leyendo un libro en el mejor de los casos.
La sala también cuentas con cuatro grandes televisores de los cuales dos están funcionando veinticuatro horas al día con noticias de Quebec y del mundo, y casualmente con anuncios de Amazon entre programa y programa. Cautivos en la cafetería los empleados se organizan en comunidades étnicas, o sus teléfonos móviles rehuyendo cualquier tipo de comunicación espontánea. Son pocos los casos de socialización entre comunidades pero los que se dan, están siendo vinculados por el interés en sindicarse.
La parte central de la cafetería normalmente esta rellena con mesas colocada de tal manera en la que en cada fila de mesas caben dos personas por fila. Ocho filas acogen generalmente a las comunidades hindú y árabe que socializan en torno a la comida o bromas, y siempre gastan buen humor pese a lo pesado del trabajo.
Sueño con que esta cafetería algún día acoja una actividad programada por un sindicato que aún esta en proceso, pero que poco a poco y pese a las presiones de la empresa, va sumando voluntades de construir un muro para protegerse de las arbitrariedades de un sistema cruel, inhumano e irracional, que pone los indices de producción por encima de las capacidades humanas. Y eso que la planta en la qué trabajo es una planta robotizada, Amazon Robotics Quick Deploy YUL 2, que podría dar a entender una ligereza del trabajo.
Hoy, me notificaron la Manager Senior de RR.HH. y la manager Senior de Operaciones, que estoy bajo investigación por, de momento, tres faltas graves. Interrumpir los stand ups de propaganda de la empresa antes de comenzar a trabajar, usar lenguaje no apropiado, y hacer propaganda del sindicato. Todo muy previsible. Me imagino que es el principio de mi despido.
Las nuevas empresas del buen rollito y la esclavitud no pueden soportar la disidencia. Seguro que vendrán mas acusaciones. Veremos al final cuantas acumulo.
Los métodos de control de #Amazon sobre los trabajadores son muchos, pero tal vez uno que no había conocido antes de manera tan cercana son los medios tecnológicos.

A las cámaras de vigilancia, ya instauradas en todo el mundo y en todas las áreas por el bien de nuestras seguridad, Amazon utiliza monitores en sus estaciones de trabajo. Hay tres puestos que destacan por las condiciones que ofrece de control a la empresa:, reponedores, tomadores de pedidos, y empaquetadores.

Estos tres puestos de trabajo favorecen el control de la empresa a través de monitores conectados al intranet de Amazon. Monitores que dan ordenes, consejos, trasmiten información directamente al empleado con el objetivo de despertar emociones, de generar miedo o de generar alivio. Estos monitores recogen todo tipo de información del empleado, así cómo administran los micro descansos de treinta segundos cada hora o cada dos horas.
Entre la información que administran está:
Las horas que el empleado está en ese puesto.
La producción por hora del empleado
La producción diaria
El tiempo de trabajo activo que no se ha usado para ese fin (visitas al baño incluidas, reposición de productos para embalaje, etc.).
El numero de errores cometidos.
Y seguramente un sin fin de datos que no son conocidos por los empleados.
A través de las medidas de control digital, la empresa puede sancionar si así lo considera a los empleados, estando estos ajenos a los datos que la empresa recoge.
Es así hasta el punto que habiendo una regulación para todos los empleados, los managers han quedado exentos de determinadas normas que si se han aplicado al resto, así como de las sanciones derivadas de esos incumplimientos que si han tenido otros trabajadores.
Dicho esto, con los datos que cada empleado deja en el universo digital de Amazon, los managers ubican a los empleados en las estaciones que ellos consideran buscando una máxima productividad, o un castigo encubierto.
Una duda legitima es si con los datos que los empleados entregamos de manera obligada a la empresa, Amazon puede sacar información sobre nuestras capacidades físicas, cognitivas, y emocionales que le permitan usar a los empleados hasta llevarlos al extremo de sus posibilidades.
Por ejemplo, en el almacén en el que yo trabajo hemos visito desde intentos de suicidio hasta desmayos, pasando por crisis habituales de ansiedad, por ataques de pánico manifestados a través de ríos de lagrimas, por humillaciones por bajo rendimiento, etc.
En este conglomerado de control los managers parecieran que tienen la obligación de aparecer ante los empleados como sus aliados y amigos, obviando cualquier atención a su situación de poder dentro de la empresa, y utilizan a los supervisores (P.A.) como los transmisores de las noticias que pudieran generar frustración o ansiedad, quedando los managers libres aparentemente de cualquier responsabilidad.
Y así Amazon poco a poco va colonizando a sus empleados. Unos empleados que en época de pandemia fueron considerados esenciales, y que una vez pasada han pasado a ser considerados recursos desechables.
Les roba su tiempo infrapagando un trabajo reconocido durante tiempos de pandemia como esencial.
Les controla emocionalmente creando una ilusión de compañerismo que obvia la diferente situación en la empresa de un manager que la de un empleado que no habla ninguna de las lenguas usadas en el país donde su ubican.
Les entretiene en sus ratos de descanso para evitar que la comunicación entre los empleados pueda desembocar en descontento, usando juegos o llenando el calendario mensual de actividades sin sentido.
Les amenaza si los empleados intentan organizarse para conseguir mejores derechos, o al menos para dejar de sufrir humillaciones y arbitrariedades por parte de la empresa.
El universo Amazon es infinito. Se podría decir que una persona podría desarrollar toda su vida y tener todas sus necesidades cubiertas trabajando en Amazon. Es una empresa-estado, como Apple, Google o Meta. Empresas que por el nivel de prestaciones que ofrecen a sus empleados, a los cualificados principalmente, y por el capital que generan a su alrededor, resultan más efectivas y poderosas que la mayoría de países del planeta.
¿Qué hacen tan poderosas a estas empresas? Podríamos divagar durante horas sobre sus influencias, la tecnología, las inversiones, su capacidad de gestión del metadata, etc. pero yo creo que la respuesta es mucho mas sencilla que todo lo anterior, aunque ello también cumple un rol importante en el éxito empresarial de estas compañías.
Si se analiza Amazon desde el interior, desde el punto de vista de sus empleados, podríamos acordar que hay una amplia diversidad cultural, sexual y racial. Una sociedad del siglo XXI con toda su complejidad se da cita en el motor productivo de Amazon, en sus almacenes.
El reflejo de la sociedad mas diversa y culturalmente avanzada en su plantilla, sobre todo en los puestos de responsabilidad, da una idea de hasta que punto estas empresas han sido capaz de modelar una hegemonía cultural dentro de sus instalaciones, permitiéndoles colonizar a sus trabajadores con absoluta facilidad.
Managers con estudios en las mejores universidades del mundo como McGill, Harvard, Standford, Cambridge, etc. que comenzaron trabajando en cargos auxiliares y poco a poco han ido creciendo dentro de la empresa asumiendo liderazgos de mayor responsabilidad. Personas altamente cualificadas con formaciones tan dispares como Ciencias Políticas, Graduados en Electro Mecánica, Doctores en Psicología o Maestros en Mecánica Industrial se encuentran en un universo de datos en tiempo real que han de gestionar en cada turno.
Las ambiciones personales trabajando en red en un equipo global que sigue directrices transnacionales, alimentando un campo de sueños e ilusiones en sus empleados, y generando un placer consumista a la sociedad en su conjunto. El orgasmo de gestionar vs el orgasmo de comprar.
Y se ve y se siente el desprecio absoluto de alguno de estos managers por los trabajadores manuales, a los que no muestran respeto vistiendo de profesionalidad una arrogancia desmedida.
Frente a ellos, nosotros. Empleados con baja cualificación académica. Trabajadores manuales con bajos salarios y ajenos al universo de posibilidades de Amazon. Somos esos becarios siempre con la zanahoria de un posible futuro mejor en un horizonte tan lejano que no llegamos ni a olerla. Personas en la mayoría inmigrantes venidas de todos los continentes con vidas más o menos precarias nos hacinamos frente a los microondas de la cafetería en busca de calentar nuestro almuerzo.
Hacia el interior, Amazon vende una idea de familia, de equipo y de posibilidad de enriquecimiento personal y de progreso profesional. Una idea de éxito y abundancia dentro de una gran familia. Hacia el exterior Amazon comercia y se ofrece para qué otros comercien en su plataforma. La idea éxito/consumo ha encontrado la cumbre en Amazon y no es mas que la manifestación de una sociedad individualista, donde la élite se encuentra y se aprovecha de su ventaja frente a la sociedad sumergida o precaria.
Amazon es un éxito porque hasta los mas precarios de sus empleados quieren ser como sus managers. Hay una aspiración general a formar parte de esa imagen de triunfadores. Igual que en la sociedad todo el mundo quiere parecerse a los personajes que aparecen en la TV. Aún sabiendo que son meros actores, quieren formar parte de ese imaginario que alimentan los espacios audiovisuales. Se creen las ilusiones aunque sean falsas comedias representadas por los mas mediocres actores.
Amazon es un éxito porque ha sido capaz de hacer creer a los empleados no cualificados que son importantes para el proyecto, y que la empresa les cuida aunque les abuse, aunque les haga trabajar estando de baja médica, aunque les envíe a casa sin salario, aunque les sanciones de manera arbitraria, aunque no les facilite las promociones, aunque les maltrate.
Amazon es un éxito por lo mismo que lo es la sociedad en la que vivimos para los mas poderosos, porque nos han colonizado y nos han marcado una agenda como ciudadanos que al final no hemos sido capaces de elegir, porque incluso hemos renunciado a dotarnos de la capacidad de poder elegir sometidos a una presión social insoportable.
El éxito de Amazon en definitiva es la constatación del fracaso de la humanidad como civilización. Es la renuncia a los cuidados, a la solidaridad, al orden. Es la puerta que se abre para la desaparición de unas clases medias de pequeños comerciantes, y para un nuevo formato de trabajadores sumisos y desprotegidos, que quedan al albor de las necesidades y deseos de la empresa y de los managers de turno que ocupan todo el poder sobre los operarios ante la falta de medios de control, ni por parte de los trabajadores ni por parte de los gobiernos que rehúyen toda responsabilidad de fiscalizar a estas empresas.
M.E.T
Trabajador de Amazon …

2 comentarios

  1. Hola Manuel ET.Gracias por tú información desde una de las cuevas de la esclavitud del siglo XXI. Como muy bien nos dices en tú magnífico y valiente articulo «el éxito de Amazon en definitiva es la constatación del fracaso de la humanidad como civilización».
    Para ti en especial y para todo aquel que quiera saber más de como funciona el fascismo universal ,de siempre, en este convulso siglo,recomiendo la lectura de DISRUPCIÓN mi desventura en la burbuja de las «startups» de Dan Lyons. Salut

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