Banquero con calle. Al héroe, el olvido.

«Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.»

Bertolt Brecht

Han llegado dos noticias casi a la vez que nos muestran a las claras la clase de sociedad que tenemos. O padecemos.

La primera se publica en diario nacional, trata de que    la corporación que rige en  Rionansa, formada por PP y un tránsfuga del PRC han votado en contra de la petición de la oposición  de poner una placa conmemorativa a Donato de Cos, nacido en el pueblo de Celis, pedanía de la citada Rionansa.

https://www.eldiario.es/cantabria/pp-niega-poner-placa-donato-cos-asesinado-nazis-campo-concentracion-republicano_1_12098748.html

Les intentaré contar quién fue Donato de Cos, personaje legendario, que bien podría protagonizar una novela de Jack London sin despeinarse. Imaginen a un hombre nacido a finales del siglo XIX, hijo del molinero, en un pueblo perdido de la comarca del Nansa, en Cantabria.  Los sueños y afán de aventura le sobraban al joven/niño de Cos, por lo que se echa a andar llegando hasta Cabezón de la Sal, donde trabajando, con solo doce años, consigue el suficiente dinero para recalar en Santander embarcando en el mercante Colón. Recorre mares que ni sabe nombrar, llegando a Japón donde reside un tiempo. Años después referiría la experiencia a nuestra querida Matilde Zapata, que le escucha entre el asombro y la expectación. Sigue navegando hasta recalar una temporada en Nueva York. Donato, mientras tanto, lee, se forma, escucha y sobre todo observa las cosas que pasan en el mundo tomando conciencia de clase, entendiendo que hay que luchar para mejorar un mundo desordenado donde pocos tienen mucho y muchos no tienen nada. Pasa el tiempo y le llegan noticias al marinero de que en su país se abren las esperanzas con un nuevo sistema democrático donde es posible que los sueños se cumplan. Regresa, forma familia en su pueblo sindicándose en UGT y ve la vida con cierta tranquilidad.

Durante los sucesos del 34, Donato tiene hijos y su vida está bien encauzada, incluso se diría que va desahogada para los tiempos. No obstante cobija en su pajar a los huidos de las bombas y las torturas que caen sobre los revolucionarios asturianos, porque en la casa de Donato siempre se auxilia al que lo necesita. Poco después las cosas  se ponen difíciles augurándose nubarrones de milicos revoltosos;  se vota al Frente Popular y durante unos meses es elegido teniente de alcalde de su pueblo. Al estallar la guerra, Donato sabe cuál es su lugar. Luchar por la democracia y por la libertad. Poco antes de que el Frente Norte se desmorone intenta poner a salvo a su familia, pero María,  compañera y madre de sus hijos se niega a dejar la casa, la tierra, la patria que conoce. Donato en vez de quedarse en el exilio torna a entrar por Barcelona para seguir luchando. Mientras, la familia es humillada, golpeada y esquilmada por los nuevos amos. Él sigue luchando por sus ideales. Al  llegar la derrota total, cruza la frontera hacia Francia que recibe al exilio español en los campos  de Argelés sur Mer.

Vuelta de tuerca, Donato sabe que el fascismo que asoló su país ha llegado a Francia siendo  reclutado para abrir trincheras en la línea Maginot, donde es apresado por los nazis y confinado en Matähusen. Donato es cojo, y sus fuerzas están al límite por lo que se le traslada al centro de exterminio cuyo nombre hiela la sangre, Gusen. Allí, aunque es un espectro de lo que fue y está sin reservas, la rebeldía de hombre libre le impulsa a organizar una queja de presos. Es asesinado a golpes, que es como mataban los nazis a los revoltosos. Para dar ejemplo.

El gobierno francés, años después, reconoce la lucha de este hombre nacido en la montaña cántabra y concede a la familia una prestación económica   como integrante del ejercito francés que lideró De Gaulle.

A este hombre es a quien la corporación del PP, cuyo alcalde es José Miguel Gómez,  niega el pequeño recuerdo insertando una placa en algún lugar de su aldea. Me gustaría preguntar a la señora Ayuso -cuyas farisaicas lágrimas fotografió la prensa en su visita a Auschwitz- y a todo el partido,  si en los campos de concentración solo se  llora por las víctimas judías y no por los españoles, más de 7000, que fueron asesinados en esos mismos campos.

Según la costumbre conocida del PP hay diversas clases de víctimas, las llorables y  las que “se tenían que morir igual” Imaginamos que para la imaginería pepera, Donato de Cos, es de los últimos.

La segunda noticia que con alharacas publicaba la prensa cántabra era que se iba a dedicar una de las plazas principales de la ciudad de Santander a don Emilio Botín.

https://eldiariocantabria.publico.es/articulo/santander/emilio-botin-tendra-plaza-nombre-centro-santander/20250303194144172153.html

La biografía de este señor es de sobra conocida,  por si alguien olvidó, les refresco. Hijo rico de banquero –don Marcelino–  padre de banquera –doña Ana Patricia– tío, sobrino, abuelo, primo y demás pariente de la saga de  banqueros  dueños del Banco de Santander, que como bien saben ustedes son gente de poder y usura. Dedican la vida a especular con dinero, invertir en empresas que, ora producen bombas para los sionistas, ora expolian la Amazonia, o desahucian sin mucho escrúpulo. Don Emilio, ha jugado al golf, ha viajado en avión propio, ha vivido en mansiones lujosas y ha dedicado unas migajas de sus ganancias a obra social como forma de descontar impuestos, que ya saben ustedes que los ricos jamás dan puntada sin hilo.

Al bueno de don Emilio, la corporación santanderina (por si dudan, en manos del PP con mayoría absoluta) concede   nombre en plaza principal de la ciudad. A don Donato, olvido y penuria, que para eso es plebe y luchó en dos guerras por la libertad.

Que estas dos historias se hayan producido con solo veinticuatro horas de diferencia nos explica mejor que cien tratados sociológicos qué clase de sociedad tenemos y que relato forjamos para construir el futuro. Al banquero honores. Al hombre de pueblo emprendedor y aventurero  que luchó en dos guerras por la libertad, olvido.

Que putamente triste y que real se nos cuenta la historia en un solo día.

María Toca Cañedo©

http://Homenaje a Jesús de Cos Borbolla https://www.lapajareramagazine.com/homenaje-a-jesus-de-cos-borbolla via @LaPajareraMgzn

Sobre Maria Toca 1728 artículos
Escritora. Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz. Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina Coordinadora de #LaPajarera. Articulista. Poeta

2 comentarios

  1. El mundo está en sus manos María, ellos inoculan el relato que les da la gana. Solo tienes que ver la de años que lleva la «novelica» de marras generando adeptos a una fe, cuasi innata en el ser humano, porque eso de morir y hasta aquí el cuento no le mola a la mayoría.
    Así que nos toca desde pequeños lugares, como el tuyo y como el humilde alcance que cada uno de nosotros podemos alcanzar, intentar hacerles llegar la verdad de las cosas tal y como sucedieron, para con ese conocimiento sembrar las semillas de futuras personas concienciadas con defender los derechos humanos, la igualdad y la democracia que, con sus imperfecciones, es el sistema menos malo conocido.
    Un abrazo María y gracias por darnos a conocer historias de vida tan nobles y valientes, gracias a las cuales alcanzamos muchos de los derechos que hemos disfrutado hasta hoy. Mañana no sabemos.

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