
Conocí la fascinante historia de esta mujer y de su hermana Maruchi, por las biografías escritas por Inmaculada de la Fuente, La roja y la falangista, que les recomiendo porque conocerán no solo la historia de ambas mujeres sino las contrapuestas ideas y formas de entender la política y hasta la forma de vivir que han dividido a nuestro país hasta hoy.
Constancia de la Mora, nace en Madrid el veintiocho de enero de 1906, su hermana, Maruchi, un año después. Los padres de ambas, son, Germán de la Mora, diputado y hombre de fortuna y Constancia Maura Gamazo, hija del político Antonio Maura, por tanto los primeros años de las hermanas de la Mora se desarrollan dentro una familia de la alta sociedad. Son atendida por señoritas de compañía que cumplen sus deseos. Constancia, es enviada poco después a un internado en Cambridge donde se entusiasma con la independencia que le produce no estar cerca de la familia, además de gustarle el brumoso clima inglés. Al acabar el primer ciclo de estudios, Constancia, que para entonces debido a su perfecto inglés, ha adoptado el nombre de Connie, pide a los padres que aplacen su regreso a Madrid. Quiere seguir estudiando a la vez que buscar un trabajo en una tienda de ropa para seguir siendo independiente. Constancia quiere trabajar y ganarse la vida como ha visto que ocurre en la sociedad inglesa con alguna de las mujeres que han comenzado la liberación de los lazos patriarcales. La idea de que una mujer de su clase social trabaje, es descabellada para una familia aristocrática como la suya y la obligan a volver.
En Madrid, comienza un noviazgo que la conducirá a una boda tradicional con todas las connotaciones que supone un enlace de estas característica. La boda se celebra en los Jerónimos y con invitados de postín. El novio, marido luego, es nada menos que Manuel Bolín, hermano de patrocinador de Franco, Juan Bolín que fue el que años después conseguiría el Dragón Rapide, avión en el que el general pasa de las Canarias a la península para consumar el golpe de estado. Poco después de comenzada la guerra, Juan Bolín es enviado a Italia con el fin de consensuar con Mussolini la colaboración del ejercito fascista italiano con las tropas golpistas. También fue periodista de ABC y un siniestro propagandista de las ideas fascistas, además de un tipo enrevesado, consigue que Koestler entreviste a Queipo de Llano, y poco después encarcela al periodista formando un lio internacional en el que incluso Willian Randolf Hearts, partidario de Franco, manifiesta su disgusto por la detención. En cambio, Manuel, el marido de Constancia no muestra interés por la política ni por nada que suponga esfuerzo. Se dedica, como un buen ejemplo de la alta sociedad de su tiempo, a vegetar y disfrutar de la inactividad. El matrimonio al poco tiempo, tiene una hija.
Constancia de la Mora se ahoga dentro de esa unión, viviendo en la sociedad encorsetada que solo permite a las mujeres vegetar sin hacer gran cosa manteniéndose sumisa de cara al exterior aunque con prebendas en el interior. No soporta la abulia que la produce la forma de vida burguesa e inactiva abandonando al marido, tornando a Madrid con su hija, desde Málaga donde residía con Manuel. En la capital, Constancia no regresa al hogar familiar, sino que alquila un apartamento para vivir sola con la pequeña. Corría para entonces el año 1931, Constancia toma conciencia que ella comienza una nueva vida a la vez que España una nueva y venturosa etapa.
Consigue trabajo como colaboradora en las tiendas de objetos de arte que tiene en Madrid, Zenobia Camprubí, con la que hace gran amistad así como con su marido Juan Ramón Jiménez. Quizá fueron las lecturas, el ansia de libertad de Constancia, los aires nuevos que soplan en el país, o el contacto con la pareja Camprubí Jiménez por lo que Constancia se aleja cada vez más del ideario familiar, tomando conciencia de los problemas sociales que, precisamente, su clase social ha producido en España.
La relación con la pareja Jiménez Camprubí es útil para conocer a gente interesante, haciéndose muy amiga de Jay Allen, a la vez que se relaciona con Alberti, Teresa León, y un variado plantel de intelectuales madrileños. Pronto conoce al que sería gran amor de su vida, el atractivo aviador, Ignacio Hidalgo de Cisneros que, como ella, pertenece a una familia distinguida pero con la misma disensión política que comienza a tener Constancia.
Declarada la ley de divorcio republicana, Constancia e Ignacio son los primeros en recurrir a ella, con el fin de contraer matrimonio civil. Para ambas familias el escándalo ocasionado por la boda es mayúsculo, ya que se hizo testimonio de la ceremonia como forma de asentar la nueva ley republicana. Fueron apadrinados por Juan Ramón y Zenobia por lo que su matrimonio se convirtió en todo un símbolo para el nuevo estado.
La aviación está en mantillas y el prestigio de Hidalgo de Cisneros es grande, por lo que es enviado como agregado de aviación a la embajada de Roma y luego de Berlín, Constancia le acompaña en sus destinos, lo que les permite observar la ascensión de los regímenes dictatoriales barbaros en ambos países. En 1935 regresan a España…Queda poco para que el país se quiebre bajo el golpe de estado que se produce un año después. Hidalgo de Cisneros es amigo de Indalecio Prieto -luego se distanciarán al hacerse Hidalgo comunista- tomando el mando de la aviación republicana en la incipiente gurra, ya que la pareja se decanta sin duda por el bando democrático.
Ante la posibilidad de la conquista de Madrid, Constancia es evacuada a Alicante donde al momento organiza orfanatos dando asilo a los huérfanos de la guerra, desarrollando una labor ingente de ayuda y organización. La dinámica de la guerra hace que la pareja decanten su ideología acercándose al comunismo lo que les lleva a confrontar con el antes amigo, Indalecio Prieto.
Mientras, en el otro bando, la hermana de Constancia, Maruchi, se decanta por el extremo opuesto ya que forma parte del círculo íntimo de José Antonio Primo de Rivera, del que es íntima amiga. Pronto pasa a militar en Falange siendo fundadora, junto con Pilar Primo de Rivera, Mercedes Sanz Bachiller, la Sección Femenina. Dirige y coordina la revista Y de marcado acento falangista que dedica sus páginas a la educación de la nueva mujer, al estilo de la Alemania nazi, «Kinder, Küche, Kirche (niños, cocina e iglesia)». Poco tiempo después viviría una relación platónica pero incendiaria con Dionisio Ridruejo, que le dedicó apasionados poemas y cartas amorosas enviadas desde Rusia, ya que se había enrolado en la División Azul. Maruchi de la Mora, estaba casada y tenía hijos, pero ellos hacían las normas para los demás, no para ellos.
La vida de ambas hermanas no podía ser más distante. Desde tiempo atrás habían roto relaciones y jamás volvieron a tener contacto. Una sima ideológica las distanciaba.
Hidalgo de Cisneros, siendo jefe de la aviación republicana, tiene a su servicio más de quinientos aviones, superioridad que pronto disminuye debido a la aportación hitleriana de la Legión Cóndor. La hija de Constancia es enviada a Rusia ante el peligro que se cernía en España, visitando el matrimonio en dos ocasiones la URSS, con el fin de solicitar más ayuda por parte de Stalin que se muestra remiso a ayudar a la República española.
La labor de Constancia en ese tiempo es feroz. Sigue organizando en Madrid orfanatos y refugios seguros para los niños que han quedado solos, bien porque las familias han muerto o desaparecieron. Conforme la guerra va tomando cariz de derrota, vuelven a ser trasladados a Barcelona, desde donde Constancia se encamina al exilio francés. Hidalgo la acompaña para pasar la frontera, pero regresa a una España derrotada en un intento desesperado de defender la capital de España.
Constancia, mientras tanto, viaja a EEUU con el propósito de lanzar los últimos gritos de auxilio en un intento desesperado de sensibilizar a la opinión pública americana de la necesidad de salvar a la democracia en España. Es recibida con calor por Eleaonor Roosvelt, que siempre ha mostrado gran apoyo a la democracia española, también la acompañan Marta Gelhom,https://www.lapajareramagazine.com/marta-gellhorm y Hemingway. Es en Nueva York, donde escribe a petición de sus amigos, como forma de informar de los sucesos españoles, su autobiografía redactada en inglés “Doble esplendor”
La guerra termina con la derrota republicana. El matrimonio separados por la distancia y los avatares de la derrota, se distancia. Es posible que tuviera algo que ver que Hidalgo de Cisneros, glorificado por los escritos de Hemingway y otros periodistas, se ha convertido en un héroe legendario desperdigando su interés en otras mujeres. Constancia sigue en Nueva York durante un tiempo trasladándose, posteriormente a México para vivir un exilio que no durará mucho. Vive feliz en el país azteca pues adora su cultura, además, la hija, que ha pasado la Segunda Guerra Mundial en Rusia, se reúne con ella. Durante un viaje en coche por Guatemala sufre un accidente mortal la batalladora y aguerrida Constancia de la Mora, muriendo el veinte de enero de 1950.
Su hermana Maruchi de la Mora, siguió trabajando de periodista, encargada de revistas femeninas como Semana, viviendo hasta los noventa y cuatro años. El cineasta Jaime Chavarri es uno de sus hijos. La actriz Carmen Maura también pertenece la variopinta familia de los Maura.
Pocas historias simbolizan a las dos Españas como la de estas hermanas, que con solo un año de diferencia entre ellas y criadas en el mismo ambiente, sus caminos bifurcaron de forma tajante quedándose, como los/as españolas, separadas para siempre.
María Toca Cañedo©
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