CONVERSACIONES CON EL ESPAÑOL MEDIO

En las redes sociales hay un discurso “antiprogre” tan simple y tan ampliamente extendido, que podemos reducir sus inconsistentes argumentos a una serie de frases de fácil réplica. Esta legión no hace más que seguir la estrategia de la derecha política y mediática, ese “el que pueda hacer, que haga” que ordenó el patriarca hace unos meses y que, desde entonces, obedece la Brunete mediática y judicial con todo el rebaño detrás.
Aquí va un repaso de sus grandes hits:
“𝐄𝐧 𝐄𝐬𝐩𝐚𝐧̃𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐝𝐢𝐜𝐭𝐚𝐝𝐮𝐫𝐚 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐚𝐥𝐜𝐨𝐦𝐮𝐧𝐢𝐬𝐭𝐚”
Los que lo dicen, luego nunca saben explicar por qué…, pero el argumento parece tener que ver con que se ha subido de una manera significativa el salario mínimo interprofesional, se ha creado un ingreso mínimo vital y… se implantó temporalmente un pírrico impuesto a los insultantes beneficios de las eléctricas (que fueron levantadas con el esfuerzo de todos y se vendieron a la élite de siempre) y a la banca (que ya fue rescatada a cuenta del trabajo de varias generaciones futuras sin devolver ni un céntimo). Es un socialcomunismo tan raro que, en lugar de socializar la producción, se ha dedicado a socializar las pérdidas de las empresas (los ERTE, las aerolíneas…) y propiedades (avalando con dinero público los impagos a grandes tenedores en lugar de intervenir los precios de la vivienda) y se arrodilla ante las aseguradoras privadas para subirles más del 40% las tarifas.
El que aún exista una sanidad pública (herida de muerte y sin nadie que la defienda) también es parte de este discurso, porque evita que los buitres se lancen a carroñear con la salud de las personas. ¿Esto nos convierte en una “dictadura socialcomunista”? ¿En serio? Muy extraña esa dictadura socialcomunista si es adonde eligen venir decenas de miles de venezolanos ricos huyendo del comunismo, o donde pueden campar a sus anchas miles de ultraderechistas cada noche en Ferraz, o acosando a un vicepresidente para que se vaya del país, o donde una organización paramilitar como Desokupa amenaza día sí y noche también con ejercer la violencia contra población vulnerable o todo tipo de personas a las que consideren de izquierdas, o donde la oposición llama día sí y noche también a tumbar el gobierno por todos los medios necesarios con la ayuda del poder judicial y mediático. Todos ellos, en definitiva, ven a una izquierda que ni siquiera existe.
“𝐄𝐬𝐩𝐚𝐧̃𝐚 𝐞𝐬 𝐮𝐧𝐚 𝐝𝐞𝐦𝐨𝐜𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚 𝐩𝐥𝐞𝐧𝐚”
Suena demasiado bonito para ser real en un país donde el lawfare, desde el poder judicial a las cloacas policiales del Estado consiguen mantener la chusma a raya; donde aún hay más de 100.000 represaliados del franquismo en fosas comunes y sin exhumar ni identificar; donde encontramos monumentos de exaltación al franquismo en iglesias, calles y plazas por todo el Estado, y una derecha y ultraderecha que bromean con el fascismo o te dicen que es el lado bueno de la historia o directamente defienden a la dictadura; donde contamos más de 1200 mujeres asesinadas mientras los jueces siguen viendo “jolgorio y regocijo” en violaciones grupales; donde hay jefes policiales de unidades antidroga colaborando con el narco y guardando millones de euros en casa y guardias civiles implicados en tramas de narcotráfico o de trata; donde se permite que los ultrarricos evadan más de 140.000 millones de euros cada año llevándoselos a paraísos fiscales; donde los que recogen la fruta que comemos son miles y miles de ilegales malviviendo en asentamientos y sin derechos; donde escuadristas paramilitares de extrema derecha firman convenios con policías y militares para formarlos; donde sigue vigente una Ley Mordaza que prohíbe derechos básicos de opinión y criminaliza la protesta; donde los gobernantes autonómicos reniegan de la Constitución y dicen que la vivienda no es ningún derecho sino un bien de mercado, y que ningún interés general puede anteponerse a los intereses de BlackRock y demás fondos buitre; que están por encima de la Carta Magna para okupar los barrios de nuestras ciudades y la agricultura de nuestros campos; donde tenemos también por encima de la ley una institución como la monarquía, infectada de corrupción y escándalos hasta en la vida de lujo de sus ultraderechistas nietos; donde sigue siendo denominado “cultura” la caza o el arte de torturar animales hasta matarlos… En todo caso, es la democracia de Schrödinger, que es a la vez democracia plena y dictadura socialcomunista.
“𝐄𝐬 𝐮𝐧 𝐠𝐨𝐛𝐢𝐞𝐫𝐧𝐨 𝐢𝐥𝐞𝐠𝐢́𝐭𝐢𝐦𝐨 𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐒𝐚́𝐧𝐜𝐡𝐞𝐳 𝐧𝐨 𝐠𝐚𝐧𝐨́ 𝐥𝐚𝐬 𝐞𝐥𝐞𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐲 𝐩𝐚𝐜𝐭𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐞 𝐫𝐨𝐦𝐩𝐞𝐫 𝐄𝐬𝐩𝐚𝐧̃𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐭𝐚𝐥 𝐝𝐞 𝐦𝐚𝐧𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫𝐬𝐞 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐩𝐨𝐝𝐞𝐫”
Esto comenzaron a decirlo en 2020, y, aunque les expliques que en España no hay un sistema presidencialista, sino parlamentario, y es el parlamento el que decide la conformación de los gobiernos, ellos siguen con su canción. ¿Pactar con fuerzas nacionalistas? Sí, es una seña de identidad del régimen del 78, y quien gobierna, salvo excepciones, lleva pactando con las fuerzas nacionalistas durante el medio siglo de bipartidismo que llevamos. Otra cosa es que cuando Pujol pactaba acuerdos con Aznar no se hablara de ello de la misma manera. Sobre romper España… en más de 7 años de gobierno de Sánchez, podemos afirmar que no ha estado más rota España que en 2017, cuando Catalunya declaró su independencia mientras estaba intervenida la Comunidad por el artículo 155. Y eso fue bajo el gobierno de Rajoy, que lanzaba a España contra Catalunya con las FSE jaleadas al grito de “¡A por ellos!”, y cuando había manifestaciones y cadenas humanas de dos millones de catalanes clamando por la autodeterminación. Hoy el PSC gobierna Catalunya. Es decir, a la vista está que, quien más rompe España, sin ninguna duda, es el PP y Vox (esa fábrica de independentistas).
“𝐋𝐚 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐨𝐧𝐬𝐚𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝟕.𝟐𝟗𝟏 𝐚𝐧𝐜𝐢𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐮𝐫𝐢𝐞𝐫𝐨𝐧 𝐝𝐞 𝐟𝐨𝐫𝐦𝐚 𝐢𝐧𝐝𝐢𝐠𝐧𝐚 𝐞𝐧 𝐌𝐚𝐝𝐫𝐢𝐝 𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐏𝐚𝐛𝐥𝐨 𝐈𝐠𝐥𝐞𝐬𝐢𝐚𝐬”
Cinco años después de aquello, es otra de las mentiras de las que no se bajan (como el 11-M, el Prestige, la DANA y todo lo que implica un desastre de gestión popular). Te enseñan el BOE y todo, para decir que Iglesias asumió el mando único. Sí. Asumió el mando único, y ordenó a las CCAA medicalizar las residencias. Ayuso, en Madrid, respondió con su chulería habitual. Nanai. Iglesias ofreció a la UME para que las CCAA pudieran medicalizarlas, y, de nuevo, Ayuso, respondió que “el ejército está para otras cosas”. Total: con su desacato habitual, Ayuso no medicalizó las residencias. Eso sí, cerró 41 centros de atención primaria y firmó unos protocolos que prohibían derivar a hospitales a residentes (ojo, los que tenían contratado un seguro médico privado con la “familia”, sí serían derivados). ¿Está ahí la firma de Pablo Iglesias? NO. De hecho, no fue un protocolo, sino varios. Y, desde el primer documento, se fueron aplicando como una orden. La falta de humanidad es flagrante: firman una sentencia de muerte para miles de personas y luego dicen que lo ha ordenado el mando único (y los medios del régimen repiten esta mentira o se callan, como cuando Ayuso salió a callarle la boca a Susana Griso y está le pidió perdón por haber preguntado). Esta política propia de los nazis valió para que el Consejero de Sanidad de Ayuso, Alberto Reyero, dimitiera por no querer participar de esa barbarie que supondría a más de 7.000 mayores la peor de las muertes por asfixia, encerrados en soledad, muchos de ellos bajo la cama o en el armario y sin tratamientos paliativos. Además, si hubiera tenido algo que ver Iglesias con ese geronticidio, ya le habría perseguido la justicia española. En cambio, es la misma justicia la que va archivando causas para proteger a Ayuso, que pasó su covid leve durante semanas en el hotel de lujo de un empresario corrupto y luego nos mandaría vacunar a El Corte Inglés, Banco de Santander y Acciona, tras haber desangrado las arcas públicas, eso sí, aprovechando otra orden que dictó el mando único: intervenir la sanidad privada para poner sus recursos en manos de la gestión pública. Como en el Estado español es la Comunidad Autónoma quien gestionaba la orden, en Madrid decidieron pagar 3.000 euros por noche en UCI de la privada a cuenta del dinero de todos. Aunque estaba en contra, aprovechó el Estado de alarma para lo que le convino (más de 5.000 contratos a dedo incluso muchos meses después de terminado el decreto por procedimiento de emergencia, incluso para desviar miles de euros a agitadores ultra por hacer fotos de la pandemia) pero cuando se destapó su política geronticida, maniobró para cargarle la culpa a otro. Eso sí, en la Asamblea de Madrid dijo su frase lapidaria: «se iban a morir igual» (lo que también es falso, ya que, de los que fueron atendidos en aseguradoras privadas, se recuperaron entre el 37 y el 72% de los residentes, según estudios que trataron los datos).
“𝐄𝐥 𝐠𝐨𝐛𝐢𝐞𝐫𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐏𝐞𝐝𝐫𝐨 𝐒𝐚́𝐧𝐜𝐡𝐞𝐳 𝐚𝐩𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐚 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐮𝐩𝐜𝐢𝐨́𝐧”
Esta es la cantinela de los últimos meses. Mientras se hacían públicos los delitos de la pareja de Ayuso (que se suman al desfalco de su hermano con las mascarillas, los contratos a dedo a la madre o los delitos del padre para no devolver un aval), su entorno acusó al fiscal general de filtrar información confidencial. Tenemos sobre la mesa unas comisiones de dos millones de euros, falsificación documental, creación de empresas pantallas para evadir impuestos de manera ilegal… y el entorno de la presidencia lanza el bulo de que Hacienda les ofreció un pacto. El fiscal general sale a desmentir esa noticia falsa, para afirmar que fue el defraudador, lógicamente, quien pide el acuerdo. Voilà! Ya tenemos el caso de corrupción: “El fiscal general ha difundido información confidencial”. El tema da para varios meses (pero ni palabra del novio y sus delitos. Ojo, con las facturas falsas el novio compró un ático de un millón de euros donde vive con la presidenta… pero nadie sabe de esto, porque toda España quedó consternada porque Iglesias y Montero se fueran a vivir a la sierra pobre de Madrid contratando una hipoteca de 400.000 euros como todo hijo de vecino).
Los meses antes fueron dedicados a la mujer de Sánchez. La muy indecente trabajaba, en lugar de estar en casa. Y le acusan de cosas como intermediar para un trato de favor a una aerolínea rescatada en la pandemia (cuando se rescató a todas) o firmar una carta tipo de recomendación a nivel personal para alguien que nunca fue ni tenida en cuenta. Nada de eso sale adelante, salvo el uso de un software de la universidad para ¿una página web? (cualquier cosa, con tal de derrocar el gobierno). En plena desesperación, el juez que está tratando de crear el caso manipula a una testigo diciéndole que otro testigo ha declarado cosas que no ha dicho, para ver si así puede incriminar algo a la mujer… y nada. Ojo, a Quirón (la empresa del novio de Ayuso) se le riega con decenas de millones de euros mientras comete delitos para lavar dinero… pero, es que un software…
Como tampoco hay nada, lo intentan con el hermano, que consiguió un trabajo… en el exclusivo Conservatorio de Badajoz. Un pelotazo a años luz de esas migajas de siete millones de euros que la Xunta gastó en contratos a dedo a la mujer de Feijóo o los millones que el entorno de Ayuso ha acumulado desde que es presidenta (aparte del alzamiento de bienes que ella misma cometió quedándose un piso de su padre para no devolver un crédito público de 400.000 euros).
Así todo: el partido denominado “organización criminal” por las autoridades judiciales, que cuenta con 900 imputados y tramas de la A a la Z que han desangrado decenas de miles de millones de euros a las cuentas pública, dice que desmentir un bulo, firmar una carta de recomendación que va a la papelera, conseguir un puesto acorde con tu profesión en el Conservatorio de Badajoz o usar un software de la universidad es “apestar a corrupción”. Sin duda, el presidente está acorralado, pero esa peste es como aquel que negaba la contaminación: “A ver, ¿dónde está, que yo la vea?”
“𝕃𝕒 𝕣𝕖𝕤𝕡𝕠𝕟𝕤𝕒𝕓𝕚𝕝𝕚𝕕𝕒𝕕 𝕕𝕖 𝕝𝕒 𝕕𝕒𝕟𝕒 𝕖𝕤 𝕕𝕖 ℙ𝕖𝕕𝕣𝕠 𝕊𝕒́𝕟𝕔𝕙𝕖𝕫”
Esta es la más reciente de la lista de éxitos. Independientemente de la nefasta gestión de Mazón (desmantelar la UME autonómica, privatizar el 112, despreciar las alertas, colocar a expertos taurinos a capear la dana, comparecer a las 13horas para anunciar que a las 18h ya termina todo para pasarse el resto de jornada con una periodista a la que baboseó días antes…) la ley española de Protección Civil establece tres niveles de alerta para gestionar las crisis. En el nivel 1, la gestión corresponde a los ayuntamientos, y coordina cuerpos policiales locales. Si una crisis es de especial gravedad (que los poderes locales no pudieran afrontar) suben el nivel de alerta para que lo gestionen otras administraciones del Estado con más recursos. El nivel 2 de alerta es el autonómico, que ya puede coordinar y movilizar efectivos de mayor envergadura y solicitar ayuda a otras administraciones y al gobierno central. La Comunitat Valenciana (que es la representación del Estado en Valencia) nunca subió el nivel de alerta, para no perder la gestión de la tragedia. Si la CAV hubiera subido el nivel de alerta a 3, para que fuera el gobierno central quien gestionara la crisis, hubiera sido directamente el gobierno central quien se ocupara de las decisiones… pero, claro, también hubiera sido el gobierno central quien se ocupara de los fondos de reconstrucción. Y eso (como se ha visto después, era la clave de todo).
¿Hubiera podido hacer más Pedro Sánchez? Sí, pero en contra de la Comunitat, ya que estos decidieron no perder la gestión. Es decir, de manera unilateral, podría haber aplicado un 155 en la Comunitat Valenciana para quitarles las competencias… pero, con el precedente de la pandemia (donde la derecha llevó al Supremo los decretos de estados de alarma y la justicia dio un severo varapalo a Sánchez por invadir competencias autonómicas) esto hubiera supuesto otra batalla judicial que, más que probablemente, habría terminado con el gobierno.
Cabe destacar que, en 1983, en Bilbao hubo una riada en la que murieron decenas de personas. El gobierno vasco, que era el conocedor sobre el terreno, como es lo lógico, gestionó la crisis y solicitó ayuda puntual al gobierno central. Nadie echó la culpa a Felipe González de aquello, porque fueron los propios vascos quienes lo gestionaron.
Por supuesto, cabe citar aquí el recurrente bulo de “Si quieren ayuda, que la pidan” que sigue siendo un éxito cuñado en los memes con la agresión fascista que recibió en Valencia. Sánchez, citando la ley comentada arriba, literalmente dijo: “Quiero reiterar a la ciudadanía lo que he trasladado al Govern (…): que el Gobierno central está listo para ayudar. Si necesita más recursos, que los pida, no hace falta priorizar unos municipios sobre otros ni jerarquizar tareas; se prioriza cuando faltan medios, y ese no es el caso. Si la Comunitat Valenciana requiere más efectivos, maquinaria, financiación o asesoramiento técnico, lo que tiene que hacer es pedirlo y se lo suministraremos, como estamos haciendo y como vamos a hacer, inmediatamente, con los 5.000 militares solicitados hace escasos minutos”. No hace falta hacer un esquema. Eso sí, la agresión al presidente (que ha quedado impune) ha valido para otra frase de éxito entre los que, en esta extraña dictadura socialcomunista, arengan a las masas a la violencia contra el presidente: Pedro Sánchez es un cobarde que no se atreve a salir a la calle por miedo a que le linchen”.
“𝐋𝐨𝐬 𝐞𝐱𝐭𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐬𝐨𝐧 𝐦𝐚𝐥𝐨𝐬”
Este es el clásico de los cuñados, y es tan contagioso que lo dice casi todo el mundo. Normalmente se suelta en un debate cuando hablamos de afrontar una crisis. La frase no deja de ser odiosa… ¿a qué extremos nos referimos? Porque, si afirmamos que está mal ser un nazi violento, machista, xenófobo… el otro extremo sería ser una persona demócrata, antibelicista, solidario e inclusivo… ¿Esto está mal también? Ojo, que en España hay quien se define como “ni fascista ni antifascista”.
Nos dicen que lo radical es algo malo. Querer erradicar el hambre en el planeta es quizá lo más radical que haya. Implica una transformación radical (aunque en realidad solo es cuestión de intención política). ¿Estamos diciendo que es mejor reducir el hambre un poquito, para que no sea muy radical, aunque sigan muriendo cientos de millones por desnutrición severa? Si defendemos la cero tolerancia con el maltrato machista… ¿es mejor ser un poquito tolerantes, ya que los extremos son malos? ¿Qué maten a las mujeres solo un poco? A veces, entre pensar por ti mismo y repetir lo que otros dicen, el peor camino es buscar quedarte en el medio.
“𝐓𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐥𝐨𝐬 𝐩𝐨𝐥𝐢́𝐭𝐢𝐜𝐨𝐬 𝐬𝐨𝐧 𝐢𝐠𝐮𝐚𝐥𝐞𝐬”
Aquí seré breve… solo tengo unas preguntas: ¿Hay algún derecho en este país que nos haya dado la derecha? Y, si un partido político tiene 900 imputados (no se encuentra nada similar en todo el planeta, con tramas de corrupción de la A a la Z) y la justicia lo ha denominado “organización criminal” con un coste de hasta 45.000 millones al erario público… ¿se puede mantener esa afirmación cuando hay partidos a los que se les acusa de escándalos como haber dejado en brazos a un bebé durante un mitin o no haber ido a tutorías durante una beca?
𝐄𝐥 𝐜𝐚𝐦𝐛𝐢𝐨 𝐜𝐥𝐢𝐦𝐚́𝐭𝐢𝐜𝐨 𝐡𝐚 𝐞𝐱𝐢𝐬𝐭𝐢𝐝𝐨 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞, “𝐋𝐚 𝐚𝐠𝐞𝐧𝐝𝐚 𝟐𝟎𝟑𝟎 𝐞𝐬 𝐮𝐧𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐟𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐞́𝐥𝐢𝐭𝐞 𝐲 𝐥𝐚 𝐎𝐌𝐒
Esto también tiene infectados todos los foros. Quien lo afirma, suele decir que es que no se cree nada (aunque luego se trague que la DANA de Valencia la generó Marruecos con un radar). Pero es un hecho que las temperaturas están aumentando en todo el planeta a niveles desconocidos en los últimos cien años, modificando todos los patrones climáticos conocidos y generando una serie de transformaciones que da lugar a fenómenos impredecibles. En los últimos diez años, las temperaturas globales fueron 1,28º C superiores a las de finales del siglo XIX, siendo cada década más calurosa que la anterior en los últimos 50 años por efecto de la combustión del combustible fósil. Los fenómenos extremos se ven cada día, en países que quedan prácticamente inundados mientras otros se convierten en desiertos. Los glaciares se derriten, medio planeta arde, hay países con problemas de acceso a agua potable, los océanos viven incendios marinos y todo esto provoca tormentas de una intensidad nunca vista. El colapso de las corrientes marinas que armoniza desde miles de años la temperatura del planeta (y que, como todo lo demás, se pensaba que ocurriría más tarde y ya está comenzando a suceder) puede provocar directamente que en menos de 30 años haya partes de Europa que queden congeladas. Pero di que sí, que a ti no te engañan, José Luis.
Sobre la agenda 2030, esa diana sobre la que van todos los dardos cuñados… es solamente una declaración de objetivos para los próximos años que, como todas las buenas intenciones para humanizar el capitalismo ultraliberal, quedarán en nada.
“𝐄𝐥 𝐭𝐮𝐫𝐢𝐬𝐦𝐨 𝐞𝐬 𝐛𝐮𝐞𝐧𝐨 𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐝𝐞𝐣𝐚 𝐝𝐢𝐧𝐞𝐫𝐨”
Esta frase siempre sale cuando se critica a los pisos turísticos y la masificación. Nadie que defienda un mundo sostenible criticaría el turismo y su actividad económica (bien gestionada). El problema es que (como siempre, manda el beneficio rápido) las ciudades e islas se están convirtiendo en parques temáticos para guiris, destruyendo el tejido social, echando a los vecinos de los barrios y exponiendo a los espacios públicos a una degradación irreversible. Muy bueno no debe de ser si destruye nuestras ciudades: es pan para hoy (y para algunos) y hambre para mañana.
“𝐍𝐨 𝐡𝐚𝐲 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐭𝐨𝐝𝐨𝐬, 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐚𝐧 𝐢𝐧𝐦𝐢𝐠𝐫𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬”
En contraposición a los turistas que vienen con dinero y es siempre bienvenido, aunque generen problemas de convivencia y solo dejen beneficio a los buitres, las multinacionales y las franquicias, resulta que sí que sobran los que vienen a trabajar. Quienes trabajan en el campo para abastecer nuestros mercados, quienes cuidan de nuestros mayores, quienes te llevan la comida a casa por unos céntimos… Resulta que esos sobran porque no duermen en un piso turístico ni compran souvenirs en la Puerta del Sol. Y claro que habría para todos, pero solo si los cientos de miles de millones de beneficios anuales de la banca (generados pro el trabajo de todos) estuvieran a disposición de los servicios públicos y contra la desigualdad.
“𝐄𝐬𝐩𝐚𝐧̃𝐚 𝐞𝐬 𝐮𝐧𝐚 𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐜𝐨𝐧 𝐦𝐚́𝐬 𝐝𝐞 𝐝𝐨𝐬 𝐦𝐢𝐥 𝐚𝐧̃𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚”
Esta tiene guasa. Como la dicen los dirigentes de derechas, todos sus acólitos lo repiten. Pero durante casi mil años, los términos geográficos derivados de la Hispania romana eran tan difusos que resulta demasiado aventurero hablar de “nación” (por tierras sobre las que pasaron iberos, fenicios, germánicos, romanos, visigodos, árabes… y el vasto territorio fue cambiando de manos a través de los siglos). Cuando se unen las Coronas de Aragón y Castilla, comienzan a reivindicarse como España esos dos reinos (igual que hay menciones a todo tipo de “Españas” antes). Y no es hasta 1812 que se utiliza el término “Estado español”. No sé, Rick
“𝐄𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐡𝐨𝐲 𝐲𝐚 𝐧𝐨 𝐬𝐞 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐫 𝐧𝐚𝐝𝐚”
Esta la dicen siempre los que vienen con el chiste denigrante sobre mujeres, migrantes, homosexuales… y les indigna porque añoran al mariquita que iba por Chiclana alegrando sus noches con Arévalo. Porque, si bien es cierto que ese humor casposo hoy en día recibe una reprimenda social, es más cierto que, gracias a la Ley Mordaza, en el Estado español no se puede hacer sarcasmo con la religión (organizaciones ultra y el ala judicial franquista se encargarán de empurarte), injuriar a la Corona, hacer chistes con Carrero (hay gente cuya vida ha sido arruinada por ello), faltar al respeto a un cuerpo policial, organizar una protesta o llevar una camiseta ridiculizando al alcalde de Madrid.
«𝐇𝐨𝐲 𝐠𝐨𝐛𝐢𝐞𝐫𝐧𝐚 𝐥𝐚 𝐢𝐝𝐞𝐨𝐥𝐨𝐠𝐢́𝐚 𝐝𝐞 𝐠𝐞́𝐧𝐞𝐫𝐨»
Si realmente crees que es ideología defender la igualdad de hombres y mujeres, que se rompa el techo de cristal que impide a la mujer llegar a cotas de poder (solo un 3% de mujeres son CEO en España), que cobren igual los hombres y las mujeres (que cobran casi un 20% menos en todos los sectores) o combatir que más del 57% de las mujeres hayan sufrido violencia de género en algún momento de sus vidas (con más de 1200 asesinatos en los últimos veinte años) tienes un problema, Paco.
“𝐒𝐢 𝐬𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐢𝐠𝐮𝐢𝐞𝐫𝐚 𝐥𝐚 𝐨𝐤𝐮𝐩𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐬𝐞 𝐚𝐜𝐚𝐛𝐚𝐛𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐯𝐢𝐞𝐧𝐝𝐚”
Las empresas de seguridad privada o los que hacen negocio con la violencia fuera de la ley, con apoyo de figuras como Ana Rosa Quintana (que acumula decenas de propiedades para negocios del alquiler turístico) han sacado enormes beneficios a cuenta de la okupación. Pero la okupación afecta al 0,34% de las viviendas del parque inmobiliario. No parece un problema real cuando visitamos los datos (todo lo contrario que cuando encendemos el televisor). El número de denuncias por delitos relacionados con la okupación desciende notablemente cada año. Y, aunque nos hacen ver que, si te bajas a comprar el pan entrarán okupas en tu casa, el 70% de las okupaciones pertenecen a los bancos que rescatamos entre todos mientras cientos de miles de familias se quedaban sin casa.
Lo que parece más real, por el sonido constante de los trolleys amartillando las aceras de las grandes ciudades, es que el 98% de los pisos turísticos (esos okupas que entran en las comunidades de vecinos para generar molestias, pero, como pagan ingentes cantidades de dinero a un fondo buitre, no son ningún problema) son ilegales. Estaría genial que se dedicaran los mismos esfuerzos a la degradación que esos okupas generan no solo a un propietario, sino a barrios enteros que se quedan sin vecinos, sin tejido social y sin recursos.
Sobre los inquiokupas, el mejor ejemplo en España son los 35.000 inmuebles que el PP inmatriculó a favor de la Iglesia, y los regalos que siguen haciendo los ayuntamientos de las grandes ciudades. No pagan ni el IBI.
𝐋𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐠𝐮𝐞𝐫𝐫𝐚 𝐜𝐢𝐯𝐢𝐥
Estas darían para escribir un libro. El clásico dice que la guerra era algo inevitable, porque había asesinatos y se atacaban iglesias. Es cierto que había una evidente confrontación social para unos tiempos de crisis a nivel mundial, pero eso no puede justificar lo que harían, tras intentonas previas, en julio de 1936 los generales más sádicos que regresaron de la cruenta guerra de África (de la que debieron venir más zumbados aún) para defender los intereses de los terratenientes y el clero más reaccionario, que veían cómo sus privilegios se diluían para beneficio de la chusma, y financiados por la gran banca. Hay quien, en un ejercicio de barbarie lingüística, lo llama “plebiscito armado”.
Los ataques a las iglesias venían de décadas atrás, porque la iglesia más reaccionaria era quien recibía a menudo la ira popular, y muchos historiadores serios han coincidido en remarcar que el aumento de ataques no fue significativo respecto de los años anteriores. También se cita el asesinato de Calvo Sotelo como detonante del golpe militar. Una falacia más, ya que la fecha estaba elegida desde tiempo atrás por el autodenominado “Director” del golpe, el General Mola (que ya participó en la Sanjurjada de 1932). Del asesinato de Calvo Sotelo (que preside la entrada a Madrid con un monumento dorado y en cuya casa hay varias placas del ayuntamiento y da nombre a plazas en todas las ciudades españolas) se conocen todo lujo de detalles. Lo cometió un guardia de asalto en pleno ataque de ira, en respuesta al asesinato horas antes, a manos de pistoleros falangistas, del teniente Castillo, un militar carismático muy querido en Madrid.
El que nadie conozca a Castillo, ni haya ninguna placa en su casa ni en la plaza donde lo asesinaron dice mucho, todo, sobre este tema. El asesino de Calvo Sotelo, amigo personal de Castillo, quedó hundido y arrepentido tras darse cuenta de que había cometido un error, llevado por la ira. Sin embargo, los falangistas que asesinaron a Castillo se fueron de rositas y siguieron siendo pistoleros durante muchos años. Esto es aplicable a todo lo que se hable de la guerra civil. Cuando argumentan ese colmo de la equidistancia de que “ambos bandos cometieron atrocidades” (para limpiar la cara al bando sublevado), sencillamente basta con buscar los discursos de los dirigentes militares de cada bando. Las directrices de Mola preparando el golpe o sus declaraciones desde la columna norte no tienen desperdicio con su sadismo (fusilaría a su padre si lo viera en las filas del Frente Popular; pide generar el máximo terror posible, asesinando a mujeres y niños para que todo el mundo vea el “terror rojo”; dice que parlamentar, jamás; aplastar al enemigo hasta aniquilarlo…) Las locuciones radiofónica de Queipo de Llano en la columna sur son de una repugnancia máxima (llamando a violar a las mujeres de los republicanos para que vean lo que es un hombre, llamando maricones a los malagueños cuando se acercaba a la ciudad y avisando de que caerían diez por cada sorbo de cerveza que diera en la calle Larios…) Yagüe, en su columna oeste, aniquiló al 10% de la población de Badajoz (unas 10.000 personas, jornaleros todos) una vez tomada la ciudad, y, con total desprecio, dijo que no iba a permitir que quedaran detrás de él mientras avanzaba. A Franco, cuando le entrevista la BBC, le preguntan si es consciente de que, para llevar a cabo su cruzada, tendría que eliminar a medio país. Fríamente, contestó que, si era necesario, lo haría (la misma frialdad que debió tener años después cuando los nazis le preguntaron qué hacer con los miles de españoles que se hacinaban en campos de concentración y respondió que le daba igual).
De estos generales sádicos son obras como La Desbandá (los bombardeos indiscriminados a una columna de refugiados, todo mujeres y niños, que huían por carretera con lo puesto desde Málaga a Almería). Paul Preston cifra en 12.800 muertos en esta horrorosa masacre.
¿Hay algo parecido en las filas republicanas? No hay absolutamente ninguna declaración ni remotamente similar a estas odas a la barbarie de ningún alto mando republicano. La violencia de la que hablan siempre (Paracuellos, checas, los trenes de Jaén) tienen que ver con elementos descontrolados de la retaguardia republicana en momentos en los que no hay autoridad. Las sacas de Paracuellos suceden cuando los fascistas están ya entrando en Madrid (el general Varela, la noche del 7 de noviembre de 1936, no se atrevió a tomar la Casa de Campo porque escuchó ruidos… pero no había defensa. Si hubiera avanzado, su objetivo era tomar la cárcel Modelo y liberar a los miles de presos que simpatizaban con el régimen). Las sacas se sucedieron durante un corto periodo de tiempo en el que Madrid era un caos, y cuando los republicanos pudieron poner autoridad, lo cortaron. Mola, que en su avance y con su chulería había reservado para cenar en el restaurante más caro de la capital porque pensaba tomar Madrid de calle, se inventó el concepto de “Quinta columna” para denominar a los que, desde dentro del asediado Madrid republicano, se encargarían de sabotear la defensa de Madrid. Las famosas checas (en muchas ocasiones ateneos, locales sindicales o de partidos) tenían que ver con esto último: con neutralizar a los saboteadores que serían fundamentales para la toma de Madrid por las cuatro columnas que la asediaban. De nuevo, duraron unos pocos meses, hasta que la situación estuvo bajo control. Equipararlo con las salvajadas comentadas más arriba resulta, de nuevo, ofensivo. Como equiparar los bombardeos de Gernika o Durango a manos de los nazis, que destruyeron las villas en día de mercado asesinando a cientos de civiles (Mola dejó un reguero de 40.000 civiles en el norte, según Preston) con el bombardeo republicano de Cabra (que siempre citan los equiparadores) del que aún no se sabe por qué, ni quién decidió, ni qué buscaban… Por poner otro ejemplo de las mentes en uno y otro bando: Mola, tras amenazar con arrasar toda la industria vasca si no huían los civiles, recibió la visita de un general nazi que le dijo: “oye, ¿no crees que no es muy inteligente destrozar la industria de un territorio que vas a conquistar?”, y le quitó la idea propia de un cernícalo.
𝐅𝐫𝐚𝐧𝐜𝐨 𝐜𝐫𝐞𝐨́ 𝐥𝐚 𝐜𝐥𝐚𝐬𝐞 𝐦𝐞𝐝𝐢𝐚
Hoy tenemos una auténtica efervescencia revisionista, que se plasma en la idea asentada en la sociedad de que Franco hizo cosas buenas. El gran bulo de siempre es el de que creó la Seguridad Social, cuando es algo que creó la II República en noviembre de 1936 a manos de la ministra anarquista Federica Montseny. La política de pantanos es anterior a la República, que esta retomó y que, más tarde, recuperaría el franquismo. Lo más gracioso es que los supuestos éxitos de Franco (la creación de empresas públicas y los planes de vivienda pública) son precisamente sus políticas de carácter socialista (¡Chúpate esa, Berlanga!). Eso sí, los beneficiarios de todo esto eran los “españoles” (es decir, los adeptos al régimen).
𝐄𝐥 𝐫𝐞𝐲 𝐉𝐮𝐚𝐧 𝐂𝐚𝐫𝐥𝐨𝐬 𝐧𝐨𝐬 𝐭𝐫𝐚𝐣𝐨 𝐥𝐚 𝐝𝐞𝐦𝐨𝐜𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚
Aún hoy siguen sin desclasificarse los papeles del 23-F, pero el que el inconsciente colectivo siga repitiendo que el rey trajo la democracia a España es quizá una de las mayores infamias de nuestra historia. Primero, el rey asesinó a su hermano (que iba a heredar el trono), algo que se nos ha ocultado o manipulado, diciendo que aquello pasó de niño y que fue por accidente. Solo ese hecho valdría para inhabilitarlo como rey, pero en España cuela todo. Después fue discípulo de Franco y, como él, supo siempre tomar decisiones para sacar provecho. Lo primero que hizo, para conseguir el sí de EEUU (que no tenía claro apoyarle) fue regalar a Marruecos una parte de España (el Sáhara Occidental, tan rico en recursos) para su propio beneficio (que, aparte, le aportaría su primera comisión de 100 millones de las petromonarquías saudíes con quien tantos lazos estrechó). Del 23-F algún día sabremos su verdadero rol, pero es un insulto a los millones de españoles que se dejaron la piel y la vida luchando por recuperar las libertades en los estertores del franquismo mencionar que la democracia nos la trajo este granuja.
Otra frase delirante muy manida cuando pedimos un referéndum sobre el modelo de Estado (monarquía o república) es que “Ya le votamos en referéndum en 1978. Eso es otra patada a la historia. Suárez reconoció (tapándose el micro ante Victoria Prego) que eliminaron esa pregunta en la papeleta, porque ninguna encuesta que manejaban le daba un apoyo suficiente al que apodaban “El breve”. Es decir, el referéndum básicamente contenía la pregunta: ¿Te vas a comer todo lo que te pongamos nosotros de una vez o prefieres otra guerra? Si eso es votar monarquía o república, quizá deberíamos comenzar a explicar desde cero lo que es la democracia. Partiendo de la base de que Juan Carlos I legitimó el golpe militar de 1936 al aceptar ser proclamado rey por Franco y no someter a consulta popular el modelo de Estado.
Igor del Barrio.
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Periodista. Bloguero.Escritor

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