DIÁLOGO EN TORNO AL RESURGIR DE LA HIDRA FASCISTA II

 

Enrique Benito Peñalva. Escritor, es autor entre otros, de “Cartas a un joven inmigrante” y “Ad Baculum”. Miembro de Equo, editor y director de la revista “Calle running”.

 

El fascismo es una mentira contada por matones.

Ernest Hemingway

Estar contra el fascismo sin estar contra el capitalismo, rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo.

Bertolt Brecht

JM Gándara. Comencemos haciendo, si te parece, una de esas reflexiones filosóficas, que ya sabes, a mi tanto me gustan. Cada vez con más frecuencia, observo en mi entorno algo así como si flotase una rara forma de ideario fascista, podríamos darlo en llamar “fascismo mental, involuntario o existencial”. En concreto, me refiero a una multitud de personas qué sin tener un perfil propiamente fascista, sin embargo, sus actitudes, sus silencios cómplices, su indeferentismo y su falta de compromiso ciudadano, les enmarca dentro de una posición de
cara al mundo, a la que antes hice referencia.

¿Qué te sugiere esta cuestión Enrique?, ¿acaso has tenido en algún momento esa misma impresión?

Enrique B. Peñalva. Yo también vislumbro esa multitud fascista, supuestamente “apolítica” (ya sabemos que nadie es apolítico conviviendo en sociedad, pues toda cuestión que afecte a la vida colectiva es política nos guste el término o no) moldeada en una falsa despolitización, reducida a intereses egoístas, pues sigue prevaleciendoaquel “usted haga como yo, no se meta en política”. Como ideología, el fascismo tiene una aceptación minúscula, pero cuenta con una idiosincrasia muy bien interiorizada, por ello, en un tiempo revuelto puede tener un gran caladero de votos, el
de los que recelan de la honradez.

El fascismo puede ser garantía de provecho si estás de su parte, así que no lo dudan, no hay derechos que valgan para mentes tan obtusas y cortas de miras.

JM Gándara. Al respecto de esto Enrique, he tenido siempre muy claro que aquellas personas que militan en
las filas del apoliticismo, son en realidad, y como en su momento afirmaría uno de los clásicos, la vanguardia del reaccionariado, son el mejor caldo en el que pueden habitar, pulular, y reproducirse lasb bacterias fascistoides. El doctor en sociología y politólogo Robert Fishman, ha advertido recientemente en una entrevista con Efe que en España hay sectores extensos de la ciudadanía dispuestos a tragar y aceptar muchas mentiras, y ha acusado de ello a una cultura postfranquista que concibe jerárquicamente la sociedad y la democracia. Aquí creo yo, que reside
una de las claves que nos pueden explicar el atraso secular que padece nuestro país, al haberse instaurado una mentalidad antediluviana, irracional, y sin fundamento antropológico alguno, y que es la causa, al menos así lo estimo, de la cronificación de la precariedad social, laboral y económica en España.

Enrique B. Peñalva. Sin tanta filosofía, así es, un nuevo caciquismo, si acaso puede llamarse así, pues no se distingue de la política del duro y puro marco de la Restauración Monárquica. A cambio de un mínimo provecho, se acepta la
estratificación de un nuevo feudalismo.

JM Gándara. Bien, llegados a esta encrucijada, quería continuar el diálogo tomando como punto de partida uno de los “once principios goebbelianos”, como muy bien sabes, una vez adquirido el estatus de ministro de propaganda del
régimen nazi, Goebbels inició la construcción de una gran estructura de control, para así poder monopolizar todos y cada uno de los resortes del aparato mediático del estado. De igual forma, conocerás a la perfección, que una de las
principales bazas del capitalismo salvaje e inhumano y del fascismo, la propaganda, es utilizada por estos
con gran maestría para la exitosa consecución de sus objetivos políticos.

En primer lugar, deseaba hablar sobre uno de estos principios, a los que antes hice referencia, y es el “principio de transposición”, que consiste en cargar sobre el adversario político, como si este se erigiera en chivo expiatorio, los

defectos y errores propios, respondiendo al ataque con el ataque, si no puedes negar las malas noticias inventas otras de parecido pelaje que las distraigan. Por ejemplo, cuando señalamos que el sistema capital-fascista provoca una
gran cantidad de desempleo y por tanto de pobreza, ellos, aplicando el “principio goebbeliano de transposición”, difunden una noticia o idea falsa en contraposición, informando que los responsables del paro y de la miseria son los malos hábitos de los trabajadores o la elevada cuantía de sus salarios.

Enrique B. Peñalva. Al fascismo le precede una antesala en la que se educa en la psicopatía, y esa  psicopatía está premiada, está demasiado interiorizado que “el fin justifica los medios”, y con esa idea se fabrican las guerras mediáticas.

Hace tiempo que desconfío de si la gente cree a medios tan abyectos, pues como siempre digo, el egoísta
cree lo que quiere creer, entonces esos medios les facilitan los eslóganes a repetir, falacias, bulos y postverdades en su gran mayoría.

Hoy en día tenemos mil ejemplos de esos medios mercenarios, y es raro el día en que no vemos un bulo a costa de independentistas, de Podemos, de Venezuela, de los inmigrantes o de las feministas. Luego la gente en la calle lo repite, y hay quien cree que están engañados, y no es así, defienden intereses parcelarios, son tan
culpables como los ideólogos de  esas lapidaciones.

Como dijo Eric Cantona en una ocasión, “cuando las gaviotas persiguen al pesquero es porque esperan que les echen sardinas”.

JM Gándara. Es una cuestión a debatir, desde luego, el hecho de hasta que punto las masas se tragan
esas noticias falsarias sin someterlas a escrutinio, como tu afirmas muy acertadamente, les interesa creerlas
por muy inauditas y surrealistas que estas sean, en aras a un posible beneficio personal. Yo tiendo a creer en lo plausible de ambas teorías, en la multicausalidad, al menos en lo que a difusión de noticias falsas e hiperbólicas se refiere.

Por otro lado, y respecto a lo que venimos comentando, hace tiempo descubrí un artículo de un miembro
del partido nazi, Wilhelm Stapel, cuyo título era” Cristianismo y Nacional Socialismo”, en el que se afirmaba:
“la razón misma por la que no se puede atacar al nacional socialismo mediante argumentos es porque se trata de un movimiento elemental, los argumentos tendrían efectividad solo si el movimiento hubiese llegado al poder a través de la argumentación”.

Según esto, y ligando con el “principio de transposición” y de propaganda, podríamos concluir que
la llamada manipulación mediática que el fascismo pone en liza, destaca por su gran habilidad para influir en
las emociones primarias de los individuos, en las emociones y psicología de las masas, y así evitar
en lo posible cualquier argumentación relevante.

Enrique B. Peñalva. Me gustaría creer que el fascismo apela a las emociones, pero no es lo que veo. Prácticamente utiliza el vocabulario caciquil, el de “la vaca es mía y si quieres leche tienes que estar a bien conmigo”. Llevo algunos años implicado en política municipal, y en este tiempo he visto casi de todo, poca sinceridad en quienes defienden sus intereses particulares, aunque siempre hay espacio para algún lapsus, confesiones involuntarias.

En mi pueblo el urbanismo era un caos, hay casi mil viviendas en situación de infracción urbanística,
permisos de construcción en suelo rústico, etc…pero claro está que a quien se oponía a esos desmanes,
un concejal concreto del ayuntamiento, había que inventar bulos contra él.

Los que tenían terrenos que podían vender mejor si estos se recalificaban, los que tenían casas en situación irregular, y los trabajadores de la construcción cuyo puesto de trabajo dependía de que hubiera manga ancha para construir
donde no se debiera, repetían esa clase de bulos a sabiendas de lo que
eran. Y como este caso podría citar cientos.

Tampoco agitan a los más, los que únicamente creen ser representantes autoproclamados, y que con osadía
se atreven a hablar por boca de muchos, tanto por los pocos que les siguen como por los muchos que los repudian.

JM Gándara. Volviendo al inicio de la conversación, hay algo que me preocupa desde hace tiempo, y es lo
nietzscheana ( del filósofo Nietzsche) que se ha vuelto la sociedad en su conjunto, en concreto, lo que el mismo Nietzsche afirmaba es que el estrato profundo de la vida es de tipo dionisiaco, heraclitiano, cruel, vital y peligroso, y que la vida de los hombres es monstruosa, muy distinta de lo que los blandos humanistas( así nos llamaba) pudiéramos llegar a imaginar. En uno de sus escritos titulado “Sobre verdad y mentira en sentido extramoral”, pretende hacernos llegar a la conclusión de que los hombres descansan sobre lo despiadado, lo codicioso, lo
insaciable, lo cruel, en la indiferencia de su no saber. Como te decía, estas ideas, – y sin afirmar para nada que
Nietzsche fuera un pronazi-, en absoluto, han calado progresivamente en grandes capas de la sociedad, generación tras generación se han ido ampliando y degenerando cada vez más, corroyendo interiormente a más personas de lo que sospechamos. La verdad y la mentira en sentido extramoral y los conceptos nihilistas de todo pelaje se nos han colado por la puerta de atrás, creando una sociedad ahistoricista, vacía, rendida al poder del capital y del fascismo
internacionales. La solución creo yo, y como en su momento nos dijo Gramsci, pasa porque recuperemos
la hegemonía cultural, por recuperar el dominio del relato de la historia.

Enrique B. Peñalva. Yo también hago lectura de esa crueldad, llevo tiempo vislumbrándola. En mi obra “Ad
Baculum” hablo de como los sujetos agresivos tratan de convertir a nuestra sociedad en una jungla, convertir la convivencia en supervivencia, educando en el egoísmo, garante de la continuidad del capitalismo y del fascismo. Como especie evolucionada y animal cultural y político, no deberíamos asumir esa supuesta naturaleza depredadora que se nos asigna. El problema viene de largo, pues ese discurso lleva mucho tiempo asimilado, ese germen ahí estaba, ahora ya ese fascismo tiene representación pero no ha surgido de repente. Haría falta un giro radical en
el sentido de asimilar la asertividad como norma básica de convivencia, y que el egoísmo se interpretara como
un defecto, (como lo que realmente es por mucho que se aplauda).

JM Gándara. Seguiremos tratando en el futuro todos y cada uno de los once principios goebbelianos. A
modo de conclusión, y por el momento, yo quisiera incidir en el hecho de que nunca vencimos al  fascismo, ni siquiera en el transcurso de la heroica batalla de Estalingrado, aquel episodio histórico y aureolado de épica tanto bélica como ideológica, no supuso ni mucho menos su definitiva derrota. Muy por el contrario, el fenómeno del
fascismo permaneció aletargado y esperando una nueva oportunidad de acción.

Aquellos procesos históricos en los que la conciencia, la voluntad y el conocimiento humanos bajan la
guardia y descienden a mínimos, son aprovechados por el fascismo para recuperar su aliento, y de la mano de
unas burguesías incapaces ya de convencer e implementar sus políticas de recortes y asedio para con los derechos laborales y civiles,- éste, bajo muy diversos disfraces,asesta contundentes golpes contra la clase trabajadora. Hemos concluido igualmente, que capitalismo y fascismo están estrechamente vinculados entre sí, y que de soslayo,

aplican lo que se ha dado en llamar “la necropolítica”, o lo que es lo mismo, dejar morir a quienes no le son rentables.

Tenemos la responsabilidad de luchar y resistir contra esta hidra bicéfala, y no resignarnos nunca por muy escarpada y ardua que sea la batalla. Que entre todos seamos capaces de procurar al fascismo su particular “Noche de los Cristales Rotos”.

David se detuvo, introdujo la mano en su bolsa, sacó una piedra, la lanzó contra Goliat, y éste cayó a tierra.

A todas las personas que murieron en Grecia a manos de la desesperanza causada por la enésima crisis del capital, y por las políticas de una Unión Europea en manos de los mercaderes y los tiranos, sin atisbo de democracia
alguna.

A ellos nuestro recuerdo y
reconocimiento

 

Juan Miguel Contreras

Sobre José Miguel Gándara 11 artículos
Soy un poeta nacido en Valladolid pero cántabro de espíritu y de corazón. Autor del poemario "Transido de un abismo" y de títulos de próxima aparición como "Amor inconcluso o la poliantea de los sentidos" y "Los senderos de La Trapa, un camino iniciático". Cofundador de la revista "Crátera literaria" y colaborador habitual en los diarios ultimocero. com y la piedradesisifo. com. Formo parte del "club de los poetas vivos" en el laboratorio artístico 11 filas de Valladolid, dirijo y presento el programa "La clase obrera no va al paraíso" en Onda Expansiva Radio.

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