EL OJO DEL MAL

Se indignaba Flora Tristán, histórica feminista, con la escasa sensibilidad hacia la igualdad que mostraban sus compañeros de lucha, la obrera. Eran los últimos años del siglo XIX. Los rescoldos de dicha incomprensión siguen incandescentes en el Siglo XXI.
La equivalencia que hoy parece haberse asentado en nuestro tiempo, en la que, al patriarcado y sus patologías: machismo y sexismo, se la conecta con la derecha, mientras que a la causa feminista, se la relaciona con la izquierda, se nos muestra cada día tan inexacta como irreal.
La cultura patriarcal subyace en la capa más básica, más primaria de toda la estratificación cultural. Podríamos decir que está en la raíz de todas nuestras raíces, el cordón umbilical que nos conecta. Las religiones monoteístas, quizás, sean un ejemplo adecuado para entender su profundidad.
Desde hace algún tiempo, soy consciente de la transversalidad de esta lacra que nos parásita a mujeres y hombres, a izquierda y a derecha, a las personas de arriba y a las de abajo, a las cultivadas y a las incultas…
Esa consciencia la hago extensiva a la idea de que el único antídoto contra esa transversalidad negativa debe ser otro elemento transversal, en este caso benigno, que pueda recorrer todos y cada uno de los estratos sociales y culturales.
No tengo miedo al afirmar que el feminismo, la lucha por la igualdad, con todos los valores que acarrea (solidaridad, cooperación, empatía, diálogo, sensibilidad…) son y serán ese antídoto en el grado que consigamos que penetre en el entramado social. Necesitamos una revolución feminista que nos convoque a todas, que se convierta en la raíz del humanismo que a todas nos iguale. Luego, vendrán las ideologías, los partidos, los matices, la diversidad a la que no deberíamos tener miedo si es ésta la raíz de la que se alimenta.
A día de hoy, el mal se sigue escribiendo con P de patriarcado. Errejón no es más que otro botón de muestra para romper esa artificiosa equivalencia, para seguir dando la razón a la digna indignación que embargaba a Flora Tristán en aquellas lejanas asambleas de la recién nacida lucha obrera.
Utilizando la metáfora de Tolkien, el ojo del mal sigue cegando con su tenebrosa oscuridad a izquierda y derecha por igual, lo que no deja de ser una trágica paradoja.
Juan Jurado.
Sobre JuanJ Jurado 87 artículos
Profesor de Lengua y Literatura española. Publicaciones en La prensa en el Aula. Octaedro. Cuaderno para la comprensión de textos. Octaedro. Ponente del Diseño curricular base para la enseñanza de la Lengua y la literatura española en la ESO, en Andalucía. He sido portavoz y concejal por el grupo municipal de IU en Úbeda. Actualmente no milito en ninguna organización política, pero si la calle me llama, voy.

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