Entrevista a Paz Castelló

En la biblioteca pública busco el último libro de la autora. Todos sus libros han sido solicitados y no hay ninguno disponible. Mientras tanto preparo para la revista literaria AUCA y para #LaPajarera, un bosquejo a mano alzada de la entrevista, la introducción, algo así como el comienzo de una melodía. Me invade el miedo y la inseguridad al enfrentarme a algo nuevo. No podrás,- pienso, y eso me obliga a intentarlo.  Me gusta la biblioteca. No hay espacio para la hipocresía ni se puede fingir, esconder la verdad que nos desnuda, esa nube de silencio zurcida con soledades y secretos. El no poder hablar da lugar a otro tipo de interacción, una conexión intuitiva a través de la energía, los gestos, las miradas, los pensamientos que se leen en la frente. Allí van insomnes, desempleados, jubilados, indigentes, aquellos que prefieren pasar las horas hojeando un libro, escuchando la música olvidada de las palabras, la voz oculta de los sueños. Ellos y yo,  atrincherados en un refugio contra el ruido y el afuera.  ¿Qué preguntarle a esta escritora? Casualmente su última novela “Mi nombre escrito en la puerta de un váter”,- trata sobre un escritor fracasado, que intenta abrirse paso en el mundo editorial; el mismo tema que mí última novela. Da igual. Los escritores solemos sentirnos distintos, piezas que no encajan en el puzle que es el mundo, marcianos golpeándose contra los muros, intentando escapar del laberinto, de la calesita de los días.

La entrevista transcurre en un bar escogido por Paz Castello. Sus ojos verdes encandilan, sonríe con amabilidad y comienza la charla. Esta mujer es un enigma.   Abogada con un máster en marketing y otro en recursos humanos. Ha sido locutora radial en todas las secciones, responsable del gabinete de prensa del ayuntamiento, del Club de Fútbol Hércules, y difusora de la asociación Amunod (mujeres en riesgo de exclusión). Casada, con dos hijos adultos a pesar de su belleza y lozanía. En la actualidad es difusora de otro colectivo de mujeres, y una escritora que ha venido para quedarse,- según afirma.

2003– Publica: “La muerte del 9”. Nos adentramos en las entrañas del mundo futbolero,  un mundo de hombres desde la perspectiva oblicua, sensible, de una mujer que vislumbra los entresijos, la sordidez de lo aparentemente lúdico, los negociados tras bambalinas.

2017La segunda novela publicada “Mi nombre escrito en la puerta de un váter” (suspense). Sorprende, provoca desde el titulo hasta la última frase.  Trata sobre un escritor, Mauro, que escribe para un personaje mediático, German, quien se lleva los laureles y convierte el texto en un best-seller-

-Mi última novela nació de la frustración como escritora, he escrito seis y sólo me han publicado dos,- comentas tú. –¿Crees que el esquema actual beneficia a las editoriales y perjudica a los escritores?

-Perjudica a medio y largo plazo a ambos.  Tal vez a corto plazo beneficie a las editoriales, pero eso sería tener miras muy cortas.

– ¿Qué se puede hacer ante la situación en qué se infravalora la creatividad y se prostituye el talento?- Protestar escribiendo. La novela habla de la meta literatura, utilizar el mismo medio que criticas como canal.

– Un escritor puede convertirse en un producto pero un producto no puede convertirse en escritor,- te escuché decir.  Actualmente la música bailada en las Discos la realizan ordenadores  sin utilizar músicos ni orquestas. ¿Qué piensas al respecto?

-Vivimos en una era tecnológica, pero el sentimiento no puede suplementarse. Mi objetivo radica en la calidad, no en la cantidad ni en más de lo mismo. Intento llegar al lector a través del sentimiento y eso no lo podrá hacer una máquina.

-¿Qué te ha aportado trabajar cómo locutora, en relaciones públicas del Club de Fútbol Hércules, el ayuntamiento, y difusora de la asociación Amunod?

Me considero una comunicadora, hice teatro y muchas otras cosas. Aprendemos por imitación u oposición, y a veces los silencios dicen más que las palabras. La mirada también es una forma de comunicación, los gestos, el cuerpo que habla un lenguaje universal. En los medios se refuerza una idea de muchas formas, al final se argumenta sobre lo mismo. Piensa complejo y piensa sencillo- dijo un escritor al que admiro. Los medios no apelan a eso ni a lo emotivo. Nos hablan desde aspectos muy fríos, estadísticas, números, porcentajes. Falta hablar de sentimientos, porque el mensaje va a llegar a otro corazón y será más efectivo. Mi novela no es mi novela, es la de muchos compañeros escritores. Es la voz de los escritores sin voz.

-¿Debería cambiar el sistema educativo desde el inicio para evitar la violencia de género y otras lacras?

– Todo depende de la educación. La desigualdad, la injusticia laboral, la violencia, son problemas de base, un árbol sin raíces. Al final me pregunto: ¿qué generación queremos educar? Buscamos respuestas a preguntas que no hemos trabajado desde la base.

– ¿Qué escritores te han influenciado?

-Comencé con poesía junto a Gloria Fuertes quien no ha sido reconocía como se merecía, a mi criterio, quizá ahora en su centenario y debido a polémicas ajenas a su obra, comienzan a conocer su talla. Además de literatura infantil tenía un material interesantísimo para adultos. La literatura es sólo una, no entiende de géneros, hay buena y mala literatura. Agatha Christie me encantaba,  el cine de Alfred Hitchcock  y sus thriller psicológicos. Me gusta matar sin casquería, sin mucha sangre, limpio, aseado.  No necesito ser evidente al hacer una escena erótica o criminal, prefiero estimular la imaginación del lector. No suelo perderme en muchas descripciones, quiero que el lector trabaje. La novela “Escrito en la puerta de un váter”, tiene mucha sub trama, se podría continuar el libro con los personajes secundarios. Lo bueno de la literatura es que hay tantas interpretaciones como lectores, en el cine no ocurre lo mismo, solo vemos la mirada del director.

-¿Cuáles son los grandes temas para un escritor?

-No creo que haya temas estrellas. Lo cotidiano, el día a día, la riqueza en los matices. Las historias pueden ser las de cualquiera, un familiar, un vecino, algo que flota en el aire. La clave está en saber contarlas. Lo importante es la mirada.

– ¿Por qué leer literatura y por qué escribir?

– Nadie se muere por no haber leído, pero  cuando se muera no habrá vivido de la misma manera, se habrá perdido algo importante. Tenemos capacidades, la creación, la risa. La literatura es una expresión artística, no hacerlo es un desperdicio.

-¿Cómo ha sido tú infancia?

Viví en una España en blanco y negreo, la transición. Soy la quinta de seis hermanos. Mi padre leía, tenía una gran biblioteca y muchísima curiosidad. Este libro se lo he dedicado a él, que potenció el que estudiáramos. El no pudo hacerlo por la guerra civil Española y se quedó con la espina. De niña era muy Introvertida, sabes,- demasiado madura para mi edad, demasiado responsable, sería, poco niña. Me auto exigía tanto…  Por mi profesión lo he superado. Ahora intento relajarme, fluir. Ya no espero nada, lo que tenga que venir vendrá. “Mi nombre escrito en la puerta de un váter”, lo escribí para mí, pensaba que ninguna editorial lo publicaría y ocurrió lo contrario. Siempre la vida nos sorprende, eso es lo maravilloso de vivir. Escribir es un don maldito, es el regalo que no sabes si es una condena… Se sufre si generas expectativas. Yo lo dejo estar, disfruto escribiendo, con eso me basta.

– Tengo entendido que eres muy disciplinada.

-Necesito orden, tengo que pagar la hipoteca, hijos, una agenda muy apretada.  Si no me organizo no puedo lograrlo. Me encantaría solo escribir, lo haría por las noches, en un lugar en el campo con mucho verde, disfrutaría del silencio, esa íntima oscuridad, dormiría hasta el media día.

– Ya falta poco para eso-respondo-

Paz Castelló sonríe, y sus ojazos verdes se iluminan de repente, mientras vislumbra el mañana.

Julian Andrew van Quekelberge. Agradecemos la amabilidad de la revista AUCA.

 

Sobre Julian Andrew van Quekelberge 2 artículos
Nacido en argentina pero nacionalidad britanico Estudios diversos de cinematografía y fotografía Ha publicado las novelas: El país de los aromas. Me buscarás en todos los hombres y no podrás encontrarme. El final Relatos: Flores Carnívoras. Sir John maquina de los instintos. Poesía: Adentro fuego Colaborador de la Revista Literaria AUCA

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