Lo legal y lo justo II

Hace años escribí un artículo referente a las casas en Cantabria con sentencia de derribo. Se llamó “Lo legal y lo justo” . Hacía referencia a que la justicia había dictaminado, desde la legalidad, el derribo de más de 600 viviendas por diferentes defectos urbanísticos. La pregunta en aquel momento era si lo legal era justo. Cuestionaba si la aplicación exhaustiva de la ley debía prescindir de los terceros de buena fe, los compradores de esas viviendas, que, perjudicados por todo, eran los únicos afectados por la ley siendo inocentes a todas luces.
A día de hoy, desde otra visión de la realidad, me surge una duda semejante. Las ilegalidades deben ser subsanadas pero, ¿son justas las medidas adoptadas desde los tribunales contra los líderes independentistas catalanes? ¿Alguien con un mínimo de vergüenza puede ratificarlas sin enrojecerse sabiendo que los Urdangarín, González,  Rato, Granados y otros andan por ahí sin que ninguna manifestación grite el “¡a por ellos!”? Tengo la sensación que para muchos es la hora de la venganza. Para muchos es la hora en la que esa inquina aletargada durante  años contra esos catalanes, sale a la calle. Para muchos es hora de que esos cabrones que suponen el 20% del PIB, que son la locomotora de la economía española, que aportan más al estado de lo que reciben, que son más europeos que el resto de España, que son gente formal en los negocios, que son más educados que el resto, que…. se jodan y pasen por el aro y no se crean lo que no son. País cainita de mierda. Esta España de golpes en el pecho incapaz de echar del gobierno a una banda de chorizos que mienten y roban, que engañan y alardean, se tira a la calle contra unos conciudadanos descontentos. Esta España hipócrita que tolera que le recorten los derechos, que admite que su dinero vaya a bancos y grandes empresas, que permite que la hucha de las pensiones se diluya como un cubito de hielo, se crece como un machista botarate contra quien, harto de esas actitudes inadmisibles, decide comenzar su propio camino.
No es, no, la justicia el camino de solucionar este conflicto. Los problemas políticos se solucionan políticamente y no en los tribunales. La legalidad se tiene que transgredir en muchas ocasiones para conseguir nuevos logros. Por eso votan las mujeres, por eso trabajamos unos días y descansamos otros, por eso tenemos el estado del bienestar que tenemos. El que se traspase la raya puede ser ilegal pero también justo en algunas circunstancias.

 

La detención de Puigdemont no es más que un paso en esta ruta al sinsentido. ¿Puede un estado de la UE aceptar durante mucho más tiempo que Madrid intente estrangular un movimiento masivo democrático a través de la represión y las prisiones? La detención de Puigdemont no ha sido inteligente. No es un terrorista, sino un político legitimado por unas elecciones libres.
Mi visión es pesimista. No por los líderes independentistas pues,  tras un tiempo a la sombra, los tribunales, los europeos, reconocerán la enorme injusticia que los manipulados tribunales españoles es tan haciendo con ellos. Mi visión pesimista se argumenta en que no hay alternativa. El PP caerá en desgracia. El capital, los que mandan, han encontrado alternativa en los naranjas, que son los mismos con otro collar. A todo esto los socialistas discutiendo entre ellos y sin rumbo fijo. Y Podemos elucubrando un escenario idílico de convivencia. Lo peor es que desde el resto de España no parecemos conscientes que lo que hacen con los catalanes, tarde o temprano, lo harán con nosotros.
Toman sentido entonces las palabras de Martín Niemoller
Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada.

 

Al tiempo…

Armand Comin

3 comentarios

  1. Consuelo oír voces cómo la tuya, Armando. Yo no soy catalana, pero a veces me siento como un bicho raro en este país donde la prensa esta silenciada, donde los medios solo transmiten aquel «a por ellos»… Y si, algún día nos encontraremos con un 155 en nuestra propia casa y nos acordaremos de Martín Niomeller y sus palabras …. Claro que entre tanto tenemos una Ley Mordaza …. Gracias por expresar tus pensamientos.

  2. Gracias Rosa. En un país serio y sensato hay que fomentar el sentimiento de pertenencia para desarrollar un proyecto común. Este Gobierno, desde que estaba en la oposición, se dedica a rentabilizar el enfrentamiento. Su visión autoritaria de resolver problemas hoy está en Catalunya y mañana en Galicia, en Murcia o en Cantabria.

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