Putin, el hombre de hielo. Entender la Rusia moderna (Capitulo II)

La época era convulsa, con la asunción de Yeltsin al poder y las  tensiones constantes del país. En cuanto se afianza la situación, Marina Salié retoma las investigaciones que la llevan hasta la puerta del departamento dirigido por Putin, que ha realizado multitud de contratos de exportación de dudosa legalidad, con datos falsos por lo  que quedan invalidados  debido a los errores infantiles (falta de sello correspondiente, o de una firma…) con lo cual no pueden ser denunciados. Rusia es un pozo de abundancia en recursos naturales, petróleo, metales, madera, algodón…Comerciar con ellos en el exterior se convierte en  un negocio muy lucrativo. Sería largo de explicar el entramado que Marina Salié descubre, pueden buscar ustedes porque hay documentación sobrada en la bibliografía que adjunto **. Lo cierto es que los últimos requisitos en forma de sellos de importación pasaban por la oficina de Putin. Salié consigue  pruebas contundentes de la corrupción en ese departamento del ayuntamiento. Lo traslada al pleno donde se instó al alcalde a dimitir junto a Putin.

El bueno y carismático profesor universitario que había sido Sobchak había probado el poder que tiene el dinero y en vez de hacer lo que se le pedía disolvió la corporación para seguir haciéndose rico compartiendo con su gente el pecunio de las corrupciones. El alcalde vivía con lujos extremos mientras la población ladraba de hambre y necesidad. En 1996, Sobchak después de un periodo en que los habitantes le toman aversión,  pierde las elecciones siendo elegido Vladimir Yakolev, Putin es ascendido a teniente de alcalde, pero descartó unirse a la nueva corporación. Quizá temiendo males mayores debido al pozo de corruptos en que se ha convertido, salió pitando con su familia hacia Moscú, con los bolsillos mucho más llenos que a su llegada. Sobchak es juzgado, le da un ataque al corazón, reponiéndose poco después,  tanto que solicitó salir al extranjero para tratarse la dolencia. Le dan permiso rápido,  los funcionarios del aeropuerto que le ven marchar confirman que su estado es perfecto,   camina raudo hacia el avión que le permitirá escapar con la bolsa llena hasta llegar a París.

En Moscú, Vladimir Putin labra ascensos con lentitud, pero sin pausa. Se desconoce si fueron ¿méritos? propios o el KGB aupó al colega un tanto hasta ser nombrado subjefe de la Administración presidencial del borrachito Yeltsin.

Los problemas de abastecimiento que habían sido detonante de la primera fortuna de Putin, en Moscú se agravaron. La población rusa al completo tenía falta de todos los suministros básicos de una vida prospera. La privatización del entramado de empresas públicas fue escandalosa. Yeltsin necesitaba dinero para su campaña electoral liquidando el potente estado soviético a precio de saldo. Los saqueadores del estado hicieron el agosto y los cuervos de Occidente arrebataron el resto.

Yeltsin cada vez más alcoholizado y errático producía esperpentos diarios. Imaginamos al escondido futuro zar, contemplando las risas del presidente Clinton ante los bailes beodos del presidente ruso, con el orgullo herido del chico de barrio que perseguía ratas para entretenerse y al que los matones vapuleaban. Con su masculinidad tóxica que le llevan a derrochar testosterona como cuando se le vio acariciando a un tigre, que previamente habían sedado, o cabalgando con el torso desnudo ¿Le viene el desprecio a Occidente de esa época? Es posible, las duras represalias que está tomando lo confirman.

New Russian President Vladimir Putin takes the presidential oath on the Constitution of the Russian Federation in Moscow’s Kremlin Palace on May 7, 2000. Former president Boris Yeltsin looks on during the inauguration ceremony after having resigned on December 31, 1999.

Lo de Yeltsin no tiene forma de enderezarse. Hay que buscar sucesor; él mismo miró al lado encontrándose con el callado y centrado Putin que se había convertido en sombra complaciente del desacreditado presidente cuya conducta final es totalmente errática. Vuelve a surgir una figura que encumbra al pequeño hombrecillo de San Petersburgo, se trata del mafioso Berezovski, figura que se erigió en impulsor de la carrera de Putin hacia la presidencia ¿Qué vio en él el hombre millonario que poseía el Canal Uno de televisión entre otras empresas estratégicas?

Años después confesaría con cierto pudor que le consideraba limpio de corrupción (poca vista o poca información tenía, la verdad) Quizá es que era lo único disponible en el campo yerto de la nomenclatura rusa del momento, es posible que la propia inacción de Putin le convirtieran en aceptable y manejable. O simplemente la oscuridad de un burócrata que nunca destacó, que no dio que hablar manteniéndose en una oscura neutralidad,  sin descartar en absoluto los tentáculos del KGB que seguían activos a pesar del descredito que supuso la participación en el golpe de estado por lo que algunos de los mandos fueron detenidos. Lo que fuera que vio Berezovski en Putin, no lo sabemos con certeza, lo que  es constatable es que debió de arrepentirse mucho porque acabó exiliado, vivo de milagro y con el Canal Uno incautado por su protegido, poco tiempo después, como consecuencia de unas ligeras criticas debidas a la incompetencia de Putin en el caso del Kurst

https://www.bbc.com/mundo/noticias-53637665

Retrocedamos, en 1998 Putin fue designado director del Servicio Federal de Seguridad (FSB) a la sazón sucesor del KGB. En 1999, es nombrado primer ministro. El diciembre, justo en la alocución de fin de año, un  Yeltsin derrotado, renuncia y nombra a Putin presidente en funciones. Marina Salié, que ve las noticias, se enfada mucho al comprobar que los responsables de la terrible corrupción de San Petersburgo, uno está disfrutando su riqueza en París y el otro es presidente de la patria rusa. Escribe una diatriba elocuente y documentada contra Putin pero nadie o casi nadie le hizo caso. La marginaron totalmente;  en una visita a la oficina de Yushenkov (alcalde de San Petersburgo) donde pretendía hablar en privado con el fin de explicarle lo investigado, Marina, cuenta que en el despacho donde la recibe el alcalde, había un hombre extraño mientras ella discutía  permanece en tenso silencio… Les acelero el relato porque tal como imaginan ,Seguei Yushenkov, que mostró atención a lo referido por Marina fue tiroteado en la calle y ella simplemente cerró la boca durante años refugiándose junto a una amiga en una pequeña aldea perdida de la estepa, intentando que el poder del nuevo zar olvidara que fue la mujer que descubrió antes que nadie la corrupción del nuevo zar.

¿Qué hizo el bueno del ex alcalde primer padrino de Putin, Anatoli Sobchak al enterarse de que su protegido era presidente? Lo adivinan…regresó a Moscú donde Putin le nombra Portavoz Autorizado, cuyo trabajo consistía en recorrer el país contando las excelencias del nuevo amo de Rusia. Algo enfadó al zar Putin, porque a Sobchak se le fue la lengua en contra del KGB  y  cuando se dirigía a hacer campaña a Kaliningrado, se empezó a encontrar mal de salud muriendo el veinte de febrero. La causa oficial de su muerte fue paro cardiaco, incluso se ven en los actos del sepelio a un Putin lloroso y contrito. Poco después la fiscalía de Kaliningrado no las tenía todas consigo abriendo una investigación que cerrándola al poco tiempo…o fue cerrada. Los dos guardaespaldas de Sobchek tuvieron que ser tratados por intoxicación, según investigación del periodista Arkadi Vaksberg. Comenzaba la mano de Moscú a mecer los sulfurados venenos destinados a quien le salía respondón. El coche del periodista curioso que investigó la muerte de Sobchek,  pocos meses después voló por los aires, suerte que él no estaba dentro, lo que le hizo tomar al decisión de marchar definitivamente  de Rusia.

A la vez, tuvieron lugar entre el cuatro y el dieciséis de diciembre de 1999 un bloque de atentados en Moscú, Buinaksk, Volgodonsk, en donde fueron asesinadas más de trescientas personas contabilizándose  más de mil heridos. El miedo hizo mella en la ciudadanía. El veintidós de septiembre del mismo año colocaron un artefacto en un edificio, cuyos vecinos habían visto a dos personas  dejar  el paquete que sería desactivado ante el aviso del vecindario. El edificio fue desalojado y todo quedó en susto.  Al día siguiente, Putin, sin mayores pruebas, envía un bombardero a la ciudad chechena de Grozni que padecieron sus descargas dejando un reguero de muerte. Los dos detenidos que habían colocado las bombas no eran chechenos, sino miembros del FSB (una de las agencias de la KGB) Lo cual produce altas sospechas de que los atentados, tanto el fallido como los que produjeron víctimas, fueron de falsa bandera. El miedo, el terror producido por las bombas era el mejor seguro para que la población se arrojara en brazos de un jefe fuerte que prometía devolver los golpes con dureza a la vez que culpando al separatismo checheno. Los atentados le sirvieron para que el pueblo ruso votara en masa al “salvador” de la patria.

Putin es investido presidente entre el miedo y la tensión del país. Poco después se asaltan las oficinas de magnates poco dóciles al sistema, además de los estudios de televisión que emitían un programa satírico sobre Putin, su presidente Vladimir Gusinski fue encarcelado  con imputaciones no demostrados hasta que renunció a todos sus cargos y propiedades huyendo del país. El zar se deshace de quien le hace sombra además de despojarlos de todas las empresas que caen en sus manos y en la gente de probada fidelidad.

El antiguo disidente, Yuri Samodurov, dice al respecto: “Que tiempos tan miserables nos ha tocado vivir, en los que tenemos que defender a gente que no nos gusta en absoluto, como Guisinski y Berezovski. Hubo una época que vivíamos bajo un estado dictatorial que tenía dos rasgos principales; el terror totalitario y la mentira totalitaria. Espero que el terror totalitario ya no pueda volver a nuestro país, pero hemos entrado en una era de mentira totalitariaEl hombre sin rostro,pag 173

El doce de agosto del año 2000 se produce un hecho que nos define al personaje. Al menos quedó grabado en la memoria de mucha gente de forma indeleble. A nivel personal me quedó  claro el calibre del tipo que lideraba Rusia. Un submarino de propulsión atómica de clase Oscar II K-141, llamado Kursk naufraga en el Mar de Barents. La mayoría de la tripulación muere en el acto. Sobreviven veintitrés que se trasladaron a una sección no afectada por el naufragio a la espera de ser rescatados. La tripulación era inexperta, careciendo de entrenamiento para esas maniobras, algunos de los torpedos estaban caducados, precisamente uno de los que se incendió provocando el accidente era uno de ellos.

 

Durante cuatro días la Armada rusa falló en el intento de salvar a la tripulación. Los países occidentales brindaron ofrecimientos de prestar ayuda y tecnología para salvarlos. Putin se negó, por orgullo y porque temía que se desvelasen secretos atómicos de la nave y quedase al descubierto la ineficacia de la flota rusa. Los días se apuraron hasta que diez jornadas después buzos británicos y noruegos consiguieron el permiso de Putin, para entrar encontrándose a todos muertos. El oxígeno del recinto se había acabado y murieron asfixiados. Durante días los golpes que la tripulación viva se escuchaban en las aguas del océano, incluso las cámaras de televisión retrasmitieron ese ruido de socorro. Lentamente el sonido fue apagándose hasta llegar el silencio.

¿Qué hacía el zar de Rusia mientras tanto? Pasearse con una moto acuática en su dacha veraniega de Sochi, en el Mar Negro. La televisión rusa le mostró bronceado y sonriente sin inmutarse lo más mínimo por haber perdido a su gente. No volvió a Moscú hasta siete días después de la tragedia. Ni Mazón mostró tanto desapego hacia las víctimas.

Poco tiempo después se reunió con las familias que habían perdido a sus seres queridos, las cuales  le increparon con furia,  lo que demostró al impasible hombre del Kremlin que las multitudes no eran lo suyo. No le gustaba al espía que fue, recibir reprimendas de las familias de las víctimas a las que gritó y trató con displicencia. Tampoco los medios le mostraron  aquiescencia lo cual le enfadó de verdad compareciendo ante las cámaras culpando a elementos externos y a los enemigos de la patria de lo ocurrido y tornándose de verdugo en víctima. Nada nuevo en el mundo de la política.

https://elpais.com/videos/2024-03-24/video-el-otro-gran-atentado-en-un-teatro-en-moscu.html

El veintitrés de octubre de 2002 hay un brutal ataque terrorista de los chechenos en el corazón de Rusia. Cuarenta combatientes armados entraron en el Teatro Dubrovka de Moscú, que solo le separan del Kremlin cinco kilómetros. Dispararon al aire justo cuando unos bailarines de claqué se reunían en el escenario. El jefe de los rebeldes, Movsar Barayev, solicitaba que cesaran los ataques a Chechenia que se venían produciendo desde los supuestos actor terroristas de 1999.  En vez de negociar –Putin no negocia jamás, considera una falta de hombría sentarse a hacerlo- se cableó el edificio, mientras mujeres conocidas como las “Viudas Negras” parecían llevar explosivos alrededor del cuerpo. Siguió una rocambolesca historia  en donde se introdujo gas por el sistema de ventilación para adormecer a los atacantes. Se cree que se utilizó un derivado del fentanilo. El gas dejó inconscientes a los rehenes que estaban hambrientos y agotados y a algunos de los terroristas, poco después se emprende un asalto al teatro donde las fuerzas del ejercito matan a los terroristas, incluidos los inconscientes que fueron tiroteados en el suelo. Los rehenes fueron sacados del recinto y dejados en la calle tirados, acostados boca arriba. Las ambulancias tardaron noventa minutos en llegar y sin la equipación debida para salvarlos la vida…No hay cifras totales, pero se sabe que murieron, debido a la desatención, más de ciento treinta rehenes. En todos los ataques (de falsa bandera casi seguro) Putin demuestra una total falta de empatía con las víctimas. Le interesa castigar a los culpables minimizando el dolor y la muerte de inocentes. Volvemos a ver al salvaje del patio de San Petersburgo.

 

María Toca Cañedo

Continuará…

Sobre Maria Toca 1755 artículos
Escritora. Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz. Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina Coordinadora de #LaPajarera. Articulista. Poeta

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