Desatino y xenofobia.

A hand symbolizing the prevention of illegal immigration, refugees and asylum seekers from entering the country.

En estos días se ha hablado respecto a la negativa del Gobierno de Cantabria a continuar con el proyecto del Centro de Refugiados en Camargo (Cantabria). El argumento que ha expresado la Presidenta del Gobierno Autonómico, Maria José Saenz de Buroaga (PP), es que dicho centro para la atención a inmigrantes se puede situar en otro lugar del estado (¿? ¿?) y que pretende destinar el antiguo edificio del Hospital Psiquiátrico de Parayas, donde se iba a constituir el Centro de Refugiados, a un lugar de atención para ancianos, discapacitados y personas con enfermedades mentales. Todo ello cuenta con el apoyo solidario del Alcalde de Camargo, Diego Movellán (PP). Dicho cambio de la actividad inicial y uso concreto supone la pérdida de una subvención de 30 millones de euros del Ministerio de Inclusión Seguridad Social e Inmigración, cuyo titular es José Luis Escrivá (PSOE), que a su vez proviene de una ayuda de la Unión Europea para ese específico proyecto de ayuda a refugiados y no para otro proyecto. Hasta aquí el resumen de la situación.

 

Este hecho trae a mi mente el triste y vergonzoso recuerdo de la Residencia Marcano, una residencia pública de ancianos en un lugar privilegiado cerca de la playa del Sardinero. Aquella que en 2012 el Gobierno de Cantabria, bajo la presidencia de Ignacio Diego (PP), cerró por deficitaria y vació de ancianos a los que recolocaron de forma apresurada en otras residencias, que ya no eran de titularidad pública, sino concertadas o privadas y que evidentemente supuso un coste superior para los ancianos residentes. Una vez vacío el edificio se intentó adjudicar en varias ocasiones a alguna entidad privada sin que ello fuera posible, malvendiendose finalmente a una empresa (de la que desconozco su relación con quien comenzó el desaguisado pero me lo puedo imaginar) que, ¡oh! maravilla de las maravillas, ha destinado el edificio a ¡residencia de ancianos! Residencia La Pereda se llama ahora. Publicitan 180 plazas para ancianos que, según me  informan, pagan más de 2500€ al mes. Es decir vaciaron el edificio de ancianos por ser deficitario y ahora lo llenan de ancianos y da beneficios. Eso incluso con una importante inversión por parte de los nuevos propietarios en adecuar las instalaciones. No hace falta decir que los actuales residentes pagan bastante más que los anteriores.
Por definición hay ciertos entornos que son deficitarios. La Sanidad, la Educación y… la Dependencia. Nadie podrá quitarme de la cabeza a los pobres ancianos «desahuciados» de la Marcano. Si ahora es un proyecto viable, a pesar de la gran inversión efectuada, ¿no pudo serlo en su momento? Y aunque no lo fuera, ¿no es la mejor manera de dedicar nuestros impuestos que en ayudar a quien lo necesita?
Tras repasar esta historia trataré de detallar lo que creo que pasará con el nonato Centro de Refugiados. El Gobierno de Cantabria (PP) y el Ayuntamiento de Camargo (PP) proseguirán con su negativa en instaurar el Centro de Refugiados, lo que les supondrá la pérdida de los 30 millones de euros de subvención por parte del Ministerio (PSOE). Como ambos, Gobierno y Ayuntamiento, tampoco tienen posibles, léase dinero, aprovecharán la circunstancia para victimizarse por la situación, endiablando al Ministerio como autor de la fechoría que impide que Camargo y Cantabria posean un nuevo lugar de atención a ancianos, discapacitados y personas con enfermedades mentales. El tiempo pasará, como la canción de Casablanca, y el antiguo edificio del Hospital Psiquiátrico de Parayas envejecerá tanto que será casi inaprovechable. Entonces, otra vez por arte de magia, aparecerá un benefactor que, a bajo precio, se hará cargo del mismo e implantará una residencia de ancianos que seguro será rentable y proporcionará a su propietario pingües beneficios. Y Camargo y Cantabria se quedarán sin Centro de Refugiados, que genera puestos de trabajo, y sin residencia pública. Por que puestos a tener una residencia privada, que se haga, que se le den todas las facilidades pero si hay necesidad residencial pública que se haga con nuestros impuestos, que para eso los pagamos.
Por qué ya está bien el desmontar lo público para favorecer lo privado.  No tienen reparo alguno en cargarse o aprovecharse de lo público en beneficio de alguien en concreto. Este liberalismo desaforado nos lleva a adelgazar la estructura pública en ámbitos esenciales para el mantenimiento del estado del bienestar. ¿Dónde está escrito que lo público no funciona y lo privado si? Lo deleznable es que una vez privatizado ciertos entornos, en caso que no sean rentables, solicitan ayuda del Estado. Las autopistas radiales por ejemplo que nos han costado 3600 millones a todos. Es una desvergüenza total.
Pero quiero ser autocrítico y no repartir culpas y responsabilidades a los demás sin mirarme al espejo. La responsabilidad de que todo esto suceda es nuestra, que a pesar de todas estas actuaciones y atrocidades los seguimos eligiendo. Parece que sus acciones no tienen rédito electoral negativo, lo que dice muy poco bueno de nosotros, y tienen una maquinaria de limpieza de imagen, medios de comunicación fundamentalmente, realmente extraordinaria.
Mas allá del impacto económico y laboral del Centro de Refugiados este proyecto es una demostración de solidaridad internacional con los más necesitados. Y si es necesaria una residencia en Cantabria para ancianos, dependientes y enfermos mentales, pues se busca dinero donde sea y se hace. Por que Cantabria es, o debería ser, solidaria y empática con quien lo necesita. ¿O es que tenemos tan corta la memoria que no recordamos a quien eso lo fueron con nosotros cuando lo necesitamos?

Finalmente quiero tener presente el poema «Y por mi vinieron» de Martín Niemoller. ¿A qué jugamos? ¿A enfrentar necesidades de los más necesitados? ¿A encarar a los que menos voz tienen? Me parece maquiavélico e inmoral y trasluce un tufillo xenófobo  indecente. Ya está bien de justificar decisiones faltas de ética con injustos enfrentamientos. Por que, si no hay dinero suficiente para la creación de centros de atención a ancianos, discapacitados y enfermos mentales ¿Cómo se puede anunciar una rebaja de impuestos y la anulación de otros?

Armand Comín.

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