
Intento mirar esta serie con ojos de niña y reconozco que me puede. Me sobrecoge la emoción desde las primeras escenas al contemplar un rostro desolado por la tristeza y el desamparo. La pequeña Ane, con e, como le gusta ser llamada, es una huérfana que sufre un terrible error. Una familia al fin accede a adoptarla cuando un terrible telón de soledad vuelve a cernirse sobre ella al esperar un niño la familia adoptante, que les ayude en las tareas de la granja y llegarles la desaliñada y flaca pelirroja . Es entonces cuando la carita feucha, con pecas y el vidrio encantado de unos ojos que hablan a la cámara se nos mete en el alma. Conforme los capítulos transcurren el encanto sube varios enteros al encontrarnos con la lucha de la pequeña por ser aceptada y la contrariada sociedad que se empeña en lo contrario.
La serie está basada en las novelas de L.M. Montgomery, Ana de las Tejas Verdes, cuenta la historia de una huérfana acogida en un orfanato y en diversas casas de acogida en el siglo XIX, ambientada en Canadá. Los paisajes inmensos de la isla en que se desarrolla la vida de Ane son parte de la trama, haciendo que la fotografía sea un placer visual que contemplamos extasiadas de la belleza que trasmite la cámara.
La interpretación de Amybeth McNulty es perfecta, dando el punto de sensibilidad y entusiasmo a un personaje que parece hecho a su medida. Las expresiones de su rostro, sus carreras campo a través, las lágrimas, los rimbombantes discursos a pura lírica, los gritos…nos conducen a enamorarnos de esa niña pelirroja y feucha hasta verla magnífica. Le acompañan en el protagonismo de
Pero la serie Ane con e es mucho más que belleza y amistad. En cada capítulo trata temas escabrosos, el rechazo al diferente, el racismo, la incomprensión, la homofobia, la crueldad, el abuso… Sobrevuela por cada capítulo una asfixiante sociedad patriarcalizada hasta la extenuación en la que Ana y sus amigas, se ahogan. No mantienen una actitud pasiva, sobre todo la adorable pelirroja, al contrario, su comportamiento en momentos asalvajado trastoca a la comunidad en la que conviven con gente bien pensante, quizá buena de corazón pero a la que la costumbre y los convencionalismos sociales les hace ser despiadados y crueles. Cada uno de los capítulos nos desgrana un problema, sumergiendo al espectador en la terrible experiencia del rechazo activo y pasivo, devolviéndonos la esperanza –como en un cuento de hadas o una fábula dickensiana- ante la lucha enconada que las protagonistas activan y el despertar de muchas de ellas ante el revulsivo que les supone la actitud rebelde de la pelirroja.
Con una fotografía magnífica, como hemos dicho, una ambientación cuidada y exquisita (el hogar de los padres adoptivos es enternecedor, casi olemos la naftalina) con un cuidado del detalle, la interpretación también es notable en todos los integrantes, la música, la agilidad de los diálogos. Tan solo le pondría dos inconvenientes: abusa del sentimentalismo lacrimógeno y nos deja con un final demasiado abierto…a falta de un seguimiento que esperemos se produzca en tiempo razonable dejando varias historias sin un desenlace .
En Neflix para todos ustedes.
María Toca©
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