
Me tiembla el pulso. De rabia. Lo confieso, también un poco de pena. De todos los males que nos han acusado a las feministas, el de querer acabar con la literatura, es el más perverso. Y lo hace él. Lo hace el escritor al que admiro y he leído con devoción desde que era púber y descubrí La ciudad y los perros. Lo hace un hombre conservador, es cierto, pero muy inteligente, del que Rosa Montero dijo que quizá era el entrevistado más listo con el que se había topado. Mi admirado Varguitas.
¿Qué es lo que no entiendes, Varguitas? Porque hacer una crítica a la temática de la literatura no es anularla ¿Se te ha corroído tanto tu mollera comiendo Ferrero Rocher que se ha anquilosado ante la percepción de que dices estupideces que ni tú mismo te crees?
No, Varguitas, me permitirá una pequeña explicación. Lo que el viento se llevó, es una enorme película, la habré visto más de veinte veces, puedo recitar diálogos enteros. Me gusta todo de ella. Sin embargo, Varguitas, es una peli racista hasta el paroxismo. Y la veo y la juzgo. Amo con el más profundo de los amores a don Benito Pérez Galdós, no obstante, observo en su literatura un tufo patriarcal tremendo. Le sigo leyendo con devoción, considero que mi religión es galdosiana, pero lo constato porque existe y al existir lo veo. Y lo cuento. ¿Menoscaba esa explicación el genio de Don Benito? No, pero el mío si no lo constatara, sí.
¿Quemamos libros las feministas? Jamás, querido Varguitas. Ni queremos, ni pedimos censura. Constatamos una realidad y por eso usted nos insulta. Defenderemos con una saña que usted desconoce, la libertad, no lo dude, pero sí leemos lo que hay. Y lo que hay es que en Lolita (maravillosa, grande, suculenta novela de Novókov que he leído dos o tres veces con veneración) hay pederastia. Como hay machismo en la novela y el cine negro, como hay apología de la prostitución y una visión sesgada, maniquea y falsa, muy falsa, en sus novelas, como la de Pantaleón y las visitadoras. Y más. ¿Dejo por ello de adorar sus libros? no. Y eso es lo que me diferencia de usted, además de no ser una genia, no tener el Nobel y no gustarme la vida encapsulada que lleva, querido: El que soy capaz de distinguir el trigo de la paja.
Si los ojos feministas analizan la literatura, el cine, el arte en general y señalan su machismo, no es censura… Tan evidente que me parece insultante tenerlo que decir. Es estudio comparativo y social. No queremos quemar libros, queremos que se siga escribiendo con otra perspectiva, porque al poner el ojo en la distorsión patriarcal, cambiamos de mira. Y de eso se trata, porque la literatura es vida, y la vida no puede vivirse sin arte. Si la literatura es machista, racista o xenófoba, la vida se impregna de esos valores negativos. Escribir es el acto sublime de libertad porque creamos universos donde habitan seres tan reales como nosotras. Si estos seres son tan dispares bueno es señalarlos. No para borrarlos, no nos insulte con su exabrupto, querido Varguitas, pero sobre todo no se insultes a usted mismo, con esas aseveraciones tan perversas y estúpidas. No son dignas de una mente preclara por mucho que se encuentre obnubilada por circunstancias que se me escapan. Una pena, porque desde ahora voy a considerarle mucho menos listo. Más alienado.
María Toca
Es difícil. Si es la voz del escritor siendo machista y racista o todas las demás aseveraciones si que se debe mirar con cuidado su obra. Si es la voz de los personajes lo perdono, porque así tu dices, es la realidad, y si el contexto de la historia y el personaje lo amerita no queda más. Hay que hablar de prostituta, se habla de prostitutas, hay que hablar de supremacía blanca (porque así piensa el personaje) se habla.
No se, la verdad, a cual de las dos te refieras, porque las obras de Vargas Llosa no las he leído, a otros escritores latinos si, pero a él no. Desconozco si es la voz del escritor o la voz del personaje.
Lo siento, pero me gusta Vargas. Y a él, le gustan las mujeres.
dices que no censuras, pero intentas regular al decir «queremos que se siga escribiendo con otra perspectiva», y añades que la literatura debe impregnar la vida con valores positivos. Esto, para mi, linda con la censura, una censura velada. En esto hay que tener mucho cuidado porque el arte en general no tiene una función moralizadora en la sociedad, si le damos esa función tendríamos que modificar el concepto mismo de arte.
A mi me parece un gran escritor Vargas Llosa, pero deje de leerle hace años por éso, por machista y racista encubierto. Volví a leerlo con El Hijo del Celta, y ahí me encontré con que es un incoherente redomado; ¿o sea que exalta a un patriota irlandés del IRA ( movimiento independentista que triunfo a primeros del siglo X X en Irlanda) , pero se permite atacar a movimientos de la misma índole que se dan actualmente en España, pero pacifistas???
Seamos serios.
Gracias Maria por tu mente clara.