Manuela Ballester

 

 

«En sus retratos no hay ninguna idealización, pero sí una expresividad intensa y nada convencional, que correspondía al afán de autenticidad e introspección psicológica. Respetaba la intimidad del modelo, copiando fielmente la realidad, sin interferir en ella. Dejaba ya no que aflorase la interioridad, sino que fuera esta la que modelase el gesto y la figura».77

Manuel García, sobre los retratos de Manuela Ballester.

 

Manuela Ballester nace un diecisiete de noviembre en Valencia. Sus padres son Rosa Vilaseca, modista de gran talento, muy importante en la vida de Manuela  a la que trasmitió el amor  por la ropa y las telas. El padre Antonio Ballester, imaginero y profesor de la Escuela de Bellas Artes de San Carlos. En el estudio de la casa familiar, Manuela pasó la infancia trasteando con los colores, dibujando y jugando entre las obras paternas. A los catorce años entra en la escuela de Bellas Artes teniendo como profesores, además de a su padre, a Ferrer Calatayud, Isidoro Garnelo, Francisco Paredes, Gonzalo Salvá, Ricardo Verde. Enseguida destaca por su talento con los pinceles y  grabados, también tiene como compañero de estudios a Josep Renau con el que más tarde se casaría.  No tiene fácil los estudios en la escuela ni en el ambiente artístico ya que las mujeres no son bien vistas y se las boicotea de forma sutil, además  de ser escasas las  que estudian en Bellas Artes. El padre la impulsa a viajar a Madrid y visitar el Prado, en donde queda deslumbrada por Goya, el Greco y sobre todo por  Velázquez al que consideró su maestro.

 

Terminados los estudios, el veinte de octubre de 1929, la encargan que diseñe la portada de la nueva revista que comienza su andadura en Valencia, Blanco y Negro, con la que emprende una colaboración habitual. Son los momentos de eclosión artística en la ciudad del Turia, conformando lo que luego se dio en llamar Generación del 30, formada por Francisco Carreño Prieto, Francisco Badía, José Sabina, Ricardo Rosso, Juan Renau, esposo de Manuela,  Berenguer, María LabranderoRafael Pérez Contel y Tonico Ballester, hermano de Manuela y también artista. Este grupo tiene varias influencias, incluida la dadaísta.

 

En ese tiempo colabora con la revista Estudios y en 1930 gana un concurso de postales de Editorial Cenit, también ilustra el libro recién editado  de Sinclair. Comienza una prolífica etapa de exposiciones y colaboraciones con revistas. En 1932 contrae matrimonio con Josep Renau, artista exitoso de carácter muy fuerte que de alguna manera condicionó el talento de  Manuela porque, sin quererlo,  se convierte en su sombra, eclipsada por el genio y el reconocimiento que tenía Renau. Como pasa en numerosas ocasiones, algunas de las obras de Manuela fueron puestas en duda por los críticos adjudicándoselas a Renau, hasta que estudios pormenorizados de la obra de Ballester demostraron el equívoco.

Durante los años republicanos,  Manuela  se contagia de Josep la pasión y la  implicación política,  pasa a concienciarse participando de formaciones que imparte a mujeres analfabetas por los diversos pueblos del país. Sigue trabajando en  su obra, además tiene dos hijos y el carácter de Renau condiciona la vida en pareja, en donde ella toma una postura de tolerancia ante los exabruptos del pintor y se supedita a su talento.

La madre de Manuela, Rosa, siempre estuvo a su lado, ayudándola en las tareas de crianza, fue imprescindible para poder realizar un trabajo tan absorbente como el artístico, cosa que años después, Manuela, reconoció diciendo que nunca hubiera podido desarrollar su trabajo sin la ayuda de doña Rosa.

 

La pareja comienza su militancia en el Partido Comunista, junto a otros artistas. Manuela funda en Valencia la revista Pasionaria, con grabados suyos de gran calidad. Su hermano Tonino los acompaña en la militancia. La familia, tal como expresa su hermano Antonio se siente parte de un tiempo y una clase social. Dice:  “Éramos un grupo de artistas, que no éramos proletarios; éramos de la clase más o menos liberal (…) Militábamos en el Partido Comunista y en la FUE, (Federación Universitaria Escolar) (…) Llevábamos exposiciones a los centros obreros, a los sindicatos, y organizábamos exposiciones nuestras en vez de las galerías, en sitios donde estaban los obreros”.

 

La tarea que se impone Manuela durante ese tiempo, fue luchar y posicionarse a favor de la República. Josep Renau es nombrado Director General de Bellas Artes, una de sus tareas importantes era guardar y salvar el tesoro artístico del Prado, con lo que  Manuela colabora activamente. También organiza, Renau, con la colaboración de Ballester el Pabellón de España para la Exposición Internacional de  Paris. Además, Manuela realiza mítines poniendo en valor la tarea liberadora de la mujer, continuando con  las clases de alfabetización y colaborando estrechamente con la Sección Femenina del Partido Comunista, y con la Escuela Femenina Lina Odén, durante todo el intenso año de 1937.

En 1938 el matrimonio, los hijos y doña Rosa, se trasladan a Barcelona, allí Manuela sigue con sus trabajos en la Sección de Propaganda del Comisariado General del Ejercito de Tierra, hasta que la guerra acaba con la derrota republicana. Manuela con sus hijos, y doña Rosa, tiene que marchar al exilio atravesando los Pirineos. Manuela lleva en brazos a su hijo pequeño durante la travesía que realizan andando y sin apenas medios económicos. Durante la noche, se pierden por los caminos pirenaicos, hasta que un grupo de hombres las encuentra heladas y asustadas invitándolas a compartir un fuego y poco después, guiándolas hasta Le Perthus.  En el puesto fronterizo, desde donde abandonan España para siempre porque Manuela Ballester jamás tornó a su amada Valencia, contemplan con horror la desesperación de los refugiados. En sus palabras: “«El espectáculo dramático de mujeres clamando por sus hijos perdidos o muertos durante el éxodo era impresionante. Las colas inmensas de refugiados».

Josep Renau  había quedado en Barcelona realizando los últimos trámites de su trabajo para el gobierno de la República, y poco después también consigue salir hacia el exilio. Es confinado en Argelés-sur-mer, en el campamento de oficiales republicanos en donde se encuentra con viejos amigos de Valencia y del mundo artístico al que pertenecía. El SERE,  (Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles) , les indica que se dirijan a Toulouse donde la familia vuelve a reunirse. Renau, tiene salvoconducto para evacuar a toda la familia a EEUU, también recibe invitación de la URSS por su ideología comunista y la enorme  labor que ha realizado durante la guerra, pero Josep, ha conocido la obra muralista de Siqueiros y decide marchar a México por la gran admiración que le produce el pintor mexicano, donde son recibidos por la colonia del exilio española con cariño y respeto.

Manuela queda deslumbrada por el colorido y la exuberancia mexicana. Sin perder la nostalgia que siente por su Valencia perdida, comienza una relación de amor hacia el nuevo país que los acoge. Visita pueblos, mercados, realiza estudios sobre la vestimenta popular mexicana,  emprende trabajos sobre la misma,  realiza cuadros influida por el colorido y la belleza del arte popular azteca, mientras Renau funda una revista de Estudios de la Imagen con la colaboración de Manuela. que además realiza muchos trabajos como ilustradora de calendarios para imprenta y también grabados para diversas publicaciones.

En México nacen sus tres hijos siguientes. En total, el matrimonio tiene cinco hijos: Ruy (nacido en Valencia el 17 de mayo de 1934), Julia (nacida en Valencia el 23 de marzo de 1937), Álvaro Totli (nacido en México D.F. en junio de 1940), Teresa (nacida en México D.F. en 1943) y Pablo (nacido en México D.F. en diciembre de 1946).

Viven en un caserón grande,  donde reciben a artistas y refugiados españoles constantemente, doña Rosa, cocina para todos los invitado, platos típicos valencianos, que son muy celebrados. La conocen como la Yaya de España. Uno de aquellos invitados, cuenta a un nieto de la pareja: «Estando en México vivíamos prácticamente todos alrededor de la Yaya, era una casa y ambiente de luz de alegría  donde todo el que llegaba comía un arroçet de la Yaya. Yo así lo recuerdo. Allí estaban los Gaos , los Renau, los Buñuel, los Del Toro, los Gay, los….todos querían mucho a la familia y se llegó a decir que la yaya era La Yaya De México. Rosa Vilaseca como se llamaba (madre de Manuela) fue una mujer extraordinaria pero muy sencilla y modesta”

Manuela se siente bien en el nuevo país, sus últimos hijos han nacido mexicanos y los dos anteriores llegaron siendo pequeños por lo que son criollos; sin olvidar su Valencia se integra en México perfectamente. Josep Renau decide en 1959 marchar a Berlín Oriental, a donde le sigue Manuela y los hijos pequeños del matrimonio poco después. Lo que más preocupa a Manuela es la familia que ha quedado en España, como su hermano Tonino que está encarcelado por el franquismo.

Berlín es frío, opaco, a  Manuela le cuesta adaptarse, no sabe alemán y todos sus amigos han quedado en México. El gobierno de Alemania del Este se porta muy bien con ellos cediéndoles una casa magnifica y poco a poco van integrándose. El matrimonio, a esas alturas, está roto. El carácter de Josep Renau es intransigente, tiránico y absorbente, poco después de su llegada, se divorcian pero jamás dejaron de considerarse familia. Cuando Renau muere en 1984,  le acompañan los hijos y Manuela también.

Manuela recibe otro golpe devastador durante su estancia en  Berlín, su hija Julieta, con quien tenía una relación muy especial, se suicida. Ella, divorciada de Renau, vive en un modesto apartamento con otra de sus hijas, mientras el hijo se ha quedado con el padre.

Manuela Ballester sigue trabajando, produciendo su magnífica obra que está expuesta en diversos museos del mundo, colaborando con México, con quien jamás romperá lazos y produciendo sus obras bajo el influjo recibido en ese país que tanto amó,  hasta que en 1994 muere en Berlín. Jamás volvió a su Valencia añorada, tampoco   a México, aunque sabemos que no le olvidó.

Manuela Ballester, vivió a la sombra de un hombre genial pero tiránico y narcisista. En unos tiempos terribles de guerra y exilio, colaboró con las causas en las que creyó y se implicó en ayudar a su gente, además de producir una obra maravillosa, por lo que merece nuestro recuerdo.

María Toca Cañedo©

 

 

https://womanarthouse.wordpress.com/2020/12/22/manuela-ballester/

 

https://www.eldiario.es/comunitat-valenciana/memoria-democratica/pintora-manuela-ballester-exilio-mexico-sombra-josep-renau_132_8528281.html

 

Sobre Maria Toca 1555 artículos
Escritora. Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz. Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina. Coordinadora de #LaPajarera. Articulista. Poeta

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