María Emilia Cornejo

María Emilia Cornejo podría ser incluida en ese círculo de poetas “malditas”, de poetas y escritoras que acabaron quitándose la vida y dando comienzo a una pequeña gran historia en la que no sé si es bueno indagar o no porque, a veces, el mito tampoco necesita explicaciones.

Licenciada en literatura por la Universidad de Lima, participó en los talleres de escritura del claustro y publicó diversos poemas aunque pocos eran los que conocían su labor, hasta el punto de que sus poemas solo vieron la luz luego de fallecer.

Cornejo es considerada la iniciadora de la nueva corriente del erotismo de la poesía en el Perú. Ella se atrevió a presentar una voz femenina como yo poético que desnuda su pudor y condición de mujer para plasmar las contradicciones entre la vivencia del cuerpo y las consecuencias de sentir, amar y sufrir por ser el complemento del varón y ser ella misma. También, a través de su poesía, aunque en algunos poemas específicos, se puede valorar su preocupación social producto del momento histórico y contextual que le tocó vivir.”

Mario Huanambal.

En su poesía, María Emilia, nos habla de la experiencia amorosa y erótica de la mujer como sujeto activo en una atmósfera intimista que además logra a través de un lenguaje directo y sin eufemismos de ningún tipo.

La vivencia del cuerpo, de sus contradicciones, de sus deseos y sus íntimas afirmaciones o negaciones, así como su implicación en temas sociales, abren una nueva temática en la poesía peruana.

Su único libro, En la mitad del camino recorrido, fue publicado póstumamente diecisiete años después de su muerte.

Os dejo con algunos de sus poemas más célebres.

 

TERRIBLEMENTE TUYA

Terriblemente tuya

acudo noche a noche a la inquietud de tu cama,

bric-a-brac, bric-a-brac, bric-a-brac,

los grillos nos espían

un torrente de mariposas

cubre la desnudez de nuestros cuerpos

y celosamente conservan las ondulaciones de tu talle.

Yo guardo en mi memoria.

tus labios explorando mi cuerpo.

SOY LA MUCHACHA MALA DE LA HISTORIA
Soy
la muchacha mala de la historia
la que fornicó con tres hombres
y le sacó cuernos a su marido,

Soy la mujer
que lo engañó cotidianamente
por un miserable plato de lentejas,
la que le quitó lentamente su ropaje de bondad
hasta convertirlo en una piedra
negra y estéril,
soy la mujer que lo castró
con infinitos gestos de ternura
y gemidos falsos en la cama.

Soy
La muchacha mala de la historia.

COMO TÚ LO ESTABLECISTE.

Sola,

descubro que mi vida transcurrió perfectamente

como tú lo estableciste.

ahora

cuando la sensación de algo inacabado,

Inacabado y ajeno

invade de escrúpulo mis buenas intenciones,

sólo ahora

cuando me siento en la mitad de todos mis caminos

atada a frases hechas

a cosas que se hacen por haberlas aprendido

como se aprende una lección de historia,

puedo pensar

que de nada sirvieron los consejos

ni las interminables conversaciones con tu madre,

y esas largas horas de mi vida

perdidas

en aprendizajes extraños sobre pesas y medidas,

colores

y

sabores

y

en el vano intento de ir tras el sol

tras el vuelo de los pájaros,

de repente quiero acabar

con mi baño de todas las mañanas,

con el café pasado,

con mi agenda cuidadosamente estructurada

de citas y visitas

a las que asisto puntualmente;

pero es tarde

hace frío

y estoy sola.

 

 

TÍMIDA Y AVERGONZADA
Tímida y avergonzada
dejé que quitaras lentamente mis vestidos,
desnuda
sin saber qué hacer y muerta de frío
me acomodé entre tus piernas
¿es la primera vez?
preguntaste,
sólo pude llorar.
oí que me decías que todo iba a salir bien
que no me preocupara,
yo recordaba las largas discusiones de mis padres,
el desesperado llanto de mi madre
y su voz diciéndome:
“nunca confíes en los hombres”.
Comprendiste mi dolor
y con infinita ternura
cubriste mi cuerpo con tu cuerpo,
tienes que abrir las piernas, murmuraste,
y yo me sentí torpe y desolada.

 

 

Nina Peña Pitarch

https://ninapenya.wordpress.com/

Sobre Peña Pitarch 5 artículos
Escritora Autora de varias novelas y colaboradora de CTXT

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