Palabras y poder

Fíjate si tendrá fuerza la palabra, que conforma el cerebro. Conforma el pensamiento, o al revés que da un poco igual. Articulamos verbos, engullimos conceptos en forma de palabras y nos acomodamos a unas fónemas que moldean el alma a conformidad del adversario. Es fuerte, muy fuerte la palabra, puede derruir muros, o construirlos. Si damos el género masculino por definidor del todo, es el todo; el femenino se  relega a una parte (pequeña, difusa y difuminada)

Si hablamos de relaciones y en vez de decir deseo, decimos: consentimiento, estamos aplazando la mirada de igualdad. Cuando consentimos no deseamos: nos dejamos hacer. Cuando consentimos, dejamos el poder al otro, y lo ejerce sin miramientos. Escuchamos demasiadas veces: “consintió, no fue violada” como si hubiera gran diferencia. Y no hay mucha, no lo crean, consentir es dejarse hacer, es perder el poder para entregárselo al otro, que lo ejerce sin demasiada piedad. Consentir es bajar las armas defensivas, rendirse antes de la batalla. Consentir jamás es desear.

 

Cuando un ser humano adulto, libre, e igual, dice que firma lo que “su amo” le pone delante porque “confía” porque no tiene motivos para indagar más, estamos sublimando la pertenencia, el poder de un amo sobre una sometida. Confía en el amo, porque no se da el derecho a la individualidad. Fíjate como se prostituye la palabra confianza.

 

Fíjate si tendrá fuerza la palabra que hiere como piedra lanzada con fuerza. Cuando queremos ofender, herir en serio, utilizamos el dardo de un sarcasmo burdo, de un chiste malo que socava cual gota asesina la mente frágil o no tan frágil. A base de decir, a base de reírnos de lo diferente, de lo discordante, se han cocido dramas, complejos, heridas importantes.

Me sonrío cuando alguien se queja de que ser correcto/a es aburrido. No puedo dejar de pesar que para quién, ¿para el herido o para el ofensor?

No hay lenguaje inocente, no hay palabras sin surco. Hablar, contar la historia es tomar partido. Cosa a decidir será si lo tomamos por la victima o por el verdugo.

 

Texto: #MariaToca.

Sobre Maria Toca 1647 artículos
Escritora. Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz. Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina. Coordinadora de #LaPajarera. Articulista. Poeta

Sé el primero en comentar

Deja un comentario