Putas reguladas o abolidas

Desde hace tiempo, me devano los sesos entre dudas. Les cuento: una es hija de los ochenta cuando la libertad explosionó de forma precisa, justamente con el punto de irradiación entre las piernas. Descubierto el desmadre ochentero, el fornicio era sacramento y quien se quedara la última llevaba rayuela. Salíamos de caza como hoy se va al gimnasio. No se escandalicen, jovenzanas, era así y para ustedes quisieran aquellos buenos tiempos, que hoy estamos más de trascendencias o de botellones en los dos extremos del tapiz hispano. Entonces, como les digo, todo lo relacionado con el sexo era sujeto de apertura total. Creímos (í) que el monte era orégano y que la prostitución era un trabajo como otro cualquiera. Se utilizaba un miembro o miembra del cuerpo, tan digno como los demás. Convencida.

Hete aquí que llega el nuevo feminismo a dilapidar las creencias razonadas de las piji/progres ochenteras, entre las que me cuento. No se me solivianten por el epíteto, ¡por dios! ya ven que me incluyo. Nos comienzan a contar cosas que oímos audioplaticas las antiguas. Regulación/abolición del oficio, dicen,  más viejo del mundo…

Aquí, en #LaPajarera somos ajo común de toda salsa y decidimos indagar, pensar, preguntar y dilucidar. Ahí andamos. Les comunico que en breve tendremos a las protagonistas del cotarro dando opiniones. Y nosotras expectantes. A la idea inicial le han salido flecos y costurones y  a la que suscribe muchas dudas. Me he preguntado repetidas veces ¿si es un oficio como los demás, por qué no te dedicaste a él, en tus gloriosos treinta años, reina? Que los tuve, no se crean.  Y apreturas  económicas. Pues no, es más, si algún ladino varón osaba querer pagar algún favor con cenas o regalitos (copas, no, nunca bebí) saltaba cual tigresa hambrienta y anegaba mis palabras de orgullo herido.  Lo hacíamos porque nos daba la gana, porque nos apetecía y nuestro cuerpo serrano lo pedía. Jamás por más interés que el placentero o afectivo.Y eso me hizo pensar. A veces me respondía que todo eran convencionalismos sociales, que si no estuviéramos mediatizadas por la religión y/o la cultura no tendría mayor problema en vender mi cuerpo como vendía mis manos o mi tiempo. Pero algo rascaba por ahí. Era un rompecabezas que me empeciné en ajustar sin resultado.

Hace  poco una mujer que la van a ver por aquí con cierta frecuencia, que tiene mi respeto y admiración más profunda, Amelia Tiganus, dijo: hace años a las maltratadas también les decían lo mismo que  a las putas: sois libres, estáis porque queréis. ¿Por qué no los dejáis? Y eso, queridos lectores, me dejó noqueada.

Una no se ha prostituido, pero golpes llevó los suyos (no metafóricos, precisamente) Me flageló demasiado ese argumento como para que no mellara en mi entendimiento cuando Amelia lo expresó. ¿Eramos libres de seguir con los maltratadores? ¿Somos libres de elegir cuando hay mediatización? Cuando alguien te conduce a un camino teniendo pocos años, problemas familiares, violaciones, alteraciones emocionales, carencias afectivas ¿podemos decir en serio, pero en serio, que una joven de dieciséis o diecisiete años en situación precaria, es libre de elegir? ¿Tiene la capacidad de elegir bien?

Siento decepcionarles, amigos/as regulacionistas, putas felices no he conocido ninguna. Al contrario,  casi todas. Por tanto, abrimos el melón de la duda. Vamos a entrar en discordia entre las que abogan por abolir esa lacra y los que desean que se regule. Observen que el genero utilizado no es gratuito. Hay un porcentaje alto de varones que abogan por la regulación (muy cautos ellos, dicen que es por el bien de las chicas, porque claro, putas hubo siempre, y hay que regular sus derechos…¡Que monos! ) Hay abolicionistas hombres, como hay regulacionistas mujeres, pero menos. De ahí lo del genero. Y porque ya saben ustedes que soy dada a hacer un poco lo que me sale del moño(hipotético, esto sí)

Anden atentos a sus pantallas, no nos dejen de mano porque el tema es caliente y entraremos a saco. Muy pronto. Se les invita a que opinen, aquí abajo tienen ustedes una casilla invitadora, cuenten sus dudas, sus opiniones. #LaPajarera la hacemos entre todas/os. Menos los putañeros, esos muy lejos, please.

#MariaToca

Sobre Maria Toca 1648 artículos
Escritora. Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz. Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina. Coordinadora de #LaPajarera. Articulista. Poeta

2 comentarios

  1. Interesante tu reflexión. Aquí en Holanda es un recurrente tema de discordia en los círculos feministas, en donde también participan algunas trabajadoras sexuales.

    Estas últimas reclaman su derecho a hacer lo que se les salga del coño. En mi humilde visión, es un problema bastante complejo con muchas partes en movimiento. Las putas gravadas y con seguro médico holandesas, ya sean más o menos felices, son lamentablemente una pequeña minoría, y Holanda sigue siendo el principal destino europeo para el tráfico sexual.

    • Conozco la virulencia con que se enfrentan ambas posturas en el ámbito feminista, Iván, por eso #LaPajarera, desde la tranquilidad pretende contraponer criterios, dudas que se nos plantean con un tema tan escabroso y no olvidemos, que mueve millones de euros. Ahí estamos, intentando aprender. Gracias por tu participación.

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