
Las autoridades sanitarias inciden mucho en que evitemos contaminarnos con el Coronavirus, tienen razón, hay que evitar las fuentes de contagio. No obstante, se les olvida contarnos que el virus está ahí y no todas terminamos contaminadas. En cualquier enfermedad infecciosa ocurre lo mismo, ataca pero no con los mismos resultados a todo el mundo. La diferencia depende de nuestro sistema inmunitario, que puede ser más o menos fuerte dependiendo de varios factores.
Hemos escuchado en múltiples ocasiones lo de “infecciones oportunistas” o el argumento de que “ha cogido tal cosa debido a una bajada de defensas” Esto significa que nuestra inmunidad puede fluctuar debido a muchas causas. Tenemos una inmunidad innata y otra adquirida que es la variable. Si padecemos cualquier enfermedad, tomamos medicamentos, estamos sujetos a un nivel de estrés alto, sobre manera es decisivo el estrés emocional, nos alimentamos deficitariamente o tenemos hábitos perniciosos, nuestra inmunidad adquirida baja estando sujetas a ser invadidas por cualquier agente infeccioso o vírico. Nuestra inmunidad es como un campo de batalla, si nuestro ejército está bien pertrechado, alimentado y contento, luchará con fuerza contra las huestes enemigas que sufrirán derrotas rápidas. O huirán despavoridos frente a nuestro armamento.
Está bien evitar el contagio presencial, lavarnos las manos y tomar las medidas aconsejadas pero no es menos importante cuidar nuestro terreno, nuestro “ejercito” Os contaré unas cuantas cosas que podemos realizar a fin de reforzar las defensas.
–Ejercicio: el ejercicio es un estimulante del estado de ánimo, después de realizar movimiento nos encontramos más fuertes, más pletóricos, nuestras endorfinas confirman al cerebro que todo va bien y que estamos preparados para la contienda. En casa, podemos realizar ejercicios intensos, mejor con música movida, así uniremos a las endorfinas segregadas por el movimiento a las producidas por la música. Diariamente hagamos una buena tabla de ejercicios. Las que practiquen yoga, taichí o similar están de enhorabuena, es pura medicina y alimento para el sistema inmune.
-Evitar tóxicos: ni tabaco ni alcohol, ni por supuesto drogas ayudan a mejorar nuestro sistema inmunitario. Toda toxicidad debilita el cuerpo y la mente. Pueden proporcionar una calma o un bienestar momentáneo pero la sacudida de debilidad no tardará. En ello incluimos determinados medicamentos innecesarios. En estos momentos las autoridades sanitarias nos avisan de lo perjudicial que son los AINES, todo antiinflamatorio produce una bajada de inmunidad rápida. Intentemos tomar cosas naturales cuando sea posible y evitemos medicinas no imprescindibles.
–Alimentación sana: nuestra energía procede en su mayor parte de los alimentos, la Medicina Tradicional China, es clara (Yui Qui) en ese sentido. Nuestro organismo



–Líquidos: es importante estar bien hidratadas, nuestro riñón necesita drenar y nuestras mucosas, sobre manera la garganta, faringe y laringe, necesitan hidratación constante, la sequedad potencia que los virus aniden. Beber agua, zumos naturales, infusiones y huir de bebidas industriales azucaradas.
-El estado mental es tan o más importante que el físico para enfrentarse a cualquier problema de salud. El estrés, como decía al principio, es enemigo mortal de nuestro sistema defensivo. Actitud positiva, o paciente, mente abierta para aceptar los inconvenientes que surjan de esta situación nos ayudan tanto o más que el desinfectante, porque se trata de tener nuestro “ejercito” a punto y bien dispuesto. Música, lectura, meditación, relajación, y…sentido del humor. Reír es medicinal. Dejemos las noticias agoreras, las películas macabras para mejor ocasión, es momentos de descomprimir nuestra angustia. Nada resiste a una buena sesión de risa en familia o con amigas. Aunque sea a través del
Y por último, el sueño: Los científicos investigadores Stogan Dimitrov y Luciana Besedovsky confirman en un estudio realizado para la Universidad de Tübingen en Alemania la incidencia que la falta de sueño tiene en las enfermedades. Confirma su investigación que dormir mejora la capacidad potencial de las células inmunitarias del cuerpo. Los ciclos noche/día y la luz solar así como la oscuridad, inciden en
No se trata de optar por una cosa u otra, se trata de complementar todo a fin de enfrentarnos con todas las ventajas a la invasión virulenta. Y ya de paso si podemos mejorar nuestros hábitos de vida será un complemento perfecto y saludable.
Salud, fuerza y humor, queridas/os lectoras.
María Toca©
Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz.
Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina del Escorial (adscrito a la Universidad Complutense de Madrid)
Naturopata. Quiromasajista. Linfoterapeuta. Aromaterapeuta. Kinesiologa.
Deja un comentario