Reír

Saber reír así es como saber llevar esa camisa de hombre y resultar digna y la más moderna del mundo con el moño de la tía Bridget, luciendo las arrugas del tiempo que no se va, que se queda en algunas caras como un regalo. Con suerte, solo nos reímos así dos o tres veces en la vida y casi nunca nos fotografían justo entonces, cuando más felices somos, cuando la risa declara tu rostro y tu cuerpo territorio ocupado y pueden ver tus dientes, allá arriba, los cien pasajeros que viajan en un avión. Reírse con cada músculo, con toda la inteligencia y las ganas. Eso. Saber reír así.

Texto: Patricia Esteban Erles

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