Reivindicación de don Ernesto Castillo Bordenave

 

 

 

De las infamias derramadas a lo largo de los cuarenta años de franquismo, propaladas, incluso, por historiadores franquistas y trasladadas al momento actual por la inercia que da por olvidado el proceso memorialistico, la cometida con Ernesto Castillo Bordenave, raya en lo  escandaloso. En la investigación exhaustiva que realicé y realizo para las guías de Memoria que decidimos conformar con el fin de popularizar el conocimiento de nuestra historia me topé con el nombre de este alcalde de Santander pero no santanderino, una y otra vez, hasta convertirse en lugar común que me iba fascinando conforme lo conocía.

Como en tantas ocasiones, las pesquisas sobre don Ernesto me condujeron (como no) a publicaciones realizadas hace años por mi admirado y querido, José Ramón Saiz Viadero. Sus archivos se encuentran en periodo de traslado, después de que el despiadado (me muerdo la lengua adjetivando de esta forma) ayuntamiento de Toranzo, desmantelara y cerrara la Biblioteca Saiz Viadero, que con esfuerzo de hormiguitas creó José Ramón  y ayudamos a llenar, las personas que le queremos y admiramos su obra y trabajo. Tanto insistí en que me encontraran las fuentes publicadas por Ramón años atrás que, al fin, recibí con regocijo el texto publicado en 1999 por Saiz Viadero,

ERNESTO DEL CASTILLO BORDENAVE Y SU PROYECTO DE 

            RECONSTRUCCIÓN URBANA DE SANTANDER incluido en el libro colectivo, “El exilio republicano en Cantabria. Sesenta años después” (UNED, Santander, 1999). 

  

 

Don Ernesto Castillo Bordenave, el llamado alcalde Piqueta, por las malas lenguas -luego explicaremos el porqué de ese injusto apodo- nació en Veracruz, México, trasladándose a España con el fin de finalizar sus estudios de farmacia. Se instala en Santander una vez finalizados los estudios montando su farmacia. Casi al tiempo del que luego sería León Felipe, cuyo nombre autentico era Felipe Camino Galicia, se instalara también en la ciudad, inaugurando la  farmacia que aún sigue resistiendo, situada enfrente del Mercado de la Esperanza.

Se ve que a don Ernesto le picó la insolente curiosidad política en unos años convulsos para nuestro país, porque le encontramos formando parte de la Corporación municipal, al frente de la concejalía  Obras Públicas, destapándose de golpe las pasiones que marcaría su vida: el urbanismo y la ciudad de Santander, a la que amó con una pasión poco correspondida.

Las alternancias políticas de don Ernesto son peculiares, pues pasó de militar en el partido monárquico del conde de Romanones a convertirse en un convencido republicano. Sale escaldado del monarquismo debido a la descomposición moral y política del rey Alfonso XIII y sobre todo cuando ve la aceptación del monarca de la dictadura promovida por Primo de Rivera. En todo caso, se constata durante su trayectoria, una moderación ideológica bastante concisa.

Tuvo sus más y sus menos en el partido republicano,  no  tanto por  veleidades ideológicos, sino por los más prosaicos que se ocasionan en enfrentamientos personales con el resto de la militancia. Saiz Viadero, le describe de “talante arrollador y personalista” con lo que entiendo queda bien definida.

La dictadura primorriverista hizo lo que es propio de las autarquías, suspendió las corporaciones democráticas y mandó a casa a los concejales y alcalde elegidos por el pueblo,  para nombrar una nueva corporación a su gusto y manera sin las veleidades democráticas por lo que don Ernesto se vio obligado a dejar la política, imaginamos que con el consiguiente enfado, lo  que le hizo pensar que la monarquía y la democracia no casaban bien, postulándose ya para siempre en un republicanismo concienzudo.

https://www.lapajareramagazine.com/centenario-del-desastre-de-annual-y-del-colonialismo-espanol

Llegados a 1930 cae Primo de Rivera, víctima de corrupciones que tenían a la guerra de Marruecos como sumum de la descomposición política española. Era tal el escándalo producido por la guerra colonial, conformada para producir riquezas al rey, al conde de Romanones y los sicarios que mandaban al pueblo a la picadora de carne que suponía la pelea que pobres y hambrientos españoles mantenían en el norte de Marruecos, que se decidió abrir una investigación, llevada a cabo por el general Picasso (tío del pintor) Cual serían los resultados de dicha investigación que no se publicó y el pobre general Picasso, tan honrado y trabajador, se vio defenestrado de la carrera militar. Al caer la dictadura, como decimos, se convocan elecciones municipales con un resultado arrollador en favor de partidos republicanos y al corrupto y nefasto monarca no le queda más remedio que tomar sus bártulos, expoliar todo lo trasportable según costumbre borbónica y salir de España corriendo mientras que en el suelo patrio tuvo lugar el entusiasmo de la proclamación, poco después, de la II República que habían soñado tantos  generando tanta esperanza.

Don Ernesto Castillo, torna a su amado Ayuntamiento como concejal de Obras y durante los años que duró la corporación democrática tuvo ocasión de prepararse y estudiar la ciudad construyendo un sueño. Don Ernesto soñaba con un Santander de grandes avenidas, calles lineales, amplias, limpias, bien alcantarilladas, libres de casas tapón, con edificios de altura limitada, pero con ascensores, aceras pulidas, paseos luminosos, parques que disfrutara la población…En conclusión, quería hacer de su amada Santander, una modélica ciudad moderna que compitiera con las más conocidas de Europa.

Trabajó en la concejalía hasta que en 1934, durante el bienio negro, fueron eliminadas las corporaciones democráticas elegidas en  1931, tomando el poder municipal los amigos del gobierno central, que había sido ganado en 1933 por la coalición derechista. Como verán, la tradición antidemocrática de las derechas españolas viene de lejos. Fueron expulsados del consistorio los elegidos democráticamente, hasta que en febrero de 1936 –aunque en Cantabria (llamada entonces provincia de Santander) ganaron las derechas- pero el gobierno central, en donde gobernaba el Frente Popular, decidió restituir la antigua corporación elegida democráticamente  en 1931. Castillo Bordenave recupera su escaño y es elegido alcalde por la Candidatura del Frente Popular de Izquierdas.

Se acercaban tiempos convulsos a la nación lo que no impidió que nuestro hombre pusiera manos a la obra de los sueños concebidos años atrás cuando solo era un mero concejal. Siendo alcalde y con mayoría de izquierdas, sintió sus manos y la mente libre para convertir a Santander en el sueño concebido.

Y es en esa época donde se gana el apodo de “Piqueta” nuestro hombre porque decide tirar toda casa tapón que imposibilite la creación de esa ciudad que  planea. Hay que reseñar que Santander mantenía una configuración medieval, con calles empedradas, estrechas, construcciones de madera que, salvo las zonas principales, mantenían viviendas insalubres con escaso alcantarillado y callejuelas oscuras que se convertían de noche en intrincado laberinto insalubre y peligroso.

Castillo Bordenave quiere ampliar el Ayuntamiento, pequeño e indigno de una ciudad moderna,  para lo cual, expropia la iglesia de San Francisco…no por anticlericalismo en ningún caso, sino por la necesidad de adecuar el ayuntamiento a las necesidades de la ciudad que pretendía. Lógicamente, la derecha local, se ofuscó con la expropiación y su derribe siendo, precisamente,  la iglesia de San Francisco la primera que se construyó cuando entraron las tropas invasoras…pero no en el sitio en que antes estaba que siguió aprovechándose para la mejora del Ayuntamiento, sino un poco más atrás. La iglesia de la Compañía, sufrió también la piqueta del alcalde para destaponar la calle que mantenía ocluida, cosa que los fascistas respetaron porque era pura lógica.

Cayó el puente de Vargas, y con él se fue un pintoresco y hermoso paisaje urbano que, entorpecía el paso de trolebuses y de diversos transportes que suministraban servicios a la ciudad por sus escasas dimensiones. Lo que no se ha podido entender, por falta de información quizá, es que mandara destruir la ermita de San Roque, que estaba justo encima de la playa del Sardinero y no resultaba molesta para ninguna ampliación capitalina. Otro disgusto para la carcunda que hacía causus belli de la destrucción de iglesias, añadiendo leña al descredito del buen alcalde, que, reiteramos, en ningún caso tuvo veleidades anticlericales. También el franquismo se prestó a reconstruir la ermita destruida, construyendo la iglesia de San Roque, que ha servido y sirve de garante en festejos y bodorrios de la jet sardineril (hay historias de esa parroquia que merecen artículo propio porque son de tamaña peculiaridad y reflejan la mala sombra de las gentes de “bien” y de párrocos enrocados con el más malvado clasismo). Lo contaremos…

También despejó lo que luego sería paseo Marítimo, tirando una estación que taponaba la vista y el discurrir de lo que se presuponía hermoso paseo a ras de la bahía.

No sé si se percatan ustedes de la época en que don Ernesto promovía esas obras…Recapitulo por si lo han olvidado: fue elegido alcalde en  febrero de 1936 y como ustedes saben, justo el 18 de julio de ese mismo año saltaron los africanistas -amparados por sus amigos nazi y fascistas- el estrecho y montaron el cristo de la guerra civil. Es decir, nuestro alcalde gobernó entre bombardeos, hambre y creación de milicias para defender la zona norte masacrada, primero por el general Mola y a su muerte por el general Dávila (sí, el de la calle) A la vez hubo de construir refugios, habilitar los que existían aprovechando el desnivel de calles y oquedades y al final de su mandato, acoger a los 170.000 refugiados vascos que fueron llegando a la ciudad conforme las posiciones de Euskadi caían en manos fascistas. Le dio tiempo al bueno de don Ernesto Castillo Bordenave, a proyectar y comenzar las obras del Pasaje de Peña, por la necesidad habida de conectar las dos partes de la ciudad, que permanecían separadas por el gran desnivel del Cabildo de Arriba. Comenzaron las obras de desmonte del túnel…pero llegados a agosto de 1937, entraron los nuevos amos de la ciudad y el bueno de don Ernesto tuvo que huir pues de no hacerlo hubiera engrosado con su cuerpo las zanjas de Ciriego. Quedó inconcluso el túnel, obra que fue retomada en 1940 por los nuevos gobernantes de la ciudad quedando inaugurado en 1943 por el ministro del ramo, Alfonso Peña Boeuf, quien dio nombre y se llevó los laureles de comunicar el centro de la ciudad con la Estación de Renfe y las calles adyacentes. Se borró el nombre de su creador, o el que él había elegido para dicho túnel: Pasaje del Pueblo  dejando en el olvido al hombre visionario que empezó las obras.

Escudriñando la historia nos encontramos con discursos y comentarios de este hombre que lo sitúan fuera de la realidad…Él quería seguir a toda costa con las obras de acondicionamiento de la ciudad,  le costaba mucho soltar dineros para refugios detrayéndolo del mejoramiento ciudadano. Incluso insistía en que ese verano, Santander debía lucir esplendorosa para recibir a los turistas…¡el verano de 1937!

Aún le depararía el destino un grave disgusto a la vez que pondría en funcionamiento su carácter emprendedor y el amor a la ciudad. Exiliado en la ciudad de Langon donde se estableció con su familia, le llegó la noticia del terrible incendio que asoló Santander en febrero de 1941, enseguida se puso manos a la obra con el fin de enviar a las autoridades santanderinas, el proyecto de ciudad por él concebida años atrás. Les publico más abajo los documentos que fueron proporcionados a José Ramón Saiz Viadero, para su investigación, por la familia de don Ernesto Castillo Bordenave.

Es de constatar que, si llegaron dichos proyectos, las autoridades franquistas hicieron nulo caso a la distribución urbanística del buen hombre, y se aprestaron a trocear con hambre y corrupción singular, una ciudad que bien pudo convertirse en modelo urbano debido a que había que reconstruirla entera. En vez del urbanismo de Castillo Bordenave, lo que primó fue la esquilmación, el robo y una manifiesta desvergüenza que les contamos a ustedes en https://www.lapajareramagazine.com/el-incendio-que-invento-el-neoliberalismo y no quisiera reiterar.

Como dijimos,  Ernesto Castillo Bordenave, instalado en la ciudad francesa de Langon, falleció a los 76 años el 26 de diciembre de 1949 sin haber cumplido sus sueños. La ciudad de Santander perdió a un buen alcalde y la posibilidad de haberse convertido en una modélica ciudad europea.

Sirva este artículo de homenaje y desagravio a un hombre injustamente  olvidado, Ernesto Castillo Bordenave.

María Toca Cañedo©

 

A continuación les mostramos los apuntes proporcionados a José Ramón Saiz Viadero por la familia de don Ernesto sobre las ideas propiciadas para la reconstrucción de Santander:

 

Cuaderno Primero

Proyecto de reconstrucción de Santander

Nuevas orientaciones administrativas y sociales

De Ernesto del Castillo Bordenave

xx Mayo de 1945

 

Proyecto de la reconstrucción de Santander y nuevas orientaciones administrativas y sociales

Ernesto del Castillo Bordenave

 

Cuaderno Segundo

Proyecto de reconstrucción de Santander

Nuevas orientaciones administrativas y sociales

De Ernesto del Castillo Bordenave.

Langón 30 mayo 1945.

 

Cuaderno Tercero

Proyecto de reconstrucción de Santander

Nuevas orientaciones administrativas y sociales

De Ernesto del Castillo Bordenave.

Langón 30 mayo 1945.

 

Reconstrucción de Santander

Utilizando lo destruido por el incendio

Consideración previa

 

La República Española, respeta y defiende la Propiedad Privada, en tanto defienda sus legítimos derechos, no cause perjuicios al Ayuntamiento y al vecindario en general, ni en particular a ningún vecino. Hecha esta afirmación que es la línea de conducta que debemos practicar los verdaderos Republicanos, la Reforma a mi juicio debe hacerse en la forma siguiente.

Propongo que el Ayuntamiento se incaute de todos los Edificios Destruidos y de los terrenos colindantes con ellos.

Forma de pago a sus Propietarios.

Como base para la valoración de dichos edificios y terrenos se efectuará pagando a cada propietario una cantidad igual a lo que tenga desingada el último Catastro Oficial,pues no hay que olvidar que los propietarios lo aceptaron como bueno y justo por cuanto no hicieron ninguna reclamación y como consecuencia de dicha valoración ellos pagaban al Estado y al Ayuntamiento de Santander, por Contribución, cantidades muy inferiores de las que debían de pagar al Estado y al Ayuntamiento.

Así que no tienen derecho a cobrar por sus edificios y terrenos mayores cantidades que las que figuran en el Catastro Oficial.

Puede afirmarse sin temor a ser injusto que todos los propietarios perjudicaban al Estado y al Ayuntamiento y que pagaban por lo menos el 40% de lo que debían de pagar por Contribución.

Pues ningún concejal, ni ningún vecino puede desconocer que todos los propietarios cobraban alquileres muy superiores a los que debían de cobrar y sin ser exagerado se puede afirmar que cobraban el 50% más de lo que debían de cobrar según el Catastro Oficial.

Dejo demostrado de manera clara que cobraban el 50% más de lo que debían de cobrar según el Catastro Oficial.

Dejo demostrado de manera clara que el Ayuntamiento, al pagar a los propietarios cantidad igual que la catastrada, procede con absoluta justicia.

Pudiera darse el caso que algún propietario resultase algo perjudicado, su perjuicio sería de poca consideración para restablecer la equidad y la justicia los republicanos estamos siempre dispuestos.

Además que no hay que olvidar que todos los propietarios han cobrado de las compañías de seguros las cantidades en que tenían aseguradas sus fincas, o mejor dicho el importe de los perjuicios ocasionados por el incendio.

El Ayuntamiento de Santander, siempre razonable y en esta ocasión generoso, regaló a los propietarios a quienes expropia, las ruinas y terrenos colindantes de sus edificios, lo que  han cobrado de las compañías de seguros.

Esto lo hace el Ayuntamiento para compensar a los propietarios de los perjuicios que han sufrido por el incendio y por las pérdidas del cobro de alquileres, desde el día del incendio hasta la fecha de la incautación.

Es indiscutible que los Ayuntamientos son tanto más ricos cuanto mayor es el número de sus vecinos de buena situación económica y procediendo, como lo hace en esta ocasión el Ayuntamiento de Santander, evita la ruina de los propietarios expropiados.

A los propietarios que no acepten voluntariamente la forma propuesta para la incautación, al recurrir el Ayuntamiento a la expropiación forzosa, les deducirá al pagarles la cantidad que cobraron de la compañía de seguros.

El Ayuntamiento de Santander se incautará sin pagar absolutamente nada de las iglesias o conventos enclavados en las zonas del indencio, que fueron total o parcialmente destruidos por el incendio.

Si estos edificios hubiesen sido reedificados total o parcialmente y estorbasen para el nuevo trazado de calles, serán igualmente expropiados, sin abonar por ellos cantidad alguna.

Ventajas de este procedimiento de pago

El Ayuntamiento de Santander obtendrá un beneficio de muchos millones de pesetas reconstruyendo por su cuenta la nueva población y quedaría una ciudad muy moderna y seguramente la mejor de España en su categoría.

La reconstrucción se hará por subasta pública y exigiendo se haga en un plazo relativamente corto, para así solucionar lo antes posible el problema de las habitaciones.

No hay que olvidar que a consecuencia del incendio deben haber quedado sin casa, seguramente, más de 10.000 personas, y que éstas, según noticias que yo tengo, se han desplazado fuera de la capital, con lo cual pierde Santander gran importancia como ciudad y pierde muchísimo en riqueza.

Además, citadas personas se encuentran mal alojadas y sufren grandes perjuicios en su economía y muchas han perdido sus medios de trabajo, como colocaciones, educación de sus hijos, aprendizaje de los varones, etc., etc.

La más elemental conveniencia impone reconstruir previamente y con suma urgencia la parte de población destruida desde el Ayuntamiento hasta la calle de San José, donde los gastos de explanación son relativamente pequeños y pueden realizarse en corto plazo.

Es decir, que atendiendo con carácter preferente a esta parte de la población se conseguiría en plazo pequeño (dentro de lo posible) resolver el tener habitaciones adecuadas para el 75% de los que se quedaron en la calle, vecinos y comerciantes.

¿Cómo se reconstruirá la ciudad?

Se trazarán calles de 20 metros de ancho y otras de 15 metros. En las calles de 20 metros de ancho se construirán casas modernas y elegantes o artísticas, de seis pisos de altas, los cuatro primeros pisos de derecha e izquierda y los dos últimos pisos, derecha, centro e izquierda.

¿Por qué esta modalidad?

Los cuatro primeros pisos serían de rentas apropiadas para la población media, como son empleados y personas de alguna posición económica buena.

Las tres habitaciones de cada uno de los dos últimos pisos serían para la clase obrera que disponga de buenos jornales y seguros.

En otros sitios de la ciudad se construirán barrios obreros, con viviendas económicas e higiénicas.

No hay que olvidar que en el trazado y construcción de las poblaciones viejas se ha procedido hacer vivir a la clase obrera en muy malas condiciones sanitarias, cosa que debemos evitar los republicanos por humanidad y conveniencia general. Todos estos edificios estarían perfectamente dotados de buenos servicios y el costo del alquiler sería relativamente económico, sobre todo los dedicados a la clase obrera, más necesitada de ayuda.

Donde sea posible, esas casas tendrán por su parte posterior un patio jardín para recreo de los niños y esparcimiento de las demás personas que ocupen las casas, facilitando la convivencia de todos los vecinos, con lo cual se conseguiría una buena educación y desaparecería poco a poco el odio de clases.

La zona destruida por el incendio, comprendida entre el Ayuntamiento y las calles de Isabel II, San Francisco, la Blanca, Plaza Vieja, la Ribera, Compañía, Arcillero y de la Plaza de Dato, se construirán de la forma siguiente.

En las calles de San Francisco, de la Blanca, la Rivera, Isabel II y Plaza Vieja, casas de ocho pisos, en los seis primeros, en cada uno dos habitaciones, derecha e izquierda, en los dos últimos pisos, en cada uno tres habitaciones, derecha, centro e izquierda.

En las calles de la Compañía, Plaza de José Estrañi, Carbajal, Arcillero, se construirán casas de seis pisos, los cuatro primeros pisos derecha e izquierda y en los últimos pisos, en cada uno, tres habitaciones en cada uno.

Es obligado hacer esta clase de construcciones para aprovechar el terreno (que será lo más caro) con el fin de colocar el mayor número de vecinos y el conseguir que los alquileres sean lo baratos posibles, pues no hay que olvidar que al hacer las calles de 20 y 15 metros de anchas se reduce bastante el terreno que quedaría disponible para edificar.

No hay que olvidar que las calles destruidas por el incendio son calles muy estrechas.

Todas las casas de seis o más pisos tendrán ascensor.

En el sector comprendido entre la Casa de Correos, acera izquierda de la antigua calle de Atarazanas, hasta la Cuesta del Hospital (hoy calle de Segismundo Moret) se construirán casas de ocho pisos.

En estas casas los seis primeros pisos serían derecha e izquierda y los dos últimos pisos de tres habitaciones cada uno, derecha, centro e izquierda, dotados todos de muy buenos servicios y ascensor y todas las casas tendrán teléfono colectivo en todos los portales.

En el resto del terreno, desde la Casa de Correos, por detrás de la calle de Atarazanas, Rincón, Ruamayor, Rua Menor (si fuere una realidad el proyectado desmonte hasta la calle de Gibaja) se construirían las calles de 20 y 15 metros de ancho y las construcciones tendrían ocho o seis pisos de altura, según el ancho de citadas calles.

En la calle de Cádiz, Plaza de Navas de Tolosa y la calle de Méndez Núñez, se constuirán casas de diez pisos de altura, los ocho primeros pisos de derecha e izquierda y los dos últimos pisos cada uno de tres habitaciones, derecha, centro e izquierda.

No hay que olvidar que las calles de Méndez Núñez y la de Cádiz, se prolongarán hasta la calle de D. Jerónimo Pérez Sainz de la Maza, que sube desde Maliaño a Cuatro Caminos, citada calle limita por el Oeste al Hospital de Valdecilla.

Las calles de Cádiz y Méndez Núñez serán de 25 metros de anchas, por eso las casas serán de 10 pisos con ascensor.

En estas casas los seis primeros pisos cada uno de dos habitaciones, derecha e izquierda, y los cuatro últimos pisos, cada uno de tres habitaciones, derecha, centro e izquierda.

Las calles que se construyan entre la nueva calle de Atarazanas y la de Cádiz y Méndez Núñez, serán más anchas, nunca menos de 15 metros de ancho.

Es incuestionable que tenemos que hacer desaparecer la Catedral y el Palacio del Obispo, pues estorbarán para hacer útil y embellecer la población con el desmonte.

Mucho me temo que se realice el desmonte de aquella parte de la ciudad para beneficiar intereses bastardos, pues no hay que olvidar que la gente de la Iglesia halaga al pueblo para explotarle y someterle a sus intereses y egoísmos.

No sé con qué dinero se pagarán los gastos del desmonte, si se hace con el dinero del Estado, a mi juicio es un acto de mala administración nacional, que es bueno para Santander no lo dudo y me agradaría mucho verlo realizado.

Digo que es un acto de mala administración nacional porque con esos millones de pesetas que se gastarán en el desmonte se podrían realizar otras obras de más utilidad y de más provecho para Santander, como sn la construcción de un buen alcantarillado, que es indispensable construir, municipalizar las aguas, la luz eléctrica, el gas, y tantas otras, con lo cual el Ayuntamiento tendría muy bien dichos servicios públicos y tendría una gran fuente de ingresos, muy considerable con los cuales podría hacer reformas productivas de muchos ingresos y que son más urgentes de realizar que el desmonte citado.

No debemos olvidar que la ciudad de Santander, sin necesidad del citado desmonte, tiene muchísimos terrenos y mejores para su ensanche y muchísimo más baratos, como por ejemplo, el Paseo de Sánchez de Porrúa, el Sardinero, los terrenos de Cuatro Caminos a Peñacastillo y todo el terreno que quedó libre, tiradas las estaciones, desde las calles de Méndez Núñez, Castilla hasta el barrio de la Reyerta, en los cuales se pueden construir muchas calles, muy bien orientadas, muy llanas y con vistas preciosas a la bahía y que cada una de estas calles tiene más superficie útil y edificable que el que proporcione el desmonte todo.

Debe tenerse presente que todos estos terrenos ya están explanados, que la mayor parte de ellos son del Ayuntamiento y que muchos de ellos están en poder de personas que no pueden presentar títulos de legítima propiedad.

En estos terrenos de Maliaño se podrían construir lo menos cuatro grandes avenidas de 30 metros de anchas por más de un kilómetro de largas, en las cuales se pueden construir magníficas casas y edificios para grandes industrias, que darían mucho tráfico al puerto y proporcionarían grandes riquezas a la ciudad.

Nadie puede negar que este sería el mejor, más útil y elegante ensanche de Santander y que tendría la ciudad una entrada soberbia como seguramente no la tiene ninguna capital de España de su categoría.

No sé si el pacto o convenio que el Ayuntamiento ha hecho con los propietarios de las casas y terrenos que ocupará el desmonte desde la calle de Gibaja (acera izquierda) hasta la Catedral, pero afirmo, sin temor a equivocarme, que económicamente es un negocio muy malo y que si es la Corporación Municipal sola la que paga los gastos es muy ruinoso, pues el metro cuadrado del terreno que quede para edificar, su precio será superior al que vale el metro cuadrado en la Puerta del Sol de Madrid, con lo cual la nueva edificación en dichos terrenos tardaremos muchísimo en verla realizada, pues nuestro querido Santander no tiene riqueza suficiente para hacer esas construcciones, pues no habrá ni comerciantes, industriales, ni vecinos, que puedan pagar las elevadísimas, por no decir inconmensurables, alquileres.

Con la proyectada reforma de las calles de San Francisco, la Blanca, la Ribera, Atarazanas, Plaza Vieja, se construirán magníficos edificios para los comerciantes, industriales y vecinos mejor situados que las del desmonte y a un precio seis veces más econímico que los que se construirán en los terrenos del desmonte citado y no hay quien pueda dudar que dichos edificios de las calles anteriormente citadas están más céntricos y serán siempre preferidos.

Mi opinión es muy clara, que si es el Estado el que paga el desmonte y la urbanización d las calles que en él se construyan, lo acepto con verdadera alegría y hasta lo admiro, pero si como me temo es el Ayuntamiento el qeu paga los gastos, repito que es un negocio muy ruinoso y que jamás se repondría de tal desacierto, lo considero un desastre económicamente. La única forma posible, a mi juicio, de que el Ayuntamiento evite la mayor parte del seguro perjuicio económico, es vender al Estado al precio que resulte el metro cuadrado del terreno explanado con la condición de que construya elegantes edificios para servicios públicos.

Seguramente que los que han proyectado el desmonte no se han dado cuenta que la cantidad de terreno edificable, después del que ocupen las nuevas calles, es relativamente pequeño, de ahí su enorme precio del metro cuadrado, que hará poco menos que imposible el edificar a los particulares.

No soy sectario, ni intransigente y si hago estos reparos a la obra del desmonte es porque estoy convencido que hágalo quien lo haga será económicamente muy ruinoso, es decir, un verdadero desastre económico.

Es indudable que realizado el desmonte, la parte de la ciudad (y por cierto muy grande) comprendida desde la acera derecha de la Calle de Gibaja, hasta Cuatro Caminos y desde aquí hasta la citada calle de Gibaja y en esta zona de terreno se encuentra muchísimo vecindario que quedará mucho más aislado 8de lo que ya lo estaba) pues no hay que olvidar la Avenida de Alonso Gullón, Calzadas Altas, la calle Alta, de  Menéndez Luarca y las varias calles proyectadas y de suma urgencia connstruir, comprendidas desde la Alameda xxx hasta las calles anteriormente citadas, donde hay mucho terreno edificable a uno y otro lado de la Avenida de Alonso Gullón, de Calzadas Altas, etc., etc.

Estas calles y por tanto las edificaciones que se hagan, están bien orientadas y relativamente cerca del centro de la ciudad.

Conviene repetir que el desmonte proporcionará relativamente poco terreno edificable, pues en el terreno llano que se obtenga hay que descartar la que ocuparán (60 metros) las tres calles de Este a Oeste en todo el trayecto desde la Catedral hasta la calle de Gibaja, es decir, cada calle de éstas tendrá 20 metros de ancho.

Mas no hay que olvidar que en el trazado antiguo las calles de Ruamayor, Rua Menor, sólo tenían comunicación entre sí, dos callejones de tres metros de ancho y habrá que hacer tres calles de 15 metros de ancho cada una.

Es evidente que el mejor terreno que se obtenga del desmonte se lo reservarán para la Catedral y el Palacio del Obispo, edificios muy grandes y por tanto ocuparán gran cantidad de terreno, más el terreno que ocupen las dos o más, las escalinatas para subir a ellos no puede pasar desapercibido que habrá que construir grandes muros, que además de ser muy costosos darán a dichos edificios el aspecto de una fortaleza feísima en el sitio más céntrico y visible de la ciudad y por tanto resultarán muy anti-artísticos.

Es compromiso de honor de los republicanos de derribarlos, en cuanto lleguemos a nuestra «tierruca».

Medidas económicas para la reconstrucción de Santander

1º Hay que hacer una operación de crédito con uno (xx folio 27) servicios públicos, dotando las garantías siguientes:

1ª Los terrenos edificables que resulten de la reforma.

2ª Los bienes de la Corporación Municipal de Santander que representan más de 100 millones de pesetas.

3ª La explotación de todos los tranvías que deben haber terminado la concesión y por tanto a estas horas deben haber revertido al Ayuntamiento.

4ª El valor de los terrenos que se ganaron para el Ayuntamiento (que suyos eran) con el derribo de las Estaciones y especialmente desde la antigua Estación del Norte hasta el Disco, que valen lo menos 20.000.000 de pesetas. Estos últimos terrenos, los xx la Compañía del Norte sin derecho alguno, pues los detentaba por una concesión graciosa de la nefasta Reina Doña Isabel II y que volvieron a ser propiedad del Ayuntamiento de Santander por el derribo de las Estaciones.

5ª Es muy buena garantía y (xx folio 28) por lo menos 10.000.000 de pesetas, el 80% del valor de la Compañía de Aguas, de hecho, es hoy día de la Corporación Municipal, pues a citada empresa lo más que la queda de derecho para su explotación son 20 años, pasados los cuales revierte toda la explotación y bienes al Ayuntamiento, sin que éste tenga que pagar nada, llegado su plazo.

6ª Cuando ocupé la alcaldía de Santander ordené el derribo de las casas de la calle de Atarazanas (acera de la derecha) la casa del Norte en la Plaza de Pi Margall, la casa de la calle de la Lealtad, las casas de la calle de Colón, del Paseo de Canalejas, las del Sardinero, etc., y además casas derribadas para el embellecimiento de Santander, monté una oficina con seis empleados para hacer la relación y valoración (de todos los edificios derribados y solares) que cada uno tenía en el Catastro Oficial del Estado.

Hecha esta relación y el valorización y después de conocer el importe parcial de cada casa y el importe total de todos los derribos, hice una división de todas las calles de Santander en las cuatro categorías siguientes:

1ª categoría. Aquellas calles que por estar más cerca de los derribos se beneficiaron más, las casas en ellas situadas, les explicaba un recargo en la Contribución y dicho recargo se cobraría a los propietarios, al mismo tiempo que la Contribución del Estado trimestralmente, un tanto por ciento como de 1ª categoría.

2ª categoría. Aquellas calles que estaban en segunda línea beneficiadas por los derribos, a las casas en ellas situadas, les cobraba por el mismo procedimiento un tanto por ciento, aproximadamente la mitad que a las casas de 1ª categoría y que constituyen la 2ª categoría.

3ª categoría. Aquellas casas que estaban en tercera línea a las casas en ellas situadas, beneficiadas por los derribos, se les cobraba por el mismo procedimiento un tanto por ciento, la mitad que a las de 2ª categoría y que constituyen la 3ª categoría.

4ª categoría. Aquellas casas que estaban situadas en calles más retiradas de los derribos que las de 3ª categoría, se les cobraba por el mismo procedimiento, la mitad que a las de 3ª categoría y que constituyen la 4ª categoría.

Hay que dejar sentado que por el derribo de las iglesias no se pagará a la Iglesia absolutamente nada y nos incautaremos gratuitamente del terreno.

Cuando dejé la Alcaldía, la (xx folio 32) que monté para pagar el importe total de las casas derribadas tenía terminado su trabajo.

Con un tanto por ciento relativamente pequeño, se conseguía pagar el total del importe de los derribos, en un plazo de cinco años, de modo que en dicho plazo los propietarios de las casas derribadas habían cobrado el valor total de sus fincas.

Es indudable que los propietarios y comerciantes e industriales que pagaban el citado recargo resultaron beneficiados, pues sus casas comercios e industrias, con la reforma realizada por los derribos, aumentaron de valor muchísimo, más de lo que habían pagado por (folio 33) en los cinco años.

xx los propietarios más xx, los que pagaron el recargo de la Contribución para la reconstrucción de Santander, sino que también pagarán dicho recargo los comerciantes, industriales, los xx, las sociedades anónimas que radiquen xx al término municipal de Santander y cuantos vecinos y personas paguen Contribución por cualquier concepto. Este impuesto producirá una cantidad anual muy grande.

Debe de tenerse en cuenta que este impuesto producirá cantidad fija y por tanto segura de cobrar.

Este mismo procedimiento se hará ahora y fácilmente pues el trabajo está hecho.

7ª garantía del préstamo. Santander es una garantía xx y efectiva trimestralmente, desde el primer día el ingreso es real y fijo, que se obtendrá haciendo lo que yo hice cuando ocupé la alcaldía, para pagar el importe total del valor de las casas que derribé. A las iglesias y a las compañías de ferrocariles no se les pagará absolutamente nada.

8ª garantía. Por los ingresos de los alquileres de todas las habitaciones, hasta que se pague el total del anticipo.

Ventajas de la construcción de las viviendas

1ª En primer lugar, los magníficos edificios que darán a la ciudad es aspecto de una población moderna y xx las viviendas xx de comodidades y de higiene.

2ª Precio módico de las habitaciones.

3ª el Ayuntamiento sería el regulador del precio de los alquileres y se pondría freno a los abusos de los propietarios.

4ª El Ayuntamiento nombrará una comisión de concejales que asesorada por los letrados municipales haría el verdadero Catastro de todas las viviendas que no fuesen suyas y todos los vecinos antes de alquilar un piso o planta baja xx de antemano su precio legal, para evitar ser engañado a xx por los ambiciosos dueños. Una comisión monetaria xx oficina de servicio xx las demás oficinas municipales, para atender y resolver las reclamaciones de los vecinos y de xx gratuitamente, si  xx que es justa y legal la reclamación.

5ª Se conseguirá la convivencia de xx, las clases sociales y se evitarán las luchas de clases.

6ª Una vez pagado el anticipo que cueste la reconstrucción se dedicarán los importes de los alquileres a seguir construyendo casas y se llegaría a municipalizar las viviendas, con lo cual el Ayuntamiento tendría muchos ingresos y se podrían disminuir mucho el importe de xx de xx vecindario y como consecuencia disminuría considerablemente el coste de lavida.

7ª El Ayuntamiento, con los ingresos de los alquileres podría municipalizar servicios públicos, como la luz eléctrica, las pompas fúnebres, teatros, cines, plaza de toros, etc., etc., pues sin garantía alguna revierte al Ayuntamiento el servicio de Agastecimiento de Aguas, lo que proporcionaría grandes ingresos a la Corporación Municipal, que en pocos años sería el municipio más rico de España. Aún quedan por enumerar muchísimos ingresos, pues se podrán municipalizar y que proporcionarán grandes riquezas, con lo cual, sin exageración, se puede afirmar que se viviría en Santander, en el mejor de los mundos, dentro de lo posible y seríamos el ejemplo para todos los Ayuntamientos de España y no hay que olvidar que con municipios ricos se edifica una patria floreciente.

8ª Con tan enormes fuentes de ingresos, el Ayuntamiento atendería a los gastos para implantar instituciones benéficas sociales completamente gratuitas para los vecinos, tales como el colegio de sordo-mudos, ciegos, colegio de seres anormales, manicomio humanitario, ancianos desvalidos, reformatorio de menores y muchísimos más.

Mejor que el desmonte propongo edificar un gran barrio obrero, capaz de proporcionar comodas, higiénicas y de precio de alquiler muy reducido a todos los obreros manuales de la ciudad.

Los terrenos que utilizaría para la construcción del citado barrio obrero, los comprendidos desde el depósito de aguas de Pronillo hasta el seminario de Corbán y desde el citado depósito de Pronillo, por la carretera de Adarzo, hasta Peñacastillo, en estos dos lotes de terrenos son capaces para más de mil casas que a dos vecinos cada casa hacen un total de 2.000 vecinos, que a razón de cinco por piso nos suman 10.000 personas. Construiría un barrio para empleados de sueltos modestos en el terreno del paseo de Sánchez de Porrúa (xx) desde el Depósito de Aguas de Pronillo hasta el Paseo de la Concepción, o sea Paseo de Menéndez Pelayo.

Todas estas casas tendrían un poco de terreno para jardín que además de servir de esparcimiento y para cultivarlo para ayudar al jornal del obrero manual y de los empleados de sueldos modestos.

Las casas para empleados de sueldos modestos serán de tres pisos, derecha e izquierda y centro.

Los obreros manuales y los empleados de sueldos modestos pagarían alquileres pequeños y pagarían además una cantidad xx para amortizar el valor de sus pisos y en plazo corto de años, todos los vecinos que lo quieran se convertirán en propietarios de sus viviendas.

El Ayuntamiento sólo cobrará por cada piso lo que a él le cueste la contribución del piso y el del terreno repartido entre los seis vecinos.

Hay que tener en cuenta que todos los terrenos desde el Depósito de Aguas de Pronillo hasta Corbán y desde dicho depósito hasta Adarzo y desde indicado depósito de Pronillo hasta el Paseo de Menéndez Pelayo, implantaría el Ayuntamiento un buen y muy económico servicio de autobuses, con el cual en diez minutos los obreros y empleados estarían en el centro de la ciudad. Se facilitarían abonos mensuales para los obreros y empleados muy económicos e igualmente abonos para sus familiares, sumamente baratos. En el caso del barrio obrero y en el barrio de empleados se constituirán grupos escolares y demás servicios públicos necesarios.

Con buen servicio de autobuses, todos los empleados y la mayor parte de los obreros manuales irían a comer a sus casas.

Todas las casas del barrio de obreros y de los empleados tendrán en el portal un teléfono.

Proyectos para el xx

Cuando el Ayuntamiento lleve amortizado la mitad del préstamo para la reconstrucción de Santander, fundaría la Caja de Ahorros Municipal, el Banco Municipal de Santander, el Monte que en lugar de llamarse de Piedad se llamará Monte de Auxilio Social y lo sería de hecho. No podemos ni debemos olvidar que los actuales Montes de Piedad han terminado su misión, pues su Piedad es muy relativa y que todos o casi todos están regidos o explotados por personas muy sospechosas y enemigas de los hombres de ideas progresivas y que la totalidad de sus empelados son familiares y son nombrados por los consejeros obedientes a las órdenes de los obispos. ¡Lo xx que nos cuesta su Piedad a los hombres de ideas democráticas!

No hay cosa que produzca más que la explotación de la pobreza.

Así que Monte de Piedad no, Monte de Auxilio Social sí.

Otra institución debe ser el Banco Municipal de Santander, estas tres instituciones producirán grandísimos y saneados ingresos al Ayuntamiento y serán de gran utilidad para todos los vecinos a quienes se evitará la usura disfrazada del favor o de la piedad.

Dejo señalado que los cálculos hechos sin yo quererlo pueden ser, alguno un tanto erróneo, debido a que no tengo referencias exactas de algunos datos y sobre todo de la magnitud de los destrozos causados por el incendio; es decir, que mis apreciaciones están hechas bajo la base del conocimiento que tengo de mi querido Santander.

No obstante, la advertencia anterior, sin pecar de inmodesto, puedo afirmar que dichos datos son muy aproximados a la realidad y que puedo afirmar que son verdad.

 

 

Mi opinión

Este proyecto mío para quienes sigan creyendo que el programa de los republicanos de la época presente debe de seguir limitado a lo que era el año de 1931, encontrarán mi opinión demasiado izquierdista, pero yo estoy convencido de que los republicanos que no atemperen su conducta y los procedimientos a las exigencias modernas, políticamente han muerto.

Los republicanos que no opinamos así debemos realizar dentro de la República Española toda clase de reformas sociales y de marcado izquierdismo que permita la vida normal y segura de una República consolidada e invencible.

No debemos olvidar que la mayor parte de los afiliados a la Unión Republicana proceden del Partido Republicano Radical Socialista.

Ernesto del Castillo Bordenave

 

 

Ampliación del Proyecto de Reconstrucción de Santander y Aclaraciones

Debemos los republicanos para no vernos desplazados de la República por los partidos más de izquierdas realizar muchas obras sociales, tales como colonias escolares, guarderías infantiles, escuelas maternales, casas de baños y de duchas.

 

 

 

 

 

Publicado en el libro colectivo “El exilio republicano en Cantabria. Sesenta años después” (UNED, Santander, 1999).

 

https://escenasdesantander.blogspot.com/2016/03/un-poco-de-historia-xlvii.html

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sobre Maria Toca 1555 artículos
Escritora. Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz. Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina. Coordinadora de #LaPajarera. Articulista. Poeta

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