
Mucho se ha hablado del heroísmo y el idealismo de las Brigadas Internacionales que contradice a las claras con esa falta de ideología que dicen hubo en la Guerra Civil ¿Qué movió a los cientos de jóvenes y no tan jóvenes a pagarse un billete de avión o de barco desde cualquier parte del mundo y por sus medios venir a España a luchar una guerra contra el fascismo? Aún recuerdo con cariño mi primera visita a la antigua Yugoslavia, al escucharme hablar, dos hombres me preguntaron si era española. Ante mi afirmación me contaron emocionados que sus respectivos padres habían luchado en el Ebro y en diferentes batallas de la Guerra Civil, como integrantes de la Brigada Thëlman al momento estábamos cantando canciones revolucionarias transmitidas desde niños por la nostalgia paterna. En cambio poco hemos hablado de las mujeres que se unieron a la causa. Tan solo Nan Green.
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Hubo más, entre ellas es notoria la presencia de esta mujer nacida en Millendegeville (Ohio) de raza negra un 13 de Julio de 1913.
Es destinada en primer lugar al hospital de campaña de Villa Paz en las afueras de Madrid, cercano a Cuenca. Villa Paz era un palacete habilitado por la Brigada Lincoln como hospital de campaña que atendía a brigadistas de todos los territorios. Contaba con 240 camas, quirófano y rayos X. Cerca estaban los refugios antiaéreos de la zona, que fueron visitados por personajes célebres americanos como Errol Flyn o Ernest Hemingway.
Los bombardeos sobre Madrid afectaban al hospital, los heridos y las bombas no dejaban descanso, por lo que el trabajo del personal sanitario era feroz. Allí trabajó sin descanso como enfermera de campaña Salaria Kea. Cuenta en una entrevista que le hicieron años después que tuvo en su hospital gente de muchas razas, operaban sin más anestesia que un trago de brandy, escaseaban las vendas, medicamentos…Los gritos de dolor, la sangre y hasta el hambre eran comunes.
En el hospital, Salaria conoce a un herido que ingresa para recuperarse, el irlandés Patrick O, Reilly, se enamoran y poco después se casan. Poco después llega el triste retorno de los/as Brigadistas …La República les repatria como forma de convencer a las democracias occidentales de la independencia de España con respecto al exterior. El pueblo agradecido les despide como a verdaderos héroes. Menos escrúpulosas fueron esas mismas democracias con el apoyo explícito en armas, personal, dinero, aviones y logística de las potencias del Eje al bando fascista. Tristemente la cobardía de Europa no supo parar al fascismo en España como consecuencia de ello, luego costó la II Guerra Mundial, pero esa es otra historia.
Salaria Kea sale de España y Patrick O, Reilly también por diferentes caminos, tardaron en reunirse. Fue en New York donde vivieron hasta la muerte de Patrick, que una vez producida, Salaria retorna a su lugar de origen muriendo en Georgia el 19 de Mayo de 1991. Hora es que mostremos el recuerdo agradecido hacia las personas que se jugaron la vida por defender la democracia española frente al franquismo. Una de ellas fue Salaria Kea.
María Toca©
Estupendos escritos con historias maravillosas y bien documentadas pero esta vez se ha colado un gazapo: “ afirma que fue echa prisionera”
Gracias miles…¿qué seríamos sin ustedes? Gazapo, no: faltón de los gordos.
Gracias Salaria, gracias compañera!!!