
¡RÉGIMEN! ¡MANTÉN TUS MANOS LEJOS DEL MOVIMIENTO POPULAR!
Estamos al lado de las clases populares en su deseo de decidir sobre sus propios asuntos y de que no puede haber verdadera democracia sino se tiene en cuenta aspiraciones específicas.
El levantamiento popular del 22 de febrero de 2019 ha significado un masivo movimiento para recuperar la dignidad. Representa una ruptura importante tanto en la historia de este país como en la del Magreb. Se ha expresado enérgicamente en las calles a favor de un cambio radical y ha hecho tambalear al régimen. El movimiento ha conseguido un triunfo y ha delimitado su territorio de manera radical. La dimisión de Bouteflika confirma este nuevo equilibrio de poder. No obstante es una semivictoria que debe ser preservada y consolidada. Para la gran mayoría de la población, la búsqueda de la libertad es inseparable de la búsqueda de la igualdad.
¡El movimiento del 22 de febrero de 2019 debe devolver a las clases populares los instrumentos políticos para desarrollar la verdadera democracia!
El movimiento popular ha cuestionado tanto los objetivos como las estructuras del sistema político. Denunció la realidad de los centros de poder, de las reglas antidemocráticas de la vida política y de la toma de decisiones. En si mismo, este movimiento plantea la cuestión de la representación política de los explotados y oprimidos. Exige un proyecto de sociedad que corresponda al nivel de las luchas sociales, de los trabajadores, estudiantes y jóvenes desempleados, que se han ido produciendo a lo largo de los años. En las movilizaciones cotidianas de hoy, el movimiento busca una nueva identidad colectiva que plantea la necesidad de un programa político claro. La tarea prioritaria es aprender de la intifada del 5 de octubre de 1988, cuando la confiscación de la soberanía del movimiento popular fue la base de la forma actual de la opresión del poder. El sistema vive una profunda crisis con enfrentamientos internos que intenta resolver engañando al movimiento popular y buscando imponer una transición que salve al viejo régimen y restaure sus prácticas (corrupción, clientelismo, depredación, etc.).
El poder con tintes monárquicos ha caído y debemos luchar contra todas las tentaciones despóticas dondequiera que vengan reafirmando las aspiraciones de las clases populares y, en su seno, de las mujeres y los jóvenes que están en el centro de la actual dinámica de cambio. Debemos trabajar por la autonomía organizativa de estas fuerzas sociales, es
La consigna de la huelga general, que ya ha sido levantada por los sindicatos autónomos, da a las clases populares una perspectiva para organizarse como una fuerza independiente.
Los partidos de oposición, que siempre han estado integrados en la política del gobierno, están tratando de imponer su proyecto neoliberal a los trabajadores y a las clases populares. Los hombres de negocios reconocen las nuevas circunstancias y quieren defender sus privilegios uniéndose al movimiento. Estos empresarios de la importación-importación[1], que despilfarraron recursos nacionales y financiaron el tercer y cuarto mandatos con miles de millones y que se movilizaron para financiar el quinto mandato, ahora prefieren no llamar la atención. Debemos estar atentos. La coartada de la amenaza externa, para imponer la gran hermandad, es un señuelo. La crisis enfrenta a fuerzas sociales y políticas locales con la sociedad argelina. Ante estas maniobras, los trabajadores, los desempleados y los pobres deben afirmar sus propios objetivos.
Los trabajadores, las mujeres, los jóvenes desempleados y los jóvenes deben organizarse en asambleas en los barrios, aldeas y ciudades para discutir cómo abordar todos los aspectos de la vida cotidiana independientemente del poder del Estado y de los profesionales de la representación política. Esta dinámica de autoorganización debe permitir cuestionar el orden injusto y la camisa de fuerza impuesta a la sociedad y recuperar juntos el espacio público. Es el único camino hacia la emancipación social. El camino es largo pero seguro, para lograr la liberación de cada uno por todos.
¡Viva los trabajadores!
¡Viva el movimiento popular del 22 de febrero de 2019!
Coordinación Nacional Provisional de Acción de Izquierda Popular
Bejaia, 8 de abril de 2019.
[1] El término importación-importación se refiere en Argelia al hecho de que los patrones solo importan. No exportan nada, así que sobrefacturan para obtener beneficios a través del banco argelino. Es la verdadera mafia en el poder.
Andreu Pagès
Lucha Internacionalista (UIT-CI)
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