Alarmometro

Fulgencio Vara, funcionario jubilado, es un hombre aprensivo que sólo lee los titulares de las noticias, como la inmensa mayoría de la gente, y es vulnerable en extremo a los miedos que le transmiten. Abajo mostramos cómo funciona su mente mientras lee las noticias del primero de abril de 2020. Tiene varios periódicos en la mano; se los ha llevado su hija. Los metió en una cestita que él elevó a cordel desde la ventana de la cocina:

—Veamos, ¿qué tenemos aquí?, ¿los muertos de hoy?, 9053; bueno, en eso coinciden todos, pero según el Mundo, España registra un exceso de mortalidad de un 30%, ¡cielos! ¿qué querrá decir eso?, ¿que morirá el 30% de la población?, ¡Jesús!, ¡como en la peste negra!; esto se pone muy feo, ¡anda!, aquí dice Público que pasan de nueve mil, pero que se logra aplanar la curva, esto de la curva aplanada me suena a cachondeo, como el famoso pico que no llega de una vez, y, mira por donde, hoy nadie habla de picos, y encima según El País, la OMS alerta de la necesidad de detectar los casos asintomáticos para luchar contra el coronavirus, pero cómo detectar los asintomáticos si no son capaces de hacerlo con los sintomáticos, esto no va a tener arreglo ¿y cómo marchan los hospitales? El mundo dice: el colapso de las UCI en España llegará esta semana, es decir, que si me pongo enfermo, de lo que sea, me tendré que morir bien calentito en mi casa porque, si voy a una UCI, ni me van a poner ventilador, ¿que sí?, pues mira lo que dice El País, Cataluña avala limitar la ventilación mecánica a los mayores de 80 años, es decir, que a mí que tengo 77, que me parta un rayo y, encima, este mismo periódico asegura que todo es un caos cuando informa de que hasta 40 sanitarios se marchan de IFEMA sin trabajar después de esperar mano sobre mano, lo que quiere decir que no hay organización alguna; pero cómo va a haber organización si, según El Mundo, las Comunidades Autónomas rompen el consenso con el gobierno tras la intervención de fondos, o sea, que han metido mano a la caja de las Comunidades que tienen la competencia sanitaria, al menos eso es lo que yo entiendo, ¡increíble!, aunque quién sabe puede ser otra cosa, ¡soy tan corto!, ¿y qué se dice respecto a la comida?, a ver, Público asegura que Planas garantiza el abastecimiento, ¡ay madre!, la verdad, cuando se utiliza el término garantizar, se me ponen los pelos de punta, sobre todo si leo en El Mundo que el gobierno admite que faltan 150.000 trabajadores para recoger la cosecha, ¡increíble!, ¿y respecto al tipo de afectados?, porque yo soy un viejo, pero mis hijos y mis nietos, mis pobres, pues muy mal también, ¡nunca he visto una cosa igual!, los bebés están amenazados porque El Mundo dice que en Mérida una madre ha contagiado el coronavirus a su bebé de 12 días, ¡pobrecito! Dice también este periódico que según las autoridades italianas, allí nadie estaba preparado para ver a tanto joven afectado por el coronavirus, ¿será que han muerto muchos jóvenes?, y respecto a las profesiones, ninguna actividad está exenta, tú: el coronavirus se ceba en las farmacias, 8 boticarios fallecidos y 270 en cuarentena, según El País, y según El Mundo, en Cataluña muere el primer policía nacional ¿qué se pensaban, que se iban a librar? ¡joder!, ¿y esto de los síntomas? Ayer decía El Mundo que podían darse también los del infarto, ya me empieza a doler el pecho y el ABC añade hoy que los primeros síntomas están en la nariz y en la boca¸ también me pica la garganta y dice hoy el ABC que afecta más a los hombres que a las mujeres, y es que, la verdad, tengo todas las papeletas. No sé qué hacer, para mí que debería marchar a urgencias ya porque esto se está poniendo muy mal, que la tierra es redonda, que todo está a un paso y mira tú lo que sucede por ahí, porque ya lo dice El Mundo: el grito de un portaviones USA, no estamos en guerra, no necesitamos morir, pobres muchachos, estarán cayendo como chinches en el coy como en la Segunda Guerra, con la mirada puesta en las fotos de sus novias o de sus esposas ¿y en Guayaquil?, ¡fíjate! ¡esta sí que es gorda!: cientos de cadáveres sobre el asfalto por coronavirus, dice el mismo periódico, ¡qué espanto! Esto no tardará en llegar aquí, seguro, es como la bubónica, además, según el ABC, Monago anuncia que hay orden de ocultar el número real de muertos en España, ¿será posible?, ¡qué sinvergüenzas!, en fin, que todo mal, muy mal, y además sin esperanza porque según El Mundo, Wuhan renace 69 días después entre el miedo y la desconfianza, más de dos meses, y aquí vamos por la tercera semana todavía, ¡yo me muero!, y, encima El País dice que Wuhan se blinda antes de abrirse, ¿qué querrá decir eso de que se blinda?, porque, si se blinda no se abre del todo, ¡uf!, ¡qué mal rollito!, sé que me voy a morir muy pronto, y sin testamento, ¿estarán abiertas las notarías?, en fin, no sé si bajar a por pan, bueno sí, ¡mira!, me voy a poner el casco de la moto con la que hicimos el viaje de novios a Yugoslavia, ¡Ay, Filomena!, si vieras lo que pasa ahora, te volvías a caer del susto, pero, por lo menos, fuimos muchos a tu entierro, me lo pondré sobre la mascarilla, y unos guantes de bateador sobre los de látex ¿y para el cuerpo?, quizá con el traje hecho con bolsas de basura sea suficiente-

Reflexión final: nada sabe el pobre Fulgencio acerca del coronavirus: sobre su causa, sobre su desarrollo, sobre si las medidas que se han tomado son las correctas, sobre las consecuencias. Mucho se le informa, al minuto, al segundo, tanto que no se entera de nada, aunque puede ser también porque se trate de un hombre viejo, y tirando a poco avispado, que sólo se fija en el sentido literal de las informaciones, y les aplica su lógica un tanto peculiar, vale, aceptado. Sin embargo, hay una cosa cierta: al pobre Fulgencio Vara lo han acojonado. Eso es lo único que queda claro, que quieren meterle miedo hasta el tuétano del hueso, sin que de momento se haya podido determinar quién y por qué, y menos para qué quieren asustarlo.

Javier Tazón Ruesgas

Imagen: “A ciegas”, 2017. Oleo sobre lienzo. 53 x 77 cm_ Autor: Juanjo Viota

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