Candela y Rosario Porto.

 

 

Yo soy muy de Candela, les aviso de antemano para que se desalienten quienes quieran leer algo objetivo en esta critica que se hace, además, bajo los efectos de una alta medicación con codeína, con lo que eso acarrea a una persona poco o nada medicada (más que lo imprescindible y que no viene a cuento contarles ahora)

Confesado, soy muy de Candela Peña, desde aquel papelín en Días Contados, un peliculón que me descubrió, a la vez que  el histrionismo perfecto de Javier Bardem que después de haber sido mito erótico (mío y de algunas/os que conozco) en Jamón Jamón, se convertía en un yonky putrefacto y amoral. Como les decía, fue en esa cinta memorable, donde la ternura que desprendía la mirada de Candela Peña, sus ojos acervatadillos de una Bamby perfecta, y esos primeros planos que no necesitan más dialogo que la contemplación de sus gestos menudos y concisos, me demostraron que era una enorme actriz, dotada de un genio no muy frecuente, el que tiene, por poner un ejemplo mayúsculo, Meryl Streep, que puede hacer una  escena sin decir palabra y nos enteramos de todo. Parecer guapa sin serlo, levantar pasiones o generar odios, hacer reír o llorar con solo contemplar la cámara y llegarnos al corazón.

Candela Peña, ha estado varada durante años, quejándose en ocasiones de que no tenía ni para pagar la luz y eso solo demuestra que en nuestro país -ignoro si en alguno más- el talento si no va acompañado de largas piernas y cuerpos esculturales, se valora poco en la escena. O en cualquier lado, quizá.

Luego terminó de seducirme en Princesas, película que recuerdo con un gusto total, donde ella derrama ternura y hace un escueto monologo, tan reproducido que quizá le conozcan, donde se dice lo triste que es sentir nostalgia de lo no vivido, de no poseído en un primer plano donde su cara limpia de aderezo nos traspasa el alma. En ese breve momento, Candela se nos introdujo en el corazón y, en el mío, se quedó para siempre. Vuelvo a confesar, que ese fue el motivo de ver la serie del Caso Asunta, porque, quizá sea porque conozco el mal en sus variadas facetas, no me atraía en absoluto recordar un caso tan terrible como incomprensible.

Pero la protagonista era Candela Peña, y los comentarios, además de las fotos me hicieron ver la serie. No decepciona en absoluto. Candela Peña, es Rosario Porto. Cuenta la actriz que la insultaban por las calles de Santiago por sentirla ella, y porque entendían que estaban haciendo negocio con un caso tan dramático que imagino aún  vive en el alma de los/as santiaguesas.

Candela Peña se trasmutó en Rosario Porto, con la cara vacía de sentimientos, con el gesto tórrido de no entender lo que le pasaba a una niña bien santiaguesa que fue protegida y amparada por la alta sociedad gallega y por el dinero de papá (abogado de altura) y mamá (catedrática de historia del arte) La nena sale mona, estudia derecho para confirmar la saga, pero no ejerce porque ¿para qué? Se casa con un periodista  freelance especializado en economía, como tiene cierta dificultad para engendrar hijos, y sus padres quieren nietos, decide junto con el marido, ir a China y buscar una nena. Como quien va a Paris a comprar un Chanel o un Versace

La serie de Netflix me ha parecido buena en cuanto a un casting insuperable, salvo la mala dicción de los dos guardias que son interpretados por María León y Carlos Blanco, en serio, cuando los/as actores/trices españolas comprenderán que hablar de forma ininteligible, no aporta naturalidad sino todo lo contrario. Bien que ella es andaluza y él gallego, pero oigan, los demás también y su dicción era comprensible. Farfullar no es ser natural…apréndanlo, por diosito.

El guion no descubre nada porque todo anda en la misma nebulosa en que lo dejaron sus protagonistas, quedando Basterra vivo y sin ganas de contar la verdad, más que negar las ¿evidencias? que los condujeron a la cárcel.

Lo que me ha dejado perpleja es el reflejo que hacen del juez instructor, en la serie llamado Malvar mientras su nombre real es, José Antonio Vázquez Taín, porque ¿qué quieren que les diga? ni García Castellón en sus momentos de máxima inspiración. Nos le cuentan como un  pedazo de cabroncete manipulador y prevaricador. Mi pregunta y la de alguna gente que ha visto la serie, es ¿son así de perversos los jueces de instrucción?

El juez real que llevó la causa ha protestado -normal- pero sin mucho convencimiento, porque si de verdad hizo todo de forma diferente, es motivo de demanda y más estando dentro de la judicatura. ¿Cómo es posible que desde el primer minuto acepte la culpabilidad y enderece la investigación sobre su criterio subjetivo? Y si no es así, nadie puso orden en ese guion, nadie protesta de forma contundente por la falacia. Es el comportamiento del juez y no la falta de pruebas, lo que nos hace preguntarnos si ¿no condenarían a inocentes?

Claro que, por otro lado, es de un calibre el delito que nos perturba de tal manera la terrible idea de sospechar que unos padres que eligieron de forma ¿libre? a su hija decidan eliminarla por el simple hecho de que ya no es divertido, que les molesta en su nueva vida y que los abuelos no están…Conjetura que se nos hace bola porque es difícil entender tamaña perversidad si no se tienen todos los datos. Y ni, aun así.

Siempre me he preguntado cómo será perder a un hijo/a y qué te culpen de su crimen si eres inocente. Si fueron condenados en falso, no conozco mayor tortura que la de añadir a la perdida, el castigo por ello. Y no es que dude de la justicia…aunque reconozco que un poco sí,  más viendo el papel del juez del caso Nenúfar(y el de algunos que conocemos bien) a una la entran unas dudas kafkianas más que molestas.

La serie es magnífica por Candela y el resto de los actores (menos los que farfullan, lo siento) por el ambiente tan logrado, por el vestuario, por la trama bien llevada que mantiene las preguntas y no descubre nada. El resto nos sigue perturbando mucho, y creo que merecería una intervención de Basterra que ha escrito que cumplirá su pena y luego se suicidará, algo absurdo, por otro lado, a menos que quiera pagar por lo que hizo.

Vean la serie. Véanla y sigan a Candela Peña porque es un pedazo de actriz a la altura de las mejores, no solo de España sino de cualquier país. Es muy grande la pequeña Candela. Y merece mucha más atención de la que se le ha prestado hasta ahora.

María Toca Cañedo©

 

 

Sobre Maria Toca 1601 artículos
Escritora. Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz. Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina. Coordinadora de #LaPajarera. Articulista. Poeta

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