DICEN QUE EN LA NOCHE NO HAY CAMINOS

He perdido la turbación de la palabra,
la impostura de los adioses a destiempo,
ahora que la prosperidad vive en las ucis
y fuera los besos son delito.
Sueño con volver a casa y ya no hay casa,
la casa se deshizo con la primera muerte,
todo es una brizna fugitiva camino
de la desfloración de la metáfora, Dios no sabe
no contesta y las estrellas se suicidan todas
suavemente al amanecer. Nada cambia
con el paso de los siglos, jamás
un hombre pastoreó de verdad su vida
y los atolones se llevaron siempre mal
con los ancianos. Paremos, pues, los relojes
en este instante de piedad:
nunca más seré un animal en celo,
ni tendré los ojos azules de un niño,
yo aquí no pinto nada, aunque me gusten
todavía el olor a lluvia y las mocitas casaderas,
la oscuridad es mi cómplice
-nos amamos-
conozco ya la hostilidad del mundo
y no me importa.
Aún recuerdo el rostro de mi padre.
Valentín Martín
Sobre Valentin Martín 49 artículos
Valentín Martín estudió Magisterio y Humanidades en Salamanca y Periodismo en Madrid. Ejerció la enseñanza dos años y el resto vivió de escribir. Ha escrito 25 libros. El número 26 es un poemario llamado Santa Inés para volver (Versos de la memoria), que recoge la historia de sensibilidades de su pueblo. Periodista, escritor y poeta, ha publicado en la última década libros de relatos como La vida recobrada o Avispas y cromosomas; el ensayo Los motivos de Ultraversal y los poemarios Para olvidar los olvidos, Poemario inútil, Los desvanes favoritos, Memoria del hermano amor, Estoy robando aire al viento, Suicidios para Andrea y Mixtura de Andrea. A caballo entre los años 60 y 70, escribió dos poemarios y dos ensayos: Veinte poetas palestinos y El periodismo de Azorín durante la Segunda República, inicio de un largo trabajo dedicado a la literatura. En Lastura ha publicado en diciembre de 2017 el libro de crónicas y relatos Vermut y leche de teta.

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