UNA PALOMA PARA RODOLFO
Se acaba la ciudad y empieza el amor. Amor con el rostro de barro, absoluto el lenguaje del ansia. Se está muriendo [VER MÁS]
Se acaba la ciudad y empieza el amor. Amor con el rostro de barro, absoluto el lenguaje del ansia. Se está muriendo [VER MÁS]
Después de más de cien libros nunca gané un premio literario. Quizás porque nunca me presenté a ninguno. Probablemente me abstuve para [VER MÁS]
No fue un tiempo de lilas en el cañón de las pistolas porque no había pólvora sino rondel y ningunas ganas de [VER MÁS]
Si yo hubiera nacido en 1933 como Ramón Tamames, el comunista que fichó por Vox a contrato parcialísimo y se tiñe el [VER MÁS]
Yo tampoco hubiera querido tener ante mí las últimas imágenes de Paco Umbral, aquel anciano de 75 años al que el mundo [VER MÁS]
Para escribir una biografía hay que prescindir del frenesí. Tengo una amiga sin frenesí que empieza todas las novelas por el final, [VER MÁS]
De repente estoy en Bucarest y tengo miedo. Sé que el dictador Ceauscescu ha prohibido a los hospitales que los mayores de [VER MÁS]
Cuando mi amigo Ferris vino a Madrid acompañado de una buena gavilla de amigos que tienen mi corazón también, al terminar de [VER MÁS]
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