Hay formas de envejecer. Ninguna agradable, se lo aseguro a ustedes. Lo ideal sería que nos mantuviéramos estables de mente y cuerpo el tiempo que nos tocara vivir hasta la muerte. No es así. El cuerpo decae sin remedio, o con remedios paliativos que conforman los cuidados y las buenas costumbres. Pero decae.
Con la mente ocurre lo mismo. Efecto de la oxidación neuronal, con la edad nos volvemos más estáticas, más lentas en percepciones. Necesitamos más tiempo para metabolizar los cambios y admitir las nuevas formas sociales, filosóficas y vitales. Como ocurre con el cuerpo, si mantenemos actividad, si caminamos bien despiertas intentando no quedarnos fuera de los movimientos que se producen, si hacemos ejercicio diario de reciclaje mental, podemos envejecer con cierta dignidad.
Y luego están los que van perdiendo filtros conforme el calendario avanza. No es que con la edad se hayan vuelto reaccionarios, no, es que siempre lo fueron, pero sabían disimularlo muy bien. O que eran mala gente, que de jóvenes tenían fuerza y gana para revestirse de bonitas sonrisas, camisas de cuadros, chaquetas de pana, incluso alguna pasmina palestina o puros enviados por el amigo Fidel. El de Cuba…el socialdemócrata cubano que no hacía elecciones, pero premiaba a sus amigos con ron cubano y puros de altura.
Fueron siempre reaccionarios y no nos dimos cuenta porque sabían disimular. Con la edad, calculan que ya no tienen nada que perder ni ganar y se destapan. Pasan de admirar a Mahler o cuidar bonsáis, a participar en tertulias de Far West en Onda Cero, 13 TV y similar, compartiendo diatribas con los que antes tuvieron enfrente. De broma. Los tenían enfrente de broma, porque su barricada siempre fue la misma: el dulce y goloso lugar donde se reparten premios y cargos bien retribuidos.
Y ahí tenemos a la vieja guardia ¿socialista? repartiendo mandobles a diestra…y a siniestra, sobre todo a siniestra. O solamente porque ya se cuidan muy mucho de tocar pelo a la derecha patria que es donde está el poder y el dinero.
Para empezar ¿tienen derecho a manifestar sus reticencias y negatividad? Por supuesto, solo faltaría. Y nosotras a responder y sacar conclusiones. Aunque pensamos, sería más elegante mantenerse en un discreto segundo plano o por simple lealtad a lo que se fue su territorio aunque ya no lo sea.
Es respetable cambiar de opinión, de ideología, de partido, de lo que sea, a condición de ser claros. Usted fue socialista de juventud cuando no tenía donde caerse muerto y cuando pasa el tiempo y su cuenta de corriente, propiedades y cargos han subido cual espuma de gel barato y cambia usted las percepciones ideológicas. Perfecto. Pero dígalo. Y si le gusta militar, cambie de partido. No pretenda usted que su partido, donde hay una historia, unas siglas, una cantidad ingente de mártires victimizados por los que usted ahora defiende, sea el que cambie. Al son de su orquesta. Las suyas, queridos jarrones chinos.
Alfonso Guerra, Felipe González y ciertos barones que omito nombrar, se han rasgado la camisa por una medida que debe tomar el gobierno si quiere seguir gobernando. Porque Sánchez y el PSOE, que no Sumar (espero) si se abren a una amnistía para los procesados por los sucesos del Procés, es pura y llanamente utilidad política. Necesitan los puñeteros siete diputados de Junts y ceden a sus pretensiones. No es por convencimiento de que es y fue una barbaridad procesar a gente judicialmente cuando hacían política, por más que unas leyes injustas les avalaran. Todas sabemos que el “problema catalán” es de calado político y hunde sus raíces unos cuantos siglos atrás. A poco que revisemos la historia sabemos que la conciencia catalanista…y en menor medida, independentista, ha sido piedra en el zapato de la historia de España como país. No se quisieron hacer las cosas bien en su momento, yendo a un federalismo real, a un autogobierno válido y solidario y recogemos los (malos) frutos. Si a eso le añadimos que la derecha, irredenta hacia todo lo que suponga federación de pueblos, tiene como solución al problema candente del nacionalismo catalán, pisar y reprimir cualquier idea que difiera lo más mínimo de su concepto nacionalista y apócrifo de la nación española. Mezclamos el mix y tenemos el lio que se formó en octubre de 2017, incrementado por un monarca partidista y estúpido que tomó partido descaradamente por la reacción.
https://www.lapajareramagazine.com/carta-al-preparao-pero-poco
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Estos nudos se debieron desatar hace mucho. España es, ha sido y será, por mucho que no lo quieran oír los derechuzos, un país plurinacional, y cuanto más se niegue esa realidad, más se afirman las diversas sociedades en su diversidad. No es posible calzarse un zapato del treinta y seis cuando gastamos un cuarenta…bueno, posible es, pero desgarraremos los pies hasta convertirlos en muñones sangrantes.
Ahora, por puro utilitarismo político, parece que el nuevo PSOE toma conciencia de que solo la negociación, el entendimiento y la escucha de pareceres de la sociedad catalana (como la vasca, gallega, andaluza…) puede paliar una madeja que lleva siglos enredándose y enredándonos al resto de la ciudadanía. Y se pone a ello. Precisamente es el momento en que saltan los jarrones chinos ¿socialistas? a bombardear el relato.
Y no es que nos resulte agradable pensar que un tipo como Puigdemont que , como expresaba Emilio Silva en Radio Cable hace pocos días, puso candado en los contenedores para que la gente precarizada no pudiera buscar comida en ellos. No nos gusta que sea un tipo que representa a una derecha rancia y corrupta de Catalunya, tenga lo que se necesita para formar gobierno. Pero la realidad es la que es y hacer política es aceptar hechos reales para intentar avanzar. Hay quien dice que una nueva convocatoria electoral sería la solución, a lo que preguntamos ¿repetimos hasta conseguir que salga lo que queremos? porque las encuestas son claras…la intención de voto es la misma o parecida y la experiencia de la anterior repetición electoral creo que nos vacunó contra el experimento. Hay que pactar con quien tiene los diputados precisos para conseguir que el gobierno se forme. No hay más. Eso o pactar con el PP, el PP que se amiga y se amalgama con Vox, en gobiernos que nos llenan de caspa y guano hasta ahogar. Perdonen, pero prefiero a Puigdemont, es de derechas pero no fascista.
No puedo menos que enrabietarme pensando en que los mismos que ahora claman en contra de amnistiar a los condenados independentistas fueron los que traficaron con la amnistía del 77, colándonos de rondón el perdón a los torturadores y asesinos de la dictadura. No se escucharon las voces de González, de Guerra, de Jauregui, de Bono…enfureciéndose porque quienes habían torturado y asesinado socialistas, comunistas, anarquista y muchos que pasaban por allí sin intención, se fueran de rositas con paga y medallas en la pechera.
No se escuchó jamás la voz de todos los que ahora gritan y mesan sus cabellos, cuando les clamábamos justicia para la gente que yacía en cunetas o en fosas comunes de cementerios. O se caían por las ventanas de la DGS, o de cualquier comisaría y cuartelillo del país. No se les escuchó decir ni pio cuando los asesinos fascistas que asesinaban a Yolanda, Arturo, la gente de Montejurra, de Vitoria, los fusilados del 75, los tiroteados en las calles, torturados en comisarías, gozaron -no de amnistía- sino de impunidad total y han vivido, tan ricamente, protegidos.
https://www.lapajareramagazine.com/mentiras-de-la-historia Es más, cuando se pretendió juzgar al presunto (presunto porque no se le ha podido juzgar nunca, no porque tengamos la más mínima duda) criminal, Martin Villa, algunos de los que ahora amenazan con anatemas y se sienten pesarosos de su voto socialista, manifestaron que ¡pelillos a la mar! Martín Villa era un chacho muy majo y olvidemos el pasado. No sea que se desentierre el GAL y tengamos un disgusto al desvelar quién fue el señor X. Cuando el mismo González recibió y abrazó a los condenados de la guerra sucia cuando fueron indultados por el colega Aznar. Porque indultar a criminales es lícito, a los que piden independencia y votar en un referéndum, es mal.
No levantaron ni una sola vez la voz cuando se indultó, se amnistió y se hizo la vista gorda con los imputados por el 23F que a punto estuvieron de voltear el sistema (eso sí fue golpe) con tanques en las calles, tiros en el Parlamento y generales implicados. Ni una voz, oigan, pero ni una.
¿Y qué me dicen ustedes de las sucesivas amnistías fiscales que se han promulgado en la dulce Borbonia? Chitón, no sea que alguna vez las necesitemos.
¿Les oyeron ustedes decir algo cuando se aplicó la impunidad al Emérito por los desfalcos del dinero público? porque yo no escuché ni una queja. Al contario, cuando hablan del nefasto camastrón que tuvo la corona española utilizándola para llenarse las cuentas y tirarse a mujeres sin descanso, le defienden a capa y espada resaltando las virtudes -supuestas virtudes, poco investigadas virtudes- que tuvo el monarca felón.
Podría seguir de forma indefinida resaltando la (no) indignación de los ¿socialistas? a la violeta, de esos señores que se les ha oxidado el cerebro, que tan mal han envejecido y que utilizan el púlpito que les concedimos hace cuarenta años para jodernos el futuro.
Eso, o que siempre fueron unos reaccionarios y malas personas. Que también.
María Toca Cañedo©
Pues si María, yo creó también que siempre fueron reaccionarios y que tampoco lo disimularon mucho, lo que pasó que veníamos de una dictadura criminal y los aceptamos. Un saludo muy bien escrito el artículo.