Del corazón a los pies.

La mayoría de las personas venimos de entornos en donde el mensaje fundante se escuchaba como algo parecido a «como tú eres, no hay que ser«.
Nuestra atención y nuestros mecanismos de supervivencia se centraron en aprender a eso mismo, sobrevivir, en recibir el amor y los cuidados que requeríamos como seres vulnerables incapaces de vivir por sí mismos.
Nuestros sistemas nerviosos contienen lo que nos ha ocurrido, lo que personas que nos debían cuidar no supieron hacer suficientemente bien.
Mirada compasiva aquí para la falta de amor transgeneracional. Los de antes venían de lo mismo.
Y entonces salimos al mundo y observamos cómo estos espacios en donde se te ordena cómo ser, cómo pensar, cómo sentir, qué decir, cómo comportarte, se replican en los ámbitos educativos, en las redes amistosas, en los gremios profesionales, por doquier.
En el fondo de nuestros corazones todas las personas buscamos caminos relacionales nuevos porque sin querer anticipamos lo que ya nos ha pasado cientos de veces:
Como tú eres, como tú te muestras, NO.
Hemos sobrevivido a los pequeños o grandes infiernos en soledad y nos curamos juntas.
Y también, ahora ya, no tienes que quedarte en lugares, relaciones o vínculos con los que tu corazón no vibra o en donde se replica el poder, la autoridad y el mandato de obediencia o la pura violencia.
Ahora podemos ser embajadoras de nosotras y llevarnos de la mano a otros viajes, nuevas rutas y no replicar lo que nuestro cerebro conoce de sobra.
Escucha, lo que estaba mal no eras tú. Era el ambiente y las relaciones en las que estábamos siendo criadas una generación tras de otra.
Amiga, amigo.
El dolor está metido en una cueva helada.
La tarea adulta es saber cuáles son espacios seguros y además, una vez reconocido dónde se repite lo que antes ocurrió, responsablemente que
tus pies te alejen de allí.
Ahora ya puedes mirarte, responder un SÍ a lo que eres y ponerte a buen recaudo.
Regla del corazón a los pies.
Buen día, otro día.
María Sabroso.
Fotografía de Holly Andrés.
Sobre María Sabroso 109 artículos
Sexologa, psicoterapeuta Terapeuta en Esapacio Karezza. Escritora

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