DOS MUJERES

Por hacer muy bien el amor entre carbones Sofía Loren ganó un Oscar. Bueno, por otras cosas también.
El asunto es que aquí somos así y nos quedamos con la fragua en vez de con el paisaje donde la vida sucede. Por eso con la «Ciocara» del mirón Alberto Moravia, enseguida se nos fue la mano fácil y la tradujimos como «Dos mujeres «.
Para más exactitud, lo de las dos mujeres y Moravia era historia de verdad. Dos mujeres acompasaron su vida, Elsa y Daccia.
Dos mujeres creyó que había en su vida el pobre Don Hilarión (a veces me miro al espejo y le veo), en la zarzuela más madrileña que existe. Y la escribió un salmantino de la calle San Justo, donde una noche tomando vino y peces de río en un bar con el mostrador de aluminio llegó la policía y pagó la consumición. Eso así, a cambio de una delación. Antes quemo el convento. Y lo quemé. Dos días y dos noches anduvo buscando la chica al revolucionario y no lo encontró.
Y dos mujeres me desamordazaron dos horas en la noche de Alcalá, cuando aflojamos la emoción de Lola. Creo que cené como el delantero centro del Manchester City, bebí agua, y hablé por los codos. Tal vez por ser parlanchín y nada noruego se me quedó la mano tonta.
Y ahí estoy, con María Rozalén y Beatriz Jimeno Sicilia. No puede haber nadie en este mundo tan feliz, como canta Víctor Manuel que es más que el marido de Ana Belén la presentadora de los Goya.
María Rozalén: mire, póngase de pie usted. A la seducción de su música sume la dignidad personal con el compromiso. Tal vez heredera natural de aquellos ferroviarios clandestinos que en Libertad 8 se reunían cuando había vacas y no eran de Tarifa. Yo he visto querer a María más que a nadie. Todos sabemos por qué.
Con Beatriz Jimeno Sicilia yo no tengo una debilidad como Don Fabián y Machín. Lo que tengo es mucha suerte. La potra de que aceptase interpretar lo que escribo. Y de volver a verla como Francisca de Pedraza próximamente en el teatro La Encina. Beatriz Jimeno Sicilia está inundada de actriz. Y eleva el oficio.
Dos mujeres, sí. Tan grandes que parecen una multitud.
Valentín Martín.
Sobre Valentin Martín 49 artículos
Valentín Martín estudió Magisterio y Humanidades en Salamanca y Periodismo en Madrid. Ejerció la enseñanza dos años y el resto vivió de escribir. Ha escrito 25 libros. El número 26 es un poemario llamado Santa Inés para volver (Versos de la memoria), que recoge la historia de sensibilidades de su pueblo. Periodista, escritor y poeta, ha publicado en la última década libros de relatos como La vida recobrada o Avispas y cromosomas; el ensayo Los motivos de Ultraversal y los poemarios Para olvidar los olvidos, Poemario inútil, Los desvanes favoritos, Memoria del hermano amor, Estoy robando aire al viento, Suicidios para Andrea y Mixtura de Andrea. A caballo entre los años 60 y 70, escribió dos poemarios y dos ensayos: Veinte poetas palestinos y El periodismo de Azorín durante la Segunda República, inicio de un largo trabajo dedicado a la literatura. En Lastura ha publicado en diciembre de 2017 el libro de crónicas y relatos Vermut y leche de teta.

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